Toyota no solo investiga en el terreno de los vehículos híbridos sino que lo hace sin dejar de lado otro tipo de combustibles alternativos como por ejemplo el hidrógeno. Así el Toyota FCV-R, tras de ser presentado este año en el Salón de Ginebra, podría comenzar a comercializarse en el 2015.
El CEO de Toyota en Estados Unidos así lo ha confirmado aunque no ha dados más datos sobre el tipo de vehículo que llevaría instalado este tipo de propulsor, es decir, si sería el Toyota FCV-R u otro que no ha visto todavía la luz. Lo único que se ha podido saber es que se trataría de una berlina.
Los inconvenientes actuales de los vehículos de hidrógeno
Actualmente el principal problema de los vehículos impulsado con hidrógeno o también llamados vehículos de pila de combustible es su alto coste de fabricación debido principalmente a dos motivos: la cantidad de platino que es necesario incluir dentro de la pila de combustible para su funcionamiento y el aislamiento de los tanques de almacenamiento.
Además, este aislamiento lo fabrican muy pocas empresas en el mundo por lo que el ritmo de realización de este material sería inferior al que se necesita en la producción de un vehículo en cadena. Debido a esta necesidad, la propia Toyota ha decidido investigar en el campo del aislamiento térmico de los tanques y producirlo ella misma, reduciendo sus costes y aumentando su velocidad de fabricación.
Otra necesidad es la mejora de las infraestructuras con puntos de recarga de hidrógeno más numerosos y a su vez reducir el coste de fabricación del hidrógeno, o mejor dicho, de conseguir el hidrógeno por separado del resto de elementos con los que normalmente se encuentra combinado, en la mayoría de ocasiones el oxígeno.
Para conseguir la reacción necesaria y que se descombinen se utiliza la electricidad. La buena noticia es que las recargas de hidrógeno se realizan de forma líquida con lo que son casi tan fáciles como actualmente las de gasolina o gasoil y más rápidas que las eléctricas.