Este pasado 25 de junio se ha lanzado la versión para Xbox One y PlayStation 4 del videojuego Car Mechanic Simulator. Se trata de una adaptación del título para PC lanzado en 2018, la última de las entregas de una saga de simuladores que se ha en pocos años en un clásico de culto para los amantes del motor. Este lanzamiento en consolas puede ser una buena oportunidad para dar a conocer el potencial y atractivo de este simulador. De esta forma, los consoleros tendrán también la oportunidad de reparar decenas de clásicos de la automoción sin mancharse ni un dedo de grasa o aceite.
Reparar nuestro vehículo pieza a pieza
Car Mechanic Simulator 2018 fue la tercera entrega para PC de esta saga de videojuegos, tras publicarse en 2014 y 2015; fue obra de los estudios polacos Red Dot Games y PlayWay, autores del también conocido simulador _Helicopter, Natural Disaster_. Se trata pues de un serious game que toma por bandera la simulación realista, aunque sin renunciar a ciertas licencias para garantizar la diversión del jugador.
La idea que ahora se traslada a las consolas, con el sencillo título de _Car Mechanic Simulator_, es la misma que la que inició la serie: reparar cada vez mejores vehículos e ir atrayendo a nuestros clientes. En las distintas reparaciones podemos ir reemplazando las piezas individualmente, realizar pruebas de diagnóstico para detectar problemas e incluso sacar los coches a la pista de carreras.
La mecánica del juego es sencilla y podría parecer repetitiva. La diversión a largo plazo viene de la enorme cantidad de piezas que podemos encontrar, más de 1.000, y de los 48 vehículos que podremos reparar, y que se pueden ampliar mediante mods; entre ellos, podemos encontrar el Toyota Celica de 1974, el Supra de 1994 o el Land Cruiser Prado de 2016. También juega a su favor la buena curva de aprendizaje; a pesar del realismo que quiere transmitir, se trata de un título accesible a todo el mundo, con una interfaz que nos resalta con colores las distintas piezas y nos va mostrando consejos para ir avanzando.
Realismo extremo para una mayor experiencia
Como decíamos más arriba, CMS es un simulador en un muy estricto sentido de la palabra, tomando como principal baza tanto el realismo gráfico como el de su mecánica de juego. En el primer caso, podemos decir que nos encontramos con uno de los mejores apartados gráficos visto en simuladores de estas características, tan dados a tirar de managers con menús infinitos. En CMS en cambio los protagonistas son los modelos fotorrealistas de las herramientas, los recambios y sobre todo los vehículos ; un plus añadido al simulador es además poder conducir los vehículos que han pasado por nuestras manos. El audio también acompaña a este realismo, reproduciendo con bastante exactitud el sonido de maquinaria y herramientas; en cambio la música, al menos en la versión para PC, acababa resultando bastante prescindible.
En cuanto a la mecánica de juego, el proceso de reparación de cada automóvil pretender ser también muy realista, pero con concesiones que permiten una cierta jugabilidad. En cada nuevo encargo que recibamos, debemos investigar el problema, y una identificado y localizado, proceder a repararlo: desmontar el segmento, sustituir la pieza o piezas defectuosas y volver a montar. En medio del proceso podemos encontrarnos también con la necesidad de pedir piezas por encargo o pintar el vehículo. También hay margen para la creatividad, con la posibilidad de customizar y tunear los vehículos hasta el exceso para añadirles más valor.
CMS también cuenta con elementos de manager de gestión ; podremos vender los vehículos que reparemos para ganar dinero y mejorar nuestro negocio. Con el tiempo, iremos a subastas para pujar por modelos clásicos, abriremos nuevos talleres y franquicias, y nos crearemos nuestra propia colección privada de joyas sobre ruedas.
Cabe decir que _Car Mechanic Simulator 2018_ para PC vio la luz con numerosos defectos de jugabilidad que debieron solucionarse con sucesivos parches. Entendemos que esta versión para Xbox One y PS4 habrá corregido estos problemas, además de que se lanza con un mayor número de piezas y ocho vehículos más en su versión para ordenador (¿veremos el nuevo Toyota Supra entre ellos?). También existe una versión para Nintendo Switch con no muy buenas críticas, y otra para _smartphones_ que no aporta mucho más que quitarnos el gusanillo cuando vamos en el metro.
Videojuegos y simuladores para aprender y entrenar
Desde hace ya varios años se ha descubierto el potencial de los videojuegos como herramientas didácticas y formativas. La gran evolución de las nuevas tecnologías ha permitido crear experiencias muy realistas, y la gamificación del proceso de aprendizaje genera una mayor predisposición y motivación en los alumnos. Así, podemos encontrar desde sencillos juegos pedagógicos en los colegios, hasta complejos simuladores empresariales en las mejores escuelas de negocios.
En el mundo del motor, si bien existen costosos simuladores profesionales destinados únicamente a la formación y el entrenamiento, las cotas de perfección alcanzadas por los videojuegos los hacen igualmente válidos para mejorar el aprendizaje. Si ya sabemos que algunos pilotos de Fórmula 1 participan en carreras online como parte de su entrenamiento, también hemos conocido casos de cómo se usan para motivar e iniciar a los más jóvenes en la ingeniería y la mecánica.
Y a medida que se desarrollen tecnologías como la realidad virtual o aumentada, las experiencias en los simuladores resultarán más enriquecedoras e inmersivas. Por lo pronto, Red Dot Games y PlayWay ya preparan una versión VR del Car Mechanic Simulator, en la línea de títulos como Wrench (aunque este con muchas menos piezas y apenas un par de vehículos). Sin duda, existe margen para alcanzar un aún mayor realismo e incluir las nuevas formas de mantenimiento de los coches del futuro.
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