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Lluvia, barro y lágrimas de eficiencia para poner a prueba el emblema GR SPORT del Toyota C-HR Electric Hybrid

Llega el otoño y con él, los firmes se humedecen, los caminos se embarran y la vegetación caída acaba aplastada entre los neumáticos y la carretera. Este ha sido el escenario en el que hemos fracasado al intentar disparar el consumo del Toyota C-HR Electric Hybrid.

Porque esa era la misión a la que nos dedicamos durante varias jornadas al volante del crossover nipón que, esta vez, portaba el emblema GR SPORT. El escudo que lucía era la excusa perfecta para sacarlo a algo más que a pasear. Algo más que cumplir el trámite de los trayectos rutinarios de cualquier conductor.

De paso, con este Toyota C-HR Electric Hybrid GR SPORT hemos tenido la oportunidad de probar la actualización del sistema Toyota Smart Connect.

Ineficiencia para probar su eficiencia

De sobra es conocida la esencia híbrida eléctrica de Toyota. En la recogida del modelo sabíamos que el camino fácil consistía en apurar la eficiencia de su motorización. Por supuesto, la etiqueta GR SPORT invita a tomar la senda más complicada.

Así, en los primeros compases, fijamos un objetivo claro: íbamos a transitar con la ineficiencia por bandera. Dicho y hecho. Tras el obligado ajuste de espejos y asientos, cambiamos a modo de conducción 'Sport'.

Por cierto, la versión GR SPORT carece, como el resto de acabados, de un botón específico para gestionar los modos de conducción, hay que hacerlo navegando por el panel de instrumentos. Sería un buen aderezo tener un acceso electrónico más directo al modo deportivo para próxima actualizaciones.

Tras ello, activamos el climatizador y lo gestionamos como un anti-homenaje particular a esa nueva normativa nacional sobre eficiencia y temperatura. Lo mantuvimos activo y sin descanso hasta la devolución.

Este fue solo el inicio. Tras el climatizador llegaron acelerones (por supuesto, respetando al máximo la norma y la seguridad propia y ajena), las velocidades más elevadas que podíamos permitirnos según la vía y, en general, abrazamos cualquier maniobra que supusiera quemar más combustible (Shame on us!).

El resultado final de consumo se encuentra unas líneas más abajo. ¿Un avance? Lo mencionado: nos envalentonamos demasiado con ser ineficientes y... fracasamos.

GR SPORT, algo más que un acabado

Antes de seguir con ello, conviene contextualizar y entender qué conducimos cuando hablamos de un modelo GR SPORT. El acabado GR SPORT va, poco a poco, extendiéndose por la gama de Toyota. Es innegable que alegra el semblante de los modelos que va alcanzando y también, como nos ha ocurrido en la prueba, el de quien lo conduce.

Como ya os hemos contado, la denominación GR SPORT no ha de confundirse con la GR a secas. Esta última equivale a modelos de la gama de Toyota musculados y con vocación de artesanos del motor bajo la enseña GAZOO Racing, como el Toyota GR Yaris.

Este hecho no es motivo para desmerecer las bondades de la etiqueta GR SPORT. Así lo hemos vivido con los modelos que hemos probado bajo la misma nomenclatura en los últimos tiempos, como el Toyota Yaris Electric Hybrid GR SPORT. Como hemos redescubierto, en el fondo se trata de algo más que un acabado.

desarrolla 184 CV y 202 Nm de par y que suma 63 kilogramos más al conjunto

Así lo comprobamos en nuestros lluviosos y turbulentos días con el Toyota C-HR Electric Hybrid GR SPORT. Hay que decir que recibimos el modelo con propulsor 180H. Solo hay dos maneras de acceder a este motor que desarrolla 184 CV y 202 Nm de par y que suma 63 kilogramos más al conjunto. La primera es optar por el acabado Advance del C-HR Electric Hybrid, la segunda corresponde al GR SPORT que recibimos en la sede de Toyota en Alcobendas.

Le aporta cierta unicidad. Pero es que, además, Toyota ha introducido algún que otro y sutil cambio, como en la dirección o la suspensión, que le brinda cierta insolencia en su comportamiento. No nos deja de agradar.

¿Qué detalles añade a su diseño exterior?

La gran dosis de deportividad GR SPORT recae sobre la estética del modelo. Una diferencia única de este Toyota C-HR Electric Hybrid GR SPORT se sitúa en sus llantas de aleación de 19 pulgadas diseñadas para la ocasión.

llantas de aleación de 19 pulgadas diseñadas para la ocasión

A las ya genuinas líneas y detalles del crossover japonés, el acabado añade algo de agresividad con un frontal con un spoiler bajo el paragolpes, o una parrilla que palpita con los destellos del cromo y las que se le ha añadido unas formas malla metálica.

En la zaga también destaca el embellecedor inferior en negro piano, comunes en todo su diseño exterior. Porta una única enseña GR exterior, alojada en la parte inferior derecha del portón del maletero.

Culmina su estética la coloración bi-tono que, en nuestro modelo, era del denominado "rojo emoción" (la opción cromática más GR SPORT) y techo negro.

Espíritu deportivo, pero sin sorpresas

Estos detalles acompañan a la conducción, también en un interior, en el que los emblemas GR se multiplican en asientos, los accesos a las puertas, el botón de arranque o, de forma digital, en la pequeña pantalla central de panel de instrumentos.

Invitan, cuanto menos, a una conducción más deportiva. Como hemos mencionado, ese comportamiento no está avalado de la misma manera que las ediciones 'GR'. Su espíritu es más ambiental y nos ayuda en lo que nos proponemos.

Su espíritu es más ambiental y nos ayuda en lo que nos proponemos

Escapamos rápidamente del mundanal ruido urbano para internarnos por carreteras secundarias. Allí volvemos a notar el aplomo y firmeza del modelo, en especial, al paso por curva.

Por supuesto, si nos excedemos, el cerebro electrónico nos avisa con el testigo de pérdida de estabilidad. Aun así, la señal luminosa aparece en muchas menos ocasiones que cuando hemos afrontados los mismos trazados sinuosos con SUVs más pesados.

Se nota que Toyota ha querido potenciar el confort y la falta de sorpresas en la marcha, por eso, resulta muy destacable el control que muestra al retener las inercias que vamos proponiendo curva tras curva. Resulta especialmente meritorio si tenemos en cuenta que estamos ante un modelo de 4390 mm de longitud.

Días de lluvia...

Tras esta primera toma de contacto, conseguimos rozar los 7 l/100 km. Pero unos cuantos trayectos por vía urbana y autovía se encargan de rebajar el consumo de nuevo muy por debajo de los 6 l/100 km.

Al ver peligrar la obtención de una cifra derrochadora, volvemos sobre nuestros pasos. Durante esta nueva intentona nos topamos con episodios puntuales de lluvias torrenciales. Aunque extremamos la precaución durante esos momentos, no queremos darnos por vencidos.

Elegimos para comprobar el comportamiento con estas condiciones las diversas caras que ofrecen las diversas vertientes del Puerto de la Cruz Verde y el adyacente Alto de la Paradilla.

Salirse del guion que propone la transmisión e-CVT es complicado. Esto incluye también la posibilidad de cambiar a un manejo secuencial más personalizado, pero que no se libra tampoco de la naturaleza electrónica.

Sin embargo, disfrutamos dentro de sus límites. El Toyota C-HR Electric Hybrid GR SPORT tiene una gran capacidad para recuperar la velocidad pérdida en ciertos momentos, como tras el paso por curva. De ello da fe el intervalo de 8,2 segundos que tarda en alcanzar los 100 km/h.

tiene una gran capacidad para recuperar la velocidad pérdida

Curva tras recurva obtenemos una diversión particular, muy controlada. Es cierto que la dirección no transmite todo lo que querríamos bajo estas circunstancias. Ahora bien, agrada su dureza y la respuesta directa que otorga. De hecho, este es uno de los puntos que Toyota ha trabajado con esta versión GR SPORT, junto a la mencionada suspensión.

Pese a lo mojado del firme, el crossover sabe mantener la compostura, gracias en buena medida a los Continental Premium Contact 6 225/45 R19 que calza.

...y días de barro

Los momentos en que nos asedia una nueva cortina de agua nos vemos obligados a reducir el ritmo e, incluso, a detenernos. Y en este trance, se nos ocurre la posibilidad de testar sus prestaciones fuera del asfalto.

Hay que tener en cuenta que el crossover es un modelo concebido para el asfalto, no para tierra. Ya es algo que hemos percibido por la naturaleza de su suspensión. El conjunto ofrece una gran comodidad, sin apenas balanceo al superar, por ejemplo, badenes urbanos.

Sin embargo, a velocidades más elevadas, la absorción de los accidentes del terreno decae. Hablamos, por ejemplo, de pasar por un profundo bache sin reducir la marcha.

Como ya conocíamos esta sensibilidad del modelo, transitamos por una pista forestal con cautela. En los tramos que el terreno lo permite elevamos la velocidad y observamos una respuesta muy digna y estable. Su confort también se siente en estas situaciones.

Además, la posición elevada nos ayuda a detectar con más eficacia los momentos del camino en los que hemos de suavizar la marcha. La lluvia arrecia y nos encontramos con pasos de agua que el crossover salva sin problemas.

Tras varios kilómetros circulando bajo estas circunstancias, es hora de aprovechar algunos de los colores del inicio del otoño herreriano para empaparse tomando fotos.

Nuevo sistema multimedia de Toyota

De vuelta a una marcha más tranquila, es hora de analizar lo que aporta el interior del modelo. Al igual que hemos visto en otros acabados GR SPORT, contamos con una tapicería especial con este sello, con asientos tapizados en Alcantara. Los pespuntes rojos se extienden por la tapicería, alcanzado la funda en la base de la palanca de cambios y al volante.

Ahora bien, el punto más novedoso para nosotros resulta la pantalla central de ocho pulgadas que estrena sistema multimedia y trae una tarjeta SIM integrada que permite el acceso remoto a una amalgama de servicios.

Comprobamos cómo Toyota ha implementado la interfaz para hacerla más sencilla y directa. En pos de la seguridad, destaca el asistente de voz. Las mejoras que la industria a aplicado en este área son muy sustanciosas. Así lo constatamos con un reconocimiento de voz muy certero que está casi siempre disponible en la parte inferior izquierda de la pantalla.

Toyota ha implementado la interfaz para hacerla más sencilla y directa

El sistema nos permite personalizar una variedad de funciones muy interesantes, como la intensidad y la dirección del sonido en el habitáculo. Por ejemplo, si viajamos con niños que duermen en la parte trasera, podemos disminuir la intensidad del volumen y la tonalidad de los dos asientos de la segunda fila, manteniendo el del conductor.

Eficiente por encima de todo

Tras los más de 400 kilómetros recorridos, toca hacer balance de nuestro fracaso a la hora de elevar el consumo. Hemos obtenido una cifra final de 6,1  l/100 km.

Si bien se trata de un número elevado para uno de los crossover más eficientes del mercado (homologa en ciclo combinado WLTP 5,3 l/100 km), nos habíamos creado demasiadas expectativas pensado que podríamos alcanzar los 7 l/100 km.

Los motivos de las lágrimas vertidas por nuestro fracaso hay que buscarlos, entre otros factores, en los trayectos interurbanos, por vía convencional o autovía. Som los que más han boicoteado nuestras intenciones, sobre todo cuando la densidad del tráfico ha aumentado.

Para poder contrastarlo de forma más exhaustiva, hemos anotado varios de los trayectos realizados, con sus datos de consumo, en la siguiente tabla:

TIPO DE RECORRIDO

DISTANCIA

MODO CONDUCCIÓN

% EN MODO ELÉCTRICO

CONSUMO (L/100 KM)

Urbano/Autovía/interurbano

69 km

Normal

63%

5,6

urbano

5,4 km

Sport

54%

9,8

urbano

1,6 km

Sport

57%

9,6

interurbano/pista

77,1 km

Sport

56%

6,7

URbano

5,3 km

Normal

65%

7,9

URbano/autovía

11,2 km

Normal

61%

4,8

URBANO/AUTOVÍA

14,3 km

Normal

47%

5,1

URBANO/AUTOVÍA

11,4

Sport

48%

6

URBANO/AUTOVÍA/INTERURBANO

40,7

Normal/Sport

68%

4,6

También nos han "penalizado" los despistes con el modo Sport, en los momentos en los que hemos olvidado activarlo.

Para honrar nuestras intenciones, hay que decir que en vía urbana, dentro de los límites de la seguridad vial y la conducción prudente, también lo hemos exprimido. Además, no hemos transitado por zonas llanas, sino que en cada trayecto hemos sumado desnivel. Incluso los más cortos de la tabla han estado por encima de los 100 metros positivos. Ni con esas nos hemos acercado a los siete litros.

De todos modos, hemos de confesar que tampoco nos hemos obsesionado y la sensación general con el Toyota C-HR Electric Hybrid GR SPORT ha sido de disfrute: de su estética deportiva, de su aplomo y confort y de que, hagamos lo que hagamos, tenemos que llevar muy al límite al modelo para disparar el consumo.

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