Si hay algo que destaca de entre todo lo presentado en el Salón de París (que es mucho) es la pila de combustible, el Toyota Fuel Cell Sedan. Decimos que destaca porque es una de las soluciones más globales al problema de la movilidad sostenible a largo plazo, ya que hace posible disponer de coches con autonomías lo suficientemente grandes, pero emitiendo a la atmósfera cantidades mínimas de partículas. Concretamente, cero partículas.
La tecnología de pila de combustible que Toyota tiene diseñada para el Fuel Cell Sedan tiene un producto de desecho, sí: agua. Agua pura, para más señas, H2O cristalino que es el producto de las reacciones que suceden dentro de la pila. Es un paso más hacia el futuro de la automoción, aunque en realidad podemos hablar del comienzo de una nueva era.
¿Cómo funciona la tecnología de pila de combustible?
El Toyota FCV (el Fuel Cell Sedan) basa su planta motriz en un motor eléctrico delantero, una pila de combustible de hidrógeno bajo los asientos delanteros, y además un tanque de muy alta presión debajo de los asientos traseros, y la batería de iones de litio todavía más atrás en el coche, esto es, entre los asientos traseros y el maletero.
Podemos ver el coche de pila de combustible como un coche eléctrico, pero que en vez de conseguir la energía a partir de unas baterías de litio, la obtiene a partir de las reacciones químicas que se dan en el interior de la pila de combustible. Estas reacciones químicas son entre los átomos de hidrógeno que se alojan en el depósito de alta presión, y el oxígeno que se inyecta a partir del aire. Como resultado de esas reacciones químicas, se produce energía eléctrica que alimenta a la batería, y esta al motor, y agua como desecho, por otro lado.
Como vemos en el vídeo anterior, el concepto es sencillo, relativamente, y además cuenta con una característica bien conocida por los asiduos a este Espacio Toyota: la frenada regenerativa. Efectivamente, no solo se carga la batería a partir de la electricidad que se genera en la pila de combustible, si no que se aprovecha parte de la energía de la frenada, de forma que se consigue una recarga parcial cuando dejamos de acelerar, y también cuando aplicamos presión a los frenos.
Algunos datos interesantes:
- La presión del tanque de hidrógeno es de alrededor de 70 MPa (mega pascales), o lo que es lo mismo, unas 700 atmósferas (de forma aproximada).
- El tanque se llena en unos tres minutos, un tiempo muy razonable y muy similar al que tardamos en repostar gasolina.
- La autonomía estimada del coche se cifra en los 500 kilómetros, un poco menor que la de un coche moderno de gasolina, pero mucho mayor que la autonomía de un coche eléctrico "convencional".
- Puede arrancar en frío con temperaturas de hasta treinta grados bajo cero.
- La eficiencia del sistema es del 65%.
- La potencia eléctrica a la salida de la pila de combustible es de más de 100 kW.
Las preguntas más frecuentes sobre el hidrógeno
Existen dudas sobre la tecnología del hidrógeno, y lo cierto es que hay sectores que prefieren desinformar y desacreditar una tecnología que tiene sus considerables ventajas. Una frase que deberíamos grabar a fuego en nuestras mentes es que el progreso nace del escepticismo, así que vamos a ver cuáles son las preguntas más frecuentes, y sus respuestas.
Principalmente se puede uno preguntar si repostar hidrógeno va a ser más caro que repostar gasolina, por un lado, y por otro puede cuestionarse la seguridad a la hora de dicho repostaje. ¿es seguro llevar un tanque de hidrógeno a alta presión en el coche? Las respuestas a ambas preguntas son bastante sencillas y esclarecedoras.
¿Es más caro repostar hidrógeno? A pesar de que ahora mismo los precios de combustible de hidrógeno se encuentra en desarrollo, se espera que el coste de funcionamiento del Toyota FCV sea similar al de un vehículo de gasolina. Y como la infraestructura alrededor de hidrógeno se está desplegando, se espera que el precio disminuya.
¿Es peligroso llevar un tanque de hidrógeno a presión bajo los asientos?. Para responder a esto hay que preguntarse si no nos parece peligroso llevar un depósito de gasolina detrás y bajo los asientos traseros del coche, puesto que la gasolina es un líquido inflamable y que desprende gases.
El hidrógeno no es tóxico, es más ligero que el aire, y es menos inflamable que la gasolina. Además, los tanques del FCV son de fibra de carbono y están siendo sometidos a pruebas extremas para comprobar su seguridad en caso de colisión, además de otro buen número de sistemas de seguridad relacionados.