El pasado mes de marzo se lanzó por fin la séptima entrega de la serie de videojuegos 'Gran Turismo'. El simulador de carreras para PlayStation 4 y 5 supone un olimpo de vehículos imprescindibles de la competición GT de ayer y hoy. De ese catálogo, Toyota es el fabricante con mayor presencia, sumando más de treinta modelos y versiones.
Entre ellos, descubrimos un clásico que podría pasar desapercibido: el Toyota Sports 800. Quizás al aficionado medio no le llame tanto la atención como el Toyota Supra, el Toyota GT86 o alguno de la serie GR. Pero, en las próximas líneas, vamos a dar algunos motivos por los cuales debería estar entre nuestros favoritos.
Un coche diseñado para los jóvenes
Hagamos un poco de historia para ver de dónde viene el primer deportivo de Toyota. Salíamos de una primera mitad de siglo donde la mayoría de automóviles de Japón eran de fabricación extranjera, aunque algunas compañías nacionales como Toyota habían irrumpido en el mercado local con modelos como el Toyoda AA de 1935. Tras la II Guerra Mundial, muchos de estos fabricantes extranjeros se repliegan a sus mercados de origen y son los japoneses los que toman la responsabilidad de abastecer las demandas de su mercado doméstico.
En los años 50, serían principalmente utilitarios para el día a día, que se irían sofisticando y mejorando en prestaciones a lo largo de la década. Y uno de los máximos exponentes de esta nueva hornada fue el Toyota Publica, lanzado en 1961, un pequeño sedán de tres volúmenes dirigido a las familias de la ciudad. Sin embargo, el utilitario guardaba un as bajo la manga: el prometedor y emocionante motor bóxer Toyota U de 697 cc y 28 CV de potencia. Hoy en día nos puede parecer muy poco, pero en aquella época daban muchas alegrías si sabían aprovecharse.
De eso se trataba, pues con el impulso de la clase media en Japón (y también en países como España) surgió un público más joven que buscaba coches más emocionantes y divertidos de conducir. Con ese espíritu, que Toyota definió con el término japonés de Waku-doki, se pusieron manos a la obra para desarrollar el primer deportivo de la compañía. Su nombre, Toyota Sports 800 o, como lo conocen en Japón, Yota-Hachi.
El primer deportivo de Toyota
El motor para el nuevo modelo ya lo tenían, una evolución del anterior bautizado como Toyota U2, que alcanzaba los 790 cc y 49 CV. Algunas piezas eran de aluminio, lo que ayudó a aligerar el peso del bloque. Igualmente, a diferencia de sus antecesores, se pudo disponer de una transmisión de cuatro marchas. Un conjunto que, junto a la disposición de los pedales, resultó muy “europeo” de conducir según las opiniones de la época.
Para el diseño se contaría con el inestimable Tatsuo Hasegawa, que posteriormente trabajaría en los Toyota Corolla y Toyota Celica, entre otros. Venía de diseñar aviones para el ejército imperial japonés, desarrollando en 1942 un perfil aerodinámico (denominado TH) que no sería igualado hasta el perfil supercrítico de la NASA de los 70. Para el Toyota Sports 800, Hasegawa trabajaría con Shozo Sato, ingeniero de la también compañía de automoción Datsun y de la que tomarían prestado su túnel de viento.
Ambos lograron un diseño con un coeficiente aeronáutico increíble por aquel entonces, con elementos propios de la aviación. Además, gracias al omnipresente aluminio, se logró un peso total por debajo de los 600 kilos. Gracias a todo ello, los 49 CV conseguían poner al Toyota Sports 800 a 160 km/h, todo un hito para aquellos años. Y lo que no es menos importante, exhibía un reducidísimo consumo (3,6 l/100km), teniendo en cuenta que era un deportivo pensado para ir alto de vueltas.
El antecedente del descapotable Targa
Pero volvamos de nuevo hacia atrás. Como decíamos, el Toyota Sports 800 tiene un antecesor directo en el Toyota Publica de 1961, del que hereda principalmente su motorización. No obstante, estéticamente también se inspira en el Toyota Publica Sports de 1962, una versión deportiva del utilitario que desgraciadamente no pasaría de prototipo.
El objetivo parecía ser únicamente comprobar las posibilidades deportivas del sistema propulsor del Toyota Publica, para lo que utilizó el mismo motor Toyota U de 28 CV de potencia. Aun así, quizás el Toyota Publica Sports tenía una misión aún mayor, como explorar y experimentar con algunas ideas innovadoras de diseño con las que Toyota estaba trabajando. El prototipo presentaba un curioso sistema descapotable, por el cual el conjunto del techo, pilares, ventanillas y luneta trasera podían correrse hacia atrás por unos rieles, e incluso retirarse por completo. Conductor y pasajero debían acceder al interior saltando por encima del lateral, pues el modelo no contaba con puertas practicables.
Con todo, el Toyota Publica Sports no pasó de ser un mero prototipo, eso sí, sirvió para que el fabricante nipón optara para el Toyota Sports 800 por un diseño más práctico y seguro. El primer deportivo de serie de Toyota haría su debut oficial en Tokyo Auto Show de 1962, presentando un nuevo sistema de descapote.
Con él, se podía retirar la sección delantera del techo, quedando fija la parte trasera con una barra transversal y la luneta. Es lo que tres años después, en el Salón de Frankfurt de 1965, Porsche presentaría como “techo Targa”, aunque, como vemos, la innovación de los alemanes no lo era tanto.
El primer híbrido de Toyota
El Toyota Sports 800 estaría en producción entre 1965 y 1969, pero todavía volvería a los salones de autos algunos años más tarde. Toyota debió pensar que un modelo tan ligero y aerodinámico era perfecto para experimentar con sistemas de propulsión alternativos.
En este sentido, si nos preguntamos cuál fue el primer vehículo híbrido de Toyota, no debemos pensar en el Toyota Prius, sino que debemos remontarnos al Tokyo Motor Show de 1977. Fue en esa cita en la que el fabricante nos presentó el Toyota Sports 800 GT Hybrid.
Que no nos engañen las siglas GT, que no hacen referencia a la categoría Gran Turismo sino a la tecnología de hibridación utilizada. Se trataba de un sistema que utilizaba una turbina de gas conectada a un generador, que a su vez impulsaba el motor eléctrico, proporcionando una potencia total de 22 kW (30 CV). También mostraba un sistema de transmisión muy diferente, con tan solo dos marchas: una para arrancar y otra para circular.
El funcionamiento técnico de una turbina de gas es muy eficiente, similar al de la máquina de vapor, pero utilizando un gas en vez de agua. Actualmente se utiliza mucho en vehículos de gran tamaño (incluso militares) y centrales eléctricas. Toyota ya venía investigando en esta tecnología desde los años 60, lo que da una idea de la innovación que suponía aplicarlo a un coche de calle.
A pesar de todo, algunas peculiaridades del sistema híbrido (que prácticamente duplicaban el peso en el Toyota Sports 800 GT Hybrid) hicieron que Toyota apostase por otras tecnologías de hibridación que darían lugar finalmente al Toyota Prius en 1997.
Fundador de la estirpe deportiva de Toyota
El Toyota Sports 800 no estuvo muchos años en producción (hasta 1969) ni vendió muchas unidades (algo más de 3.100 exclusivas para Japón). Cualquier otro podría pensar que pasó sin pena ni gloria, pero lo cierto es que su impronta sirvió para lanzar un clásico de la automoción mundial: el Toyota 2000GT. Otro clásico más contemporáneo, el Toyota GT86, utiliza la versión 4U del motor bóxer del Toyota Sports 800.
Sin embargo, su legado es mucho más amplio. Imbuyó a Toyota de su espíritu Waku-doki para desarrollar modelos emocionales como Toyota Celica, Toyota MR2, Toyota Supra… Y sus éxitos en los circuitos nipones sirvieron para demostrar el gran valor de la experiencia ganada en la competición. Quizás le debamos incluso toda la línea GR de Toyota, por lo que merece un hueco entre los grandes.
Imágenes | Toyota Global Newsroom, Wikipedia/Feynmanmac/Cullen328/Mytho88, Flickr/Kemeko1977