Quizás pienses que un picnic es un plan “de puretas”, no obstante, con la pandemia se volvió a poner de moda entre personas de todas las edades. ¿Recuerdas las jornadas campestres de los Bridgertons? Pues eso es un picnic, aunque hoy celebramos versiones más frugales (pique-nique, “comer algo pequeño”).
Se trata de una excusa para quedar con seres queridos, sí, pero donde los alimentos están preparados con la intención de disfrutar uno mismo y de agradar al prójimo. Porque el picnic también es eso: aportar y compartir.
Normas de comportamiento en un picnic
Al igual que ocurre con las acampadas, la legislación para actividades al aire libre está muy repartida entre normativas autonómicas y locales (ya te contábamos en otros artículos que algunas ciudades prohíben comer en algunos lugares históricos o turísticos). De cualquier manera, sí podemos darte algunas recomendaciones que, aunque son de sentido común, conviene tenerlas presentes cuando preparemos nuestro picnic:
- Da igual que con nuestro Toyota Land Cruiser podamos meternos hasta en Jurassic Park. Debemos utilizar las rutas y aparcamientos habilitados, y por supuesto no invadir las zonas de vegetación ni dejarlo tirado en algún área ajardinada.
- Aunque en espacios naturales suele estar permitido la recogida de flores y frutos para consumo personal, en parques y jardines puede estar regulado e incluso prohibido.
- Igualmente, debemos respetar la posible presencia de animales, lo que incluye sus madrigueras, nidos, panales... Si llevamos a nuestro perro, tenemos que estar pendientes de él para que su comportamiento sea el correcto.
- La convivencia lo es todo, y eso incluye no molestar a nuestro entorno con música alta, gritos, animales sueltos o malos olores.
- En cuanto a la basura, lo mejor es tratar de producir lo menos posible (por ejemplo, utilizando envases reutilizables y productos sin envoltorios). La basura que sea inevitable, la llevaremos con nosotros hasta que podamos depositarla en un contenedor.
- Y, obviamente, no debemos encender fuego alguno si no es en una barbacoa o instalación similar preparada para ello. Aun así, tenemos que apagar bien las brasas cuando terminemos y recoger las cenizas.
Consejos y recomendaciones para un picnic
Puedes pensar que organizar un picnic no tiene mucho misterio. Vale que no se trata de una expedición al Sáhara en un Toyota Prius Plug-in, a pesar de lo cual pueden surgir imprevistos. Si nos anticipamos, nos aseguraremos de tener una mejor experiencia.
- Revisa la previsión meteorológica para asegurarte de que hará buen tiempo.
- Opta por un mantel grueso, de buen tamaño y que sea fácilmente lavable. Puedes acompañarlo con un par de mantas para sentarse.
- Busca con antelación un buen lugar para hacer el picnic, cerca de una fuente de agua, con algo de sombra, lejos de panales o avisperos, etc.
- Para llevar la comida, usa envases de cierta resistencia y buen cierre, para evitar que goteen y puedan mancharnos.
- Aunque nos pongamos guapos para la ocasión, recuerda que estaremos sentados en el suelo. Lleva ropa cómoda que no te ponga en ningún “aprieto”.
- En la medida de lo posible, utiliza vajilla y cubertería de plástico de cierta calidad, que no se doble o rompa con el peso de los alimentos. Y, si es reutilizable, mucho mejor.
- No descartes emplear una pequeña carpa para protegerte del calor. Y si tienes una Toyota Proace Verso Camper, no dudes en desplegar su toldo.
- Puedes completar el escenario con algunos accesorios que mejoren el ambiente, como una cesta tradicional, algunos faroles o algo de música (a bajo volumen, claro está).
Un menú perfecto para triunfar en un picnic
La comida es el eje principal del picnic, más allá de disfrutarla en buena compañía. Sin querer poner aquí el recetario de la abuela, sí vamos a dar algunas premisas para triunfar con tu menú campestre.
- Tres características que deben tener los platillos que prepares: que se puedan comer fríos, que se conserven frescos durante unas horas y que se puedan coger con las manos.
- Trata de alejarte de los platos típicos para ir a la piscina o la playa: la tortilla, el bocata, los filetes empanados… Recuerda que un picnic es una ocasión especial.
- Apuesta por versiones frías de platos tradicionalmente calientes, como las ensaladas de pasta o arroz, o carnes loncheadas en fiambre.
- Utiliza acompañamientos para coger la comida con las manos, pero huye del pan industrial. Apuesta por rellenar minichapatas, baggels, tortitas de maíz, croissants...
- Llevar algo para dipear siempre es buena idea, cúrrate algo casero: mermeladas, cremas de untar, hummus… También puedes optar por crudités de verduras en vez de los típicos nachos o piquitos.
- Si quieres hacer gazpacho, dale un toque diferente con fresas o cerezas. O cámbialo por un ajoblanco o una vichyssoise.
- De postre, evita los helados y chocolates que puedan derretirse con el calor. Opta por algunos dulces caseros o frutas cortadas y presentadas de forma especial (macedonia, brochetas, sticks…)
- Para beber, una botella de vino o cava (bien frío por favor), siempre le dará un toque más romántico y sofisticado. ¡Pero no abuses si tienes que conducir tú!
Sitios originales para celebrar un picnic
Lo mejor del picnic es que se ha convertido en un fenómeno universal, practicándose en todos los rincones del planeta. Ello lo convierte en una actividad muy versátil, y en muchas ciudades se han habilitado espacios con barbacoas y merenderos para ello. En el Diario del Viajero podemos encontrar algunos destinos perfectos, pero nosotros te ofrecemos algunas ideas para salirte de lo común:
- Los parques y jardines son los lugares más reclamados para celebrar un picnic, por eso, trata de evitar los más concurridos y visitados de tu ciudad (El Retiro en Madrid, Ciutadella en Barcelona).
- Por contra, puedes buscar sitios más originales en tu entorno, como un skatepark, un mural de grafitis o alguna pista de baile urbano. Le dará un toque muy diferente a nuestro picnic.
- ¿Por qué no un picnic en el centro de la ciudad? Con un vehículo con etiqueta ambiental ECO (como cualquier híbrido eléctrico de Toyota) no tendremos problemas para entrar en zonas restringidas a los vehículos de combustión.
- La playa es tal vez un lugar demasiado concurrido para un picnic; en cambio, si esperamos al atardecer, puede convertirse en un escenario incomparable. ¿Y si mi ciudad no tiene playa? Pues al paseo del río o frente a un lago.
- Los montes y bosques ofrecen una ubicación más alejada del ruido de la ciudad. ¿Y si acudimos al lugar de origen de nuestros alimentos? Un picnic entre viñedos, trigales o vides puede aportarnos sentido y contexto como ningún otro escenario.
- Si tenemos frío o nos pilla la lluvia, siempre podemos celebrar nuestro picnic en el interior del coche. ¿Muy claustrofóbico? No necesariamente si tenemos un espectacular techo panorámico como el del Toyota Corolla Touring Sports Electric Hybrid.
Bola extra: un picnic a la japonesa
Una gran idea para celebrar nuestro picnic es tematizarlo. Puede ser de estilo romántico, con productos típicos americanos o de temática infantil si vamos con niños. Desde Espacio Toyota, no podemos más que recomendarte un picnic a la japonesa.
Los picnics son muy populares en el país del sol naciente, hasta el punto de que Toyota llegó a comercializar un "Toyota Picnic" (una especie de Toyota Avensis tipo station wagon). El más famoso es el celebrado durante el Hanami, la floración del cerezo. En España también podemos disfrutar de este espectáculo de la naturaleza, imprescindible si visitas el Valle del Jerte. Con todo, realmente podemos disfrutar del Hanami (que significa “contemplar la belleza de las flores”) en cualquier momento de la primavera.
Sea o no durante esta festividad, en un picnic japonés no puede faltar la caja bento, la versión nipona de la fiambrera. Podemos comprar una en una tienda especializada o usar una occidental, porque en la caja bento lo realmente importante es la presentación de los alimentos: ordenada, colorida y muy apetitosa. Por supuesto, hay una específica para los picnics, denominada Koraku Bento, que suele llevar maki-shushi y onigiris para compartir entre varias personas.
Si no queremos llevar una caja bento, siempre cabe la opción de darle un toque japonés a nuestro menú. Además de apostar por el sushi, es posible sustituir el manido filete empanado por karaage, el pollo rebozado típico del Hanami; o las tradicionales croquetas por takoyakis, las deliciosas bolitas de pulpo a la plancha. Para el postre, podemos conseguir dorayakis o mochis en cualquier supermercado, y terminar la velada con nuestra propia versión de la ceremonia del té.
Por último, podemos redondear nuestro picnic japonés con algunos detalles habituales en ellos, como los palillos (por supuesto), esteras de paja o una mesita baja plegable. Ah, y es obligatorio descalzarse para comenzar a comer, así que… ¡zapatos fuera en cuanto bajemos del Toyota!
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