Aparte de las recomendaciones desde el punto de vista del conductor (conducir bien despierto, ni muy abrigado ni aterido de frío, cuidado cuando tengamos síntomas de enfermedad...), hay una serie de recomendaciones especiales para que estemos más seguros en nuestros coches con la llegada del invierno y sus frías características. Y entre esas recomendaciones está montar neumáticos de invierno.
La clave del neumático de invierno es su rango óptimo de temperatura
El principal problema de los neumáticos estándar es que, cuando las temperaturas bajan mucho, su eficacia baja mucho también. Normalmente, por debajo de los 7ºC, las "gomas" pierden capacidad de adherencia y otras propiedades interesantes. Hay que decir que temperaturas por debajo de 7ºC en el asfalto son temperaturas muy bajas, pero en casi toda España nos las podemos encontrar en las frías noches de invierno.
Los neumáticos de invierno son diferentes a los neumáticos de verano, o del resto del año. Sirven para esa época en concreto, y tienen dos características evidentes a primera vista: primero, el dibujo. Es diferente, con más recovecos, pensado especialmente para conseguir mayor agarre en condiciones de lluvia intensa o nieve. Otra característica es la profundidad del surco, que es mayor y que no debe bajar de los 3mm en ningún caso. Los componentes y las diferentes capas del neumático permiten trabajar de manera óptima en otra ventana de temperaturas diferente a los neumáticos convencionales.
Algunas curiosidades sobre los neumáticos de invierno que puede que no supieses es que son una alternativa legal a las cadenas, según el Real Decreto 2822/1998 de 23 de diciembre del Reglamento General de Vehículos (por tanto quien monta neumáticos de invierno no tendrá que salir a la intemperie a luchar contra las cadenas), y además su especial diseño permite tener más agarre y estabilidad en todas las situaciones, pero especialmente, en las frenadas: con neumáticos de invierno se reduce la distancia de frenado un 49% en carretera nevada con respecto a los neumáticos de siempre.
¿Tiene desventajas el neumático de invierno? Como todo, es relativo. O como decimos casi siempre en Galicia, depende. Hay que montarlos cuando empieza la temporada de invierno y desmontarlos después, almacenarlos correctamente para su conservación, y por tanto necesitamos espacio suficiente para guardar 4 neumáticos con comodidad. Por lo demás, sus características nos ayudarán a afrontar con mayor seguridad las heladas, las lluvias, la nieve (para el hielo sigue siendo obligatorio el uso de cadenas en, al menos, el eje motriz), y todo ello nos permitirá sufrir menos aquaplaning y mejorar la seguridad en la frenada.