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Las particularidades de viajar por África en un todoterreno: ¿qué peligro habrá mañana?

La inmensidad, el silencio, las dunas, los lagos secos, los pequeños y verdaderos oasis perdidos, los nómadas, paisajes abrumadores... el desierto esconde muchas sorpresas. El desierto llama, tiene una atracción especial. Para disfrutarlo en su totalidad hay que adentrarse en él, perderse por las rutas más secundarias, o incluso por lugares sin ruta definida. Para ello, un 4x4 es la máquina ideal. Solo hay que vivir tu propio Dakar privado y descubrir qué hay entre la inmensidad de la arena.

No obstante, hay que ser consciente de a dónde se va. El desierto es un lugar bellísimo a la vez que remoto y peligroso, y para adentrarse en él con garantías hay que prepararse. En este artículo repasaremos lo más esencial para recorrer de una forma segura uno de los territorios más duros del mundo: el desierto.

¿Qué es necesario para un viaje al desierto?

Ante todo, algo básico: hay que tener humildad, porque la naturaleza es mucho más severa de lo que percibimos. Ir al desierto es entrar en un hábitat en el que pueden suceder muchas cosas ajenas a nuestra voluntad y, por ende, es mejor guardar el exceso de confianza y armarse de sensatez para disfrutar de la experiencia de manera completa.

Hay que planificar de antemano la ruta que se va a realizar para disponer de información que va a resultar vital: kilómetros, rutas y puntos de referencia. Para diseñar una buena ruta por el desierto uno puede combinar tracks (grabaciones de GPS) de terceros a través de sites como Wikiloc y otros repositorios online donde la gente, voluntariamente, carga sus itinerarios.

Es imprescindible disponer de material de navegación, sea un GPS (muy recomendable) con los mapas cargados del territorio al que vamos, o bien sean mapas muy detallados de la región (mapas militares, por ejemplo) combinados con instrumentos precisos de geoposicionamiento. En nuestro caso, vamos a optar por tener un buen GPS con cartografía adecuada.

Tampoco podemos olvidar las comunicaciones: pese al imparable avance de la tecnología, en el desierto no suele haber cobertura telefónica, por lo que es muy recomendable disponer de un teléfono satelital para poder comunicarnos en caso de emergencia. Si vamos en grupo, podemos también llevar radios de largo alcance en cada vehículo para poder hablar entre nosotros a distancias de hasta veinte kilómetros.

No olvidemos la manutención: comida en forma de latas de conservas, deshidratada, etc. y dos o tres litros de agua por persona y día que se vaya a estar en el desierto. Imprescindible.

¿Por qué viajar en un todoterreno es la mejor opción?

Viajar por el desierto en un 4x4 es una de las mejores maneras de recorrer este territorio. El todoterreno está adaptado a sus características y nos permite movernos con una libertad y facilidad increíbles, dotándonos de mucha libertad y autonomía.

El 4x4 es un tipo de vehículo que tiene una configuración estructural y unas características mecánicas pensadas para realizar este tipo de viajes. Podemos destacar, a grandes rasgos, que es un vehículo alto que permite sortear obstáculos, tiene tracción a las 4 ruedas para mejorar la conducción en terrenos complicados e incluso una relación de cambios llamada reductora, que entrega mayor par a las ruedas en detrimento de la velocidad, con el objetivo de sortear terrenos y pasos complicados. Además, tiene suspensiones de mayor recorrido y reforzadas para absorber mejor las irregularidades del terreno. Y para acabar, dispone de un motor que es capaz de soportar los esfuerzos del offroad: circular por arena, barro, fuertes pendientes y otros terrenos que exigen mucho al vehículo.

En este artículo voy a basarme en mi elección particular, un Toyota Land Cruiser, que en su día compré tras participar en muchas expediciones por el Sahara y constatar de primera mano su fiabilidad y resistencia, a sabiendas también de la amplia experiencia de Toyota desarrollando vehículos para este tipo de terrenos. Si disponemos del 4x4 y conducimos con prudencia (porque, recordemos, hemos aparcado el exceso de confianza en casa), tenemos ya mucho para poder ir al desierto.

¿Cómo preparo mi 4x4 para un viaje al desierto?

Como hemos comentado anteriormente, es necesario planificar la ruta para saber, por ejemplo, la distancia entre los puntos de abastecimiento. Disponer de combustible suficiente y de reserva es básico.

Para ampliar la autonomía de nuestro 4x4 existen dos opciones: instalar un segundo depósito de combustible o comprar contenedores o jerrycans para cargar en ellos combustible adicional. Estos jerrycans nunca deben ir dentro del vehículo, pues el olor del combustible puede afectarnos. Deben ir en el exterior, bien sea en una baca de techo (otro elemento recomendable a instalar) o bien en un soporte externo posterior (existen varias opciones).

Baca de techo con jerrycans para combusible. En el lateral derecho, además, vemos un snorkel o toma de aire elevada

Si se desea, también es posible elevar el coche un poco más mediante suspensiones modificadas y también se pueden poner neumáticos específicos para offroad y una toma de aire elevada o snorkel para recoger el aire más limpio a mayor altura.

De todas formas, un coche como el Toyota Land Cruiser, de serie, puede perfectamente recorrer el desierto sin ningún tipo de problemas.

Al desierto siempre hay que llevar planchas para desatascar el vehículo de la arena, una pala para cavar (en caso necesario), cinta para remolcar (incluso yendo solo, pues siempre aparecen locales), compresor de aire para hinchar los neumáticos, opcionalmente una segunda rueda de repuesto y una batería adicional, kits anti-pinchazos y recambios de pequeñas cosas como fusibles, correas, filtro de aire, aceite, etc.

Podemos quedarnos encallados en la arena, por ello es necesario tener un plan para salir: eslinga para ser estirado, planchas para desatascar y pala para cavar un poco de arena

Es muy recomendable realizar una revisión a fondo del coche antes de partir hacia el desierto para dejarlo a punto (niveles, filtros y repaso general) y minimizar así las posibles averías que pueden surgir en ruta. Es mejor prevenir que curar, y un repaso general puede destapar problemas que pueden ser solucionados antes de que sea demasiado tarde.

¿Usar o no usar el aire acondicionado? Es verdad que el uso del aire acondicionado exige un esfuerzo adicional al motor. En todo caso, en el Toyota Land Cruiser he realizado varias travesías del Sahara con el aire acondicionado sin ningún tipo de problema, mientras que he visto otros 4x4 sobre calentarse por su uso. Es por ello que lo mejor es estar muy atento a la temperatura del vehículo y usarlo siempre y cuando no suponga un calentamiento del motor.

¿Qué peligros puedes encontrarte en el desierto?

Ya en ruta, los paisajes que nos regala el desierto no se olvidan jamás, pero no hay que bajar nunca la guardia: los peligros y sus posibles consecuencias están al acecho.

Es imprescindible conducir con muchísima atención y cuidado en el desierto

Es necesario conservar la mecánica y evitar averías y roturas. Para ello, es imprescindible estar siempre atento a la conducción e interpretar el terreno constantemente. Por poner un ejemplo, pueden haber piedras ocultas bajo la arena que dañen elementos del coche a su paso, o irregularidades que provoquen inestabilidad al 4x4. Hay que circular siempre a una velocidad moderada: 50-60 km/h. Las averías más frecuentes en el desierto son los pinchazos, la rotura de suspensiones, los sobre calentamientos y las obstrucciones de filtros y radiadores.

Si vas en grupo, el polvo del vehículo que te precede (aparte de ser molesto) puede provocar una reducción de la visibilidad peligrosa. Es por eso que es necesario mantener una distancia con el vehículo precedente de unos 100 o 150 metros, y además circular en la medida de lo posible unos 10 o 15 metros hacia el lado desde donde sopla el viento, para así tener visibilidad adicional.

La climatología puede ser adversa. El fuerte viento a veces desata tormentas de arena que llegan a durar incluso días. La arena se cuela por todos los lugares y hay que procurar conducir con más prudencia porque la visibilidad se reduce muchísimo, y nos podemos desorientar fácilmente si no navegamos bien con el GPS.

Del mismo modo, el clima puede ser tan bueno que sea perjudicial: el calor excesivo es fácil que provoque una deshidratación, que nos queme (si no llevamos protección solar) o nos provoque una insolación, y por la noche, debido al contraste térmico, las temperaturas pueden llegar a estar bajo cero, por lo que es necesario tener un modo de dormir bien caliente.

Nunca, bajo ningún concepto, hay que acampar en los oueds o ríos secos o semi secos. Estos cauces se caracterizan por sufrir repentinas y fuertes crecidas de agua, y arrastran con todo a su paso. Aunque el tiempo parezca plácido, a kilómetros de distancia puede estar lloviendo a mares y el agua no tardará en llegar, así que es recomendable alejarse siempre.

Tormenta de arena en pleno desierto del Sahara

Hay un antes y un después del primer viaje al desierto en 4x4

En definitiva: un viaje al desierto es una aventura en sí misma incluso antes del propio viaje, con la preparación que requiere. Pero la recompensa es grande: el desierto engancha tanto que querrás volver año tras año. Y por suerte, ¡no hay manera de prevenir esto!

Así que te animamos a preparar tu próximo viaje al desierto y a sacar el máximo partido de tu todoterreno. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!

En Espacio Toyota | Mi Dakar privado: la aventura de conducir por el Sahara con un Land Cruiser

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