Pues bien, Toyota junto al gobierno de la ciudad gala de Grenoble han firmado el memorándum de un proyecto que pretende revolucionar el transporte público y urbano tal y como lo conocemos actualmente. Y es que pretenden poner en marcha una flota de vehículos eléctricos ultra-compactos de uso público para cubrir ese "último tramo" que separa una estación de tren de nuestro destino y reducir el uso del vehículo privado para contribuir a la reducción de emisiones de gases contaminantes.
Experimento por la movilidad limpia
Esta flota tendría sus bases y puntos de recarga cerca de las principales estaciones de tren o aeropuertos y en puntos estratégicos del área metropolitana de la ciudad francesa. Électricité de France, que también ha firmado el acuerdo, se encargará de localizar y construir la infraestructura necesaria para llevarlo a cabo.
Una vez se ponga en funcionamiento a finales de 2014 el objetivo es comprender la relación entre los transportes públicos y los privados individuales hallando el punto de conexión entre ambos para poder desarrollar más tarde la estrategia idónea que una ambas modalidades.
Hasta 70 unidades entre el COMS, producido por Toyota Auto Body, y el Toyota i-ROAD poblarán las calles de Grenoble. Sus dimensiones ultra-compactas, agilidad y nula emisión de gases los convierten en la mejor opción para llevar a cabo durante este experimento que durará tres años.
El usuario podrá planificar su viaje a través de una aplicación para smartphone, calculando el tiempo que necesita para cada trayecto, consultando las unidades disponibles en el parking de vehículos compartidos o el precio final de la ruta. A finales del año que viene podremos por fin dejar de lado los "renders" por ordenador y ver en acción este tipo de vehículos, apostamos a que las primeras pruebas no tardarán en llegar a la prensa internacional.