Si vas a comprarte coche nuevo ésta debería ser una de las primeras preguntas que deberías plantearte, además del tamaño y tipo de coche que se ajusta a tus necesidades y el presupuesto máximo de compra del que dispones para gastar en el coche: ¿qué te conviene más, gasolina, diésel o híbrido?. Una compra racional no solo debe tener en cuenta el precio de compra, sino también qué coste va a tener el coche a lo largo de los años.
Hay que tener presente que esos costes diferidos a lo largo de los años al final pueden suponer más gasto que el precio inicial de compra del coche. De entre esos costes el más relevante es el del gasto en combustible. De media los conductores españoles suelen conducir unos 11.000 km al año, y eso viene a suponer entre unos 700 y 1.000 euros al año solo en repostajes.
Piensa cuántos kilómetros vas a hacer con el coche
Así que es importante tener una idea aproximada de cuánto vas a utilizar el coche, para saber si te interesa más un coche con motor de gasolina, un coche con motor diésel o un coche con motor híbrido. Además del kilometraje, hay que tener en cuenta también por dónde vas a utilizar mayormente el coche, pues no es lo mismo circular por ciudad que circular por autopista.
En general un mismo modelo con motor de gasolina es más barato que con motor diésel. La versión con motor diésel puede costar más o menos lo mismo que con motor híbrido (depende un poco del coche que se considere), siempre hablando de niveles de potencia, prestaciones y equipamiento lo más equiparables y similares posible.
En este caso un cálculo rápido en el que tengamos en cuenta la diferencia de precio entre uno y otro, el consumo de cada uno y el precio por litro del carburante que consuma, nos dará una pista bastante aproximada de cuál nos puede salir más rentable. No es esto lo único que habría que considerar, pues habría que ver también qué gastos de revisiones y mantenimiento tendría cada versión, y cuántos años en total tenemos pensado quedarnos con el coche.
Y piensa también por dónde vas a utilizar el coche
Sin embargo, de manera simplificada hay una forma muy sencilla y rápida de ver qué tipo de motor te interesa más (gustos personales aparte):
Si haces pocos kilómetros al año deberías decantarte por un coche de gasolina. Para compensar el precio más alto de un coche diésel o de un coche híbrido con el inferior consumo en litros a los 100 km, habría que hacer bastantes más kilómetros. Depende de cada modelo en concreto que se considere, pero en general por debajo de unos 10.000 km al año no compensa (en algunos modelos podemos irnos a 15.000 km al año fácilmente).
Si haces muchos kilómetros al año entonces sí deberías buscar un motor donde el consumo sea más bajo. En este caso se pueden presentar dos situaciones. Si vas a usar el coche principalmente por autopista, en general deberías decantarte por un coche diésel. A velocidad constante elevada este tipo de motor suele tener un consumo muy bajo y suele ser también algo inferior al de un coche híbrido.
En cambio si haces muchos kilómetros al año pero vas a usar el coche principalmente por ciudad deberías optar por un coche híbrido.
Si haces muchos kilómetros con una mezcla más o menos repartida a partes iguales entre ciudad y autopista, aquí la situación es menos clara, puede encajarte tanto el diésel como el híbrido: estudia tu caso en concreto, o elige el que más te agrade (y mejor si pruebas uno y otro y decides).
En ciudad los coches híbridos consumen algo menos que los coches diésel pues se aprovecha mucho la ventaja de la frenada regenerativa y la circulación con el motor eléctrico, y además evitarás molestias con la regeneración del filtro de partículas diésel. Otra ventaja adicional del híbrido, y que deberías tener en cuenta a la hora de comparar precios de compra, es que tiene cambio automático, muy cómodo en general y sobre todo para hacer más llevaderos los atascos de tráfico.