Una nueva plaga asola las ciudades de todo el mundo. Un ejército de seres cabizbajos deambulan por las calles con movimientos erráticos y sin sentido, como si estuvieran abstraídos en un mundo paralelo. Aparentemente son personas normales, pero un gesto les delata: llevan un móvil en la mano. Son los temidos “peatones zombies”. Y tú puedes ser uno de ellos.
Los “peatones zombies” pueden responder a estímulos sonoros, que les devuelven de su mundo paralelo al nuestro. Por ello, se guían por la ciudad con el oído, gracias a los distintos sonidos urbanos. Para cruzar una carretera, por ejemplo, es el ruido de los motores el que los alerta de la proximidad de vehículos. Sin embargo, los ruidosos coches están condenados a desaparecer, el futuro es eléctrico, y la electricidad es silenciosa como el aire. ¿Se acercan malos tiempos para los “peatones zombies”?
Factor nº 1: Peatones zombies que cruzan sin mirar
Esta cinematográfica introducción supone tan solo un intento de llamar la atención sobre un problema de seguridad vial que parece enquistado. A pesar de que las cifras de accidentes han mejorado en las últimas décadas, el número de atropellos a peatones -y otros colectivos como los ciclistas- se ha estancado e incluso disparado en algunos años. En 2018 se contabilizaron en España 386 víctimas mortales por atropello, 237 de las cuales caminaban por la ciudad. La DGT aún no ha hecho público las cifras definitivas del 2019, pero ya sabemos que fallecieron 115 personas que caminaban por carreteras interurbanas.
Se trata de un problema de seguridad vial que se ha enquistado y cronificado. La cifra de peatones víctimas mortales ha crecido un 28% en los últimos diez años. Si en 2009 los usuarios vulnerables -entre los que se encuentran los peatones- representaban el 30% del total de fallecidos, en 2019 representan el 40%. En ciudad, estos usuarios suponen el 81% del total de víctimas mortales, y en el caso de los peatones, el 99% fallecieron al ser impactados por un vehículo a motor.
¿Qué es lo que ha producido este “efecto contagio” de atropellos en nuestras ciudades? Esta tendencia al alza ha coincidido en espacio y tiempo con un gran fenómenos que ha experimentado nuestra sociedad: el smartphone. Las distracciones al volante son la primera causa de accidente en nuestro país (uno de cada tres accidentes mortales) y el uso indebido del teléfono móvil es ya el primer motivo de estas distracciones.
Pero siendo justos, lo cierto es que los conductores no son los únicos que hacen un uso indebido del smartphone. según un informe de RACE, el 90% de los peatones reconoce ponerse en riesgo por ir usando el teléfono móvil por la calle. Y según otro de la Fundación MAPFRE, el 98% de los accidentes donde el peatón es el culpable, el motivo fue el uso de dispositivos móviles. Este es precisamente el virus que nos ha convertido en “peatones zombies”.
Factor nº 2: Vehículos híbridos y eléctricos que no producen ruido en la ciudad
El vehículo eléctrico (tanto el híbrido como el puro) se ha presentado como la única alternativa sostenible de transporte motorizado para la ciudad. Pero no solamente por su capacidad de circular de forma ecológica, sin apenas arrojar emisiones contaminantes a la atmósfera. El silencioso motor eléctrico contribuye también a reducir la otra gran plaga que sufrimos en la ciudad: la contaminación acústica.
Según la OMS, el límite de ruido recomendable para las personas se encuentra en los 65 decibelios durante el día, y en 55 durante la noche. Pero según este organismo, la contaminación acústica en las ciudades no ha hecho más que crecer, y en España ya son más de 9 millones de personas las que soportan niveles superiores de decibelios. Barcelona y Madrid son las ciudades donde más se sufre este problema. ¿El motivo? Por supuesto, los vehículos a motor; el tráfico rodado es el causante del 80% de la contaminación acústica de estas ciudades.
Los vehículos con motor eléctrico venían a solucionar gran parte de este problema. De hecho, uno de los grandes atractivos del Prius cuando apareció era precisamente la ausencia de ruido al pasar junto a nosotros. Pero esta grandísima virtud -no nos quepa duda- se ha encontrado con un inesperado inconveniente: provocan más atropellos. No es que sean más peligrosos per se (de hecho son los más seguros), es que los peatones estamos acostumbrados a predecir la presencia de vehículos por el ruido que producen.
No en vano, un estudio de la NHTSA estadounidense reveló que los coches eléctricos estaban involucrados en un 37% más de choques que los coches convencionales. Y otro de la asociación británica de invidentes Guide Dogs estimó que los híbridos y eléctricos provocan un 40% más de atropellos. Un problema que podría agudizarse a medida que se recrudezca la plaga de “peatones zombies”. Estas personas que cruzan las calles sin mirar no podrán apercibirse de la proximidad de los vehículos hasta tenerlos prácticamente encima (a los que usan auriculares ya les pasa con los vehículos convencionales).
Toyota nos muestra la solución con el nuevo RAV4
La solución a este nuevo dilema pasa por volver al status quo que había antes de la llegada de los coches silenciosos: esto es, volver a los coches “ruidosos”. De forma similar a como ya se ha hecho en Estados Unidos o Japón, la Unión Europea ha legislado para que los vehículos híbridos y eléctricos incluyan sistemas de aviso acústico denominados AVAS (por sus siglas en inglés). Realmente no es algo nuevo, pues determinados vehículos eléctricos de uso industrial ya integran sistemas de este tipo. En el caso de los híbridos y eléctricos “de calle” (turismos y comerciales) los modelos de nueva homologación en Europa deben incluirlos desde el pasado 1 de julio. Y, en todo caso, todos los que se comercialicen a partir del 1 de julio de 2021.
Cómo son estos AVAS también está definido por la Unión Europea. El sonido emitido deberá estar entre los 56 decibelios (los que equivalen a una conversación) y los 75 decibelios (un motor de combustión). Debe escucharse de forma continua, como el de un vehículo convencional, y variar en función de la velocidad del mismo, de modo que pueda servir de precaución al peatón. El AVAS no podrá desactivarse por el conductor, pero solo será obligatorio que suene en eléctricos e híbridos en modo EV (eléctrico puro), y solo cuando circulen marcha atrás o por debajo de los 20 km/h. Por encima de esa velocidad, el propio ruido que produce la rodadura sería más que suficiente.
A pesar de que aún queda año y medio para que esta medida sea efectiva en la calle, algunos fabricantes ya han decidido aplicar la vacuna a los “peatones zombies”. Toyota España ya incluye en la nueva gama RAV4 Hybrid el AVAS, que de acuerdo a la normativa europea se activará cuando circule en modo EV por debajo de los 20 km/h, y marcha atrás. Realmente Toyota no estaba obligado a ello, pues la homologación de este modelo es anterior al 1 de julio de 2019. Pero el fabricante nipón ya había usado el AVAS con anterioridad en otros mercados y no habrá visto motivo para demorarse en el europeo.
Esta alerta acústica se complementa a la perfección con otros avances, como el Sistema de Seguridad Pre-Colisión con detector de peatones y ciclistas. Esta tecnología permite detectar peatones -también los “zombies”- tanto de día como de noche, y nos ayuda a frenar al máximo aunque no pisemos a fondo el pedal. El Sistema de Seguridad Pre-Colisión está incluido de serie en el RAV4 dentro del paquete de ayudas Toyota Safety Sense. Además, en esta última revisión del SUV japonés se incluyen también de serie la Alerta de Tráfico Trasero (STCA) y el Detector de Ángulo Muerto (BSM), disponibles anteriormente solo en las variantes más equipadas.
Como vemos, no hay problema sin solución. Y aunque los nuevos tiempos nos traigan retos añadidos, la tecnología y la voluntad de los fabricantes como Toyota nos llevarán a un futuro urbano más seguro que nunca.
Imágenes | unsplash: chuttersnap, marjanblan | Toyota Global Newsroom