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Siete cosas que debes tener en cuenta si vas a conducir de noche

Muchos conductores son auténticos fans de conducir de noche, el menor tráfico o la temperatura agradable, sobre todo durante los calurosos veranos, son algunas de las razones que le dan a la conducción un encanto particular.

Pero al mismo tiempo es una tarea que requiere una buena salud visual, mucha atención y precaución. La oscuridad, la falta de visibilidad y el cansancio son algunos de los factores que pueden dificultar la conducción nocturna aumentando así el riesgo de sufrir un percance.

Si vas a conducir por la noche, puedes tener en cuenta los siguientes consejos y la tecnología que puede ayudarnos en cada una de las situaciones.

1. El vehículo en las mejores condiciones

La conducción nocturna requiere, sí o sí, que la visibilidad sea óptima. Es fundamental ver y ser visto, por lo que es condición indispensable que el parabrisas y el alumbrado estén en perfectas condiciones, todas las luces funcionando y los faros delanteros correctamente regulados.

Además, el resto de elementos del vehículo han de estar a punto, ten en cuenta que quedarse tirado en la carretera por la noche es mucho más peligroso que durante el día, y también es más complicada la asistencia, la reparación “in situ” o llegado el caso encontrar ayuda.

Por la noche es fundamental ver y ser visto

La tecnología está aportando notables mejoras en la iluminación, desde los nuevos tipos de lámparas como las lámparas de xenón o led, hasta los sistemas inteligentes que mejoran la visibilidad durante la conducción nocturna.

Estos sistemas pueden incluir faros direccionales, faros adaptativos y de control inteligente. Los faros direccionales mejoran la visibilidad en las curvas y los giros, mientras que los adaptativos ajustan automáticamente la intensidad y el ángulo de los faros según las condiciones de la carretera.

Los sistemas inteligentes detectan las luces de los vehículos que circulan delante y en sentido contrario a través de una cámara frontal, analizando la iluminación de la calzada y cambiando de manera automática las luces largas con las luces de cruce. De esta manera se consigue una conducción nocturna más segura.

2. Descansa lo suficiente antes de conducir de noche

Podríamos dividir a los conductores nocturnos en dos grandes grupos, los habituales y los ocasionales. Haremos especial hincapié en estos últimos porque si no se está acostumbrado, conducir por la noche puede ser agotador, especialmente si el cuerpo está habituado a dormir durante esas horas.

Antes de emprender tu viaje nocturno, asegúrate de haber descansado lo suficiente. Si estás cansado, es probable que tu capacidad de atención y reacción se vean afectadas, lo que aumenta el riesgo quedarse dormido. Según la DGT, La somnolencia interviene, directa o indirectamente, en entre el 15 y el 30% de los accidentes de tráfico en España.

La tecnología aquí también nos puede echar una mano, los sistemas de alerta de fatiga detectan signos de fatiga o somnolencia en el conductor y emiten una alerta para que el conductor tome un descanso.

Los sistemas de alerta de fatiga contribuyen a prevenir accidentes relacionados con la fatiga del conductor

Si el vehículo detecta una conducción errática y desvíos en la trayectoria es cuando entra en acción el LDA (Lane Departure Alert) o Alerta de cambio involuntario de carril. Este sistema trata de evitar una posible salida de vía o invasión de otro carril de forma involuntaria, algo que se da cuando nos quedamos dormidos.

Una cámara situada en el vehículo detecta la posición del vehículo respecto a las marcas viales, y cuando el sistema detecta que se produce una desviación de forma involuntaria, se avisa al conductor con una alarma sonora y visual.

3. Ajusta tus luces correctamente

Un mal reglaje de luces supone una importante pérdida en la visibilidad del conductor y además una molestia para el resto de conductores.

Unas luces demasiado altas podrían cegar a los conductores que circulan en dirección y si están demasiado bajas disminuyen notablemente el campo de visión.

Asegúrate del correcto reglaje y limpieza de los faros

Además verifica que el faro está bien sujeto, si por algún golpe se ha roto alguna de las patillas de sujeción el faro puede moverse con los perjuicios que esto conlleva. Este baile del faro se acrecienta si la carretera está en mal estado o si nuestra suspensión está defectuosa, suponiendo un auténtico calvario para los conductores que nos encontramos de frente.

Por supuesto, ten en cuenta el cambio de luces, usando las luces largas en carreteras donde no haya posibilidad de deslumbrar a otros vehículos, y poniendo las de cruce.

Por último, y esto ya teniendo en cuenta la iluminación interior, te recomendamos reducir la intensidad de la luz del cuadro de instrumentos, ya que a mayor luz en el interior, peor visión del exterior.

4. Velocidad y distancia de seguridad

Ten en cuenta que tu campo de visión está limitado al área que mantienes iluminada. Lo que hay más allá sencillamente no lo ves, te lo puedes imaginar, pero realmente no sabes lo que hay.

Durante la noche, mantén mayor distancia de seguridad y reduce la velocidad

Además de la visibilidad, la percepción del espacio y la distancia se ven afectadas, por lo que es recomendable reducir la velocidad y mantener una distancia segura con los demás vehículos, y más al conducir de noche.

Sistemas como el control de crucero adaptativo en el que nuestro vehículo sigue al coche precedente para mantenerse en el carril combinado con el sistema de mantenimiento de trayectoria o el de aviso de señales son de gran ayuda para garantizar que mantenemos estas dos variables, velocidad y distancia de seguridad, en los márgenes adecuados.

5. Mantén la concentración

Muchas horas, muchos kilómetros y siempre la misma visión a través del parabrisas, conducir por la noche puede ser aburrido, especialmente en largas distancias.

Mantén tu concentración en la carretera y evita distracciones como el uso del teléfono móvil o la escucha de música alta, pueden distraerte más. Si te sientes cansado o aburrido, toma un descanso, camina un poco para mantenerte alerta y aprovecha para beber agua.

Para mantener la concentración, aumenta la frecuencia de las paradas si es necesario

En estos periodos pueden aparecer los “microsueños” que son sueños rápidos y cortos que pueden durar de unos 3 a 5 segundos, pero en los que si vamos a 100 kilómetros por hora, podemos haber recorrido unos 130 metros.

Parar si aparecen síntomas de somnolencia es la mejor decisión, descansa y si estás muy cansado, no dudes en dormir algo.

6. Imprevistos: aumenta tu atención

Durante el día puede no sorprendernos demasiado encontrarnos con algún imprevisto, ya sea por otros usuarios o circunstancias excepcionales como un animal que se cruza de repente por la calzada.

Durante el día, además de que podamos considerarlo como algo más o menos habitual, tenemos más tiempo para verlo. Durante la noche esas circunstancias realmente nos sorprenden, y realizar una maniobra evasiva es más complicado ya que podemos no tener del todo claro lo que hay a ambos lados de nuestro vehículo.

Es necesario ser consciente en todo momento de los demás conductores, peatones y animales que puedan aparecer en la carretera

Otro de los ADAS que ayudan enormemente en este sentido es el Sistema de Sistema de Seguridad Pre-Colisión con detector de peatones y ciclistas.

Este sistema está formado por una cámara frontal y un sensor analizan el estado de la carretera y los vehículos que circulan en ella. Este sistema es capaz de detectar ciclistas o peatones tanto de día como de noche.

Además, cuando detecta que nos estamos acercando demasiado al coche de delante nos avisará con señales sonoras y cuando accionemos el freno, el automóvil ya estará prevenido y aplicará la máxima fuerza de frenada con independencia de la potencia con que presionemos el pedal.

7. Sé consciente de las condiciones climáticas

La noche ya tiene sus riesgos, pero si a eso le unimos la lluvia, el viento o la niebla, es cuando debemos agregar un plus de prevención.

Aquí juegan otros elementos del vehículo como el parabrisas o los limpiaparabrisas, los cuales deben estar en perfecto estado. Los faros de un vehículo que viene de frente si nuestro parabrisas está sucio puede llegar a cegarnos por completo.

Si la conducción es impracticable, aplaza el trayecto

Lo cierto es que en alguna ocasión puede ser que considerar posponer el viaje hasta que mejoren las condiciones puede ser la mejor decisión.

Siempre insistimos en que antes de iniciar la marcha es necesario informarse del trayecto, pero si vas a conducir de noche, esta recomendación se torna casi obligatoria.

Imágenes: Pixabay | IgorShubin  Unsplash|Joshua Woroniecki, Almas Salakhov, Santiago Gómez

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