La publicidad es sin lugar a dudas una de las mejores formas para pulsar la situación de cualquier mercado en un momento determinado, lo que se vende y se compra es un fiel reflejo de la sociedad de cada época. Los anuncios de coches muestran no sólo las características técnicas y sus diseños, sino también qué es lo que más importa a los potenciales clientes, en principio los conductores, en cada momento.
El diseño, la potencia o la fiabilidad han formado parte del argumentario básico de los anuncios de todos los automóviles, pero la forma en que se ha contado y las prioridades han ido cambiando a lo largo de los años.
¿Qué vendía en los años 60? ¿Cuáles eran esas prioridades? Vamos a repasar algunos anuncios de los Toyota más legendarios que han marcado época.
El Toyota Corona
Desde 1957 hasta principios de este siglo se ha estado fabricando este coche. Se trataba de un coche compacto de tracción trasera y de gama media alta en la mayoría de los mercados. En muchos países, el Corona fue una de las primeras exportaciones internacionales de Toyota.
Era capaz de alcanzar los 145 kilómetros por hora, con un consumo de 9.5 litros a los 100 kilómetros, y lograba los 100 km/h en tan solo 16 segundos. Estos eran sus principales reclamos en su publicidad.
Además se hacía especial hincapié en que se trataba de un coche completamente automático, y sobre todo en el confort, dentro de un Corona se podía disfrutar de asientos totalmente reclinables y aire acondicionado. Por último, cómo no, el precio, que era el más barato de toda la competencia de su segmento en algunos países como Estados Unidos. Durante esta época el Toyota Corona compitió ferozmente con sus rivales europeos debido a la gran variedad de extras que incorporaba.
La producción de automóviles fuera de Japón empezó en 1959 en una pequeña planta en Brasil, y continuó con una creciente red de plantas en todo el mundo.
El Corona Mark II
En septiembre de 1968 apareció en Japón este nuevo coche que con respecto al Corona, tal y como dictaba su publicidad, se trataba de un modelo “un poco más largo, más potente y más elegante”.
La línea Corona Mark II apareció como respuesta al rápido crecimiento del segmento de coches utilitarios a finales de los años 60, lo que obligó a los fabricantes de automóviles a ampliar su gama de modelos. Toyota eligió el nombre de Corona Mark II para el nuevo modelo, siguiendo la costumbre inglesa para coches remodelados o actualizados como el Jaguar Mk II.
Su amplia gama incluyó modelos de lujo, así como el deportivo modelo GSS con un motor de 1.900 cc (aparecido en octubre de 1969), con un total de 11 modelos diferentes.
En diciembre de 1968, el Corona Mark II se convirtió en el automóvil más vendido en Japón, con matriculaciones mensuales de vehículos nuevos llegando a 20.000 unidades.
El Toyota Crown
Aparecido a finales de los 50, en 1962 aparece su segunda generación y Toyota cambia radicalmente el modelo Crown. La nueva carrocería es moderna, cuadrada, de líneas puras y elegantes. El chasis es más rígido y el motor pasa a 1.897 centímetros cúbicos y 95 CV; la velocidad máxima es cercana a 140 km/hora. En cuanto a la transmisión, se ofrece la caja manual (opcionalmente con overdrive) y la caja automática.
Ya en 1965 el Crown tiene disponible el motor 6 cilindros en línea de 2 litros de cilindrada de 110 CV de potencia. Con este motor silencioso el Crown alcanzaba los 155 km/hora.
Pensado para las familias, la seguridad fue uno de los principales argumentos de venta, desde el uso de materiales seguros —¡incluso los ceniceros estaban pensados para que resultasen seguros!— hasta aspectos del diseño como las manillas de las puertas que no sobresalían, pasando por todo lo referente a seguridad activa, como en sobredimensionamiento de frenos y mejora en el alumbrado.
El modelo más lujoso, el Crown Eight apareció en el mercado en abril de 1964. Se construyó sobre la plataforma del Corona de segunda generación. Se destinó al mercado dirigido a grandes empresas, coches oficiales y limusinas, mercado monopolizado por automóviles estadounidenses y europeos.
El Crown Eight estaba equipado con un motor de aleación de aluminio de 2.600 cc, y se convirtió en el primer automóvil japonés que montó un V8.
El equipamiento era todo un lujo, ofreciendo una transmisión automática Toyoglide de dos velocidades, control de crucero, elevalunas eléctricos, cerraduras eléctricas de las puertas, y control de luz entre otras comodidades.
El precio de la Crown Eight fue de 1,65 millones de yenes en Tokio (unos 14.000 euros al cambio).
El Toyota Land Cruiser
El 25 de junio de 1950, comenzó la Guerra de Corea, aquel día Corea del Norte invadió a Corea del Sur. En ese momento Japón, bajo la influencia aún de los Estados Unidos, jugó un papel como base de las fuerzas americanas.
En este periodo, los fabricantes de automóviles japoneses recibieron el encargo de suministrar un vehículo compacto de cuatro ruedas al ejército estadounidense, y con su experiencia anterior en la construcción de camiones para el ejército japonés durante los años cuarenta, Toyota estaba bien situada para responder e iría recibiendo un gran número de pedidos de las fuerzas aliadas.
En ese momento había muchos Jeeps en Japón, traídos por las fuerzas americanas, y el Jeep llegó a ser el símbolo del 4x4. Por esta razón Toyota llamó a su prototipo el Toyota Jeep, y se conoció como el Toyota Jeep BJ, porque montaba un motor de tipo B con un modelo basado en el Jeep.
Aunque en principio no fue seleccionado para dar servicio a las Fuerzas Armadas, finalmente se ganó su puesto cuando el piloto de pruebas Ichiro Taira subió el monte Fuji con este modelo, demostrando que era del todo confiable.
Finalmente en 1954, este modelo se empezó a conocer como el Toyota Land Cruiser.
Los años 60 comenzaron con la tercera generación del vehículo, el Serie 40, momento a partir del cual este emblemático modelo atravesó ríos y recorrió caminos rocosos durante 24 años, y se ganó el apodo de “The Forty”.
Este modelo se caracterizaba por unos pasos de ruedas más rectangulares y los intermitentes colocados sobre las aletas delanteras, pero el cambio más llamativo fue el marco que rodeaba los faros delanteros y la parrilla del radiador.
En 1967, se introdujo la carrocería FJ55 debido al incremento de la demanda para uso familiar, y se mejoró en confort para adaptarse a estas nuevas necesidades, aumentando su capacidad de carga, facilitado por un portón trasero de apertura ascendente o una doble puerta de apertura lateral.
El Toyota Tiara
El Tiara aparecido en marzo de 1960 como el hermano menor del Corona, estaba propulsado por un motor de la serie "P" de 45 CV. Con una transmisión manual de tres velocidades, la velocidad máxima era de sólo 110 km/h.
Un año más tarde, en 1961 Toyota introdujo un motor más potente de la serie "R" de 1.5 litros, medio litro más que su predecesor, el mismo motor de la Corona. Años más tarde, en 1964, montó un motor aún más grande de 1.9 litros.
La estrategia de venta de este modelo aparentemente apuntaba a las mujeres, en muchos de los anuncios originales aparecían sólo mujeres con vestidos de gala o practicando el golf.
El Toyota Corolla
El Toyota Corolla se comenzó a fabricar en 1966, y se ha convertido en el coche más vendido en la historia.
El Corolla E10 fue la primera generación del vehículo vendido por Toyota bajo el nombre de Corolla. Su principal competidor entonces era el Datsun 1000.
Este modelo ofrecía diferentes acabados sobre carrocerías de dos puertas sedán, coupé y familiar, y 4 puertas sedán; los motores, por una parte un 4 cilindros con 1.077 centímetros cúbicos que ofrecía 60 CV y otro de 1.166 que daba 65 CV fueron evolucionados en 1969 para dar 13 CV más.
Aparecía con transmisiones de 4 velocidades manual o 2 velocidades automático. Fue ensamblado en Japón y Australia.
El Sports 800
El Toyota Sports 800 es el primer automóvil deportivo de producción de Toyota Motor Corporation. Hizo su debut en el Salón del Automóvil de Tokio de 1962.
En 1965, el coche entró en la producción real, con un motor de 800 c.c. y doble carburador que daba una potencia de 45 CV. Un motor suficiente para este coche ligero que le permitía llegar a los 160 km/h en las pistas de carreras.
Entre 1965 y 1969 se construyeron 3.131 unidades por el subcontratista Toyota Kanto Auto Works. Alrededor del 10% de esos vehículos han sobrevivido, la mayoría de ellos en Japón.
El Hilux
Nacido en 1968 en Hino Motors, los diseños iniciales del Hilux se basaron en la funcionalidad de un turismo, pero enseguida se fue abandonando esa idea y se decidió orientarlo hacia el sector de los vehículos comerciales, es decir, hacia quienes buscan un modo de transporte fiable, duradero y cómodo.
El primer modelo incorporaba un motor 1.500 c.c. de gasolina y cuatro cilindros que alcanzaba una velocidad máxima de 130 km/h. Posteriormente, se pasó a un motor más vigoroso de 1.600 c.c.
Este coche es el pick-up por excelencia, es sin duda uno de los más duros y populares del mercado. No pasa desapercibido, cuando hablamos del HIlux nos viene a la cabeza su trasera en la que se puede leer la palabra Toyota, escrita en letras grandes.
En vista de que cada vez se demandaba más potencia y versatilidad, en 1979 se lanzó al mercado el primer modelo de tracción a las cuatro ruedas. Este Hilux permitía salir de las carreteras asfaltadas y buscar aventuras en montañas rocosas, pistas embarradas y cualquier clase de terreno.
El 2000GT, todo un emblema deportivo
En la década de los 60 Japón estaba viviendo su particular boom económico. En esos años, las exportaciones de electrodomésticos y electrónica de consumo, tiraban de la economía japonesa y hacían que la economía japonesa creciese de forma exponencial.
Los dos primeros Grandes Premios de Japón en 1963 y 1965 fueron un enorme éxito. El gusto y la pasión por los deportivos crecieron de tal forma que Toyota comenzó el desarrollo de su obra maestra de los deportivos, que se conocería como 2000GT.
El 2000GT fue la estrella en el Tokyo Motor Show de 1965 en el que los deseados y admirados deportivos europeos y estadounidenses empezaron a mirar con recelo los deportivos que se fabricaban en el país del sol naciente.
Este modelo entusiasmó al público, y el mismísimo James Bond se paseaba en uno de ellos por las calles de Tokio. 6 cilindros, doble árbol de levas, 2000 c.c. y 150 CV eran las señas de identidad del motor de este coche. Hoy en día este modelo sigue levantando pasiones, y es uno de los más buscados en las casas de subastas.