Sí, lo sabemos, los japoneses tienen sus peculiaridades y muchas, algunas de ellas realmente curiosas e interesantes. El país del sol naciente además tiene una profunda preocupación por el medio ambiente y la contaminación en las grandes ciudades, así como un profundo interés en buscar soluciones de movilidad que descongestionen el intenso tráfico rodado.
El resultado de unir todas estas incógnitas en una misma ecuación son los kei car (abreviatura de keijidōsha, que significa coche ligero), unos coches que aquí definiríamos como microcar por sus realmente contenidas dimensiones, algo más pequeñas a las de un automóvil del segmento A europeo. Como un AYGO pero destinados a un público más amplio y con formas que maximicen el espacio interior.
¿Qué es un Kei Car?
Tal y como contaban los compañeros de Motorpasión, estos vehículos son interesantes no sólo por derivar de una concienciación general de que utilizar uno de ellos repercute en un beneficio social, sino que además tienen un trato de favor por parte de las administraciones, aunque puede que les falte presencia para protagonizar un film o tener una variante deportiva.
Claro, siempre y cuando estén sujetos a las limitaciones que los organimos imponen, que vienen a ser que su tamaño no pueda exceder los 3,4 de largo por 1,8 de ancho por 2 metros de alto y que el propulsor no cubique más de 660 cc ni entregue más de 64 caballos de potencia. De ahí sus peculiares formas tan rectangulares.
Dentro de esta categoría Toyota ha lanzado un nuevo vehículo llamado Toyota Pixis Mega que complementa a la familia formada por los Pixis Space, Van/Truck y Epoch, y viene a traer un soplo de aire fresco en un mercado donde es difícil diferenciarse de la competencia.
Creado para ofrecer la versatilidad que necesitan los conductores japoneses con necesidades tan dispares. Se ha buscado ajustar las medidas hasta el máximo permitido sin comprometer el comportamiento del vehículo, así que en Toyota al final han optado por unos proporcionados 1.835 milímetros de alto por 1.455 de ancho capaces de alojar a cuatro adultos con comodidad.
La altura del puesto de conducción es considerable, situándo la línea de visión del conductor casi a 1.400 milímetros, muy próximo a una furgoneta, lo que asegura una visibilidad máxima para el conductor y los pasajeros gracias a las grandes superficies acristaladas con las que cuenta el Pixis Mega. En el exterior también destacan los generosos retrovisores, incluyendo uno extra bajo el espejo principal del lado del acopañante. Gracias a las formas rectas y sin protuberancias la visibilidad traseraes máxima.
Para conseguir una entrada y salida de los pasajeros lo más cómoda posible las puertas tienen una considerable altura que ocupa casi todo el lateral del vehículo desde el marco inferior hasta el superior. Además, y para dar una vuelta de tuerca más, las puertas traseras cuentan con apertura deslizante asistida con motores eléctricos así que para abrir o cerrar sólo hay que pulsar un botón.
La zona de carga aunque es justita en comparación con lo que estamos acostumbrados en Europa, para un kei car está bastante bien con un total de 90 litros de capacidad para el maletero con un suelo completamente plano al que se accede mediante un enorme portón. La altura de la zona de carga es de 1.485 milímetros. Si no es suficiente los asientos traseros se pueden abatir y maximizar el espacio.
Hablando ahora sobre la construcción del Toyota Pixis Mega se ha intentado que el centro de gravedad estuviera lo más bajo posible, algo determinante para asegurar el buen comportamiento de un vehículo tan alto en comparación con su anchura.
Se ha recurrido a materiales plásticos para la construcción de los paragolpes y del portón trasero, además de optimizar el peso del techo con láminas de metal lo más finas posible y así aligerar peso en las zonas más alejadas del centro de gravedad.Las suspensiones se han dotado de unas geometrías muy estudiadas y se han incluído amortiguadores sobredimensionados y barras estabilizadoras para mantener al Pixis Mega bien pegado al suelo en todo momento.
Los precios (convertidos directamente de los precios del mercado japonés) van desde los 9.987 euros para el Toyota Pixis Mega con tracción delantera y motor sin turbo, hasta los 12.950 euros del equipado con motor turbo y tracción total. Todas las versiones equipan transmisión automática por variador continuo.
Los colores disponibles serán ocho: marrón, granate, amarillo, naranja, blanco, gris, negro y azul.