Ya conocemos la estrategia multi-tecnología de Toyota en Europa para reducir las emisiones contaminantes de los vehículos. Esta estrategia también incluye los biocombustibles renovables, considerados por los expertos como la alternativa más factible a los combustibles fósiles a día de hoy. Así, el fabricante japonés decidió adecuar la gama de vehículos diésel que aún comercializan en Europa para que puedan funcionar con HVO100.
Lo hicieron con la familia de vehículos comerciales Proace, y ahora continúan con sus grandes iconos del off-road: el Toyota Land Cruiser y el Toyota Hilux. En España también podremos disfrutar de esta mejora, pero ¿qué nos implica a nosotros como posibles compradores de estos vehículos? Tratamos de resolver todas las dudas en las siguientes líneas.
¿Qué es el HVO100 y qué lo diferencia del biodiésel común?
Ya hablamos del HVO100 en este artículo sobre los biocombustibles, pero para entenderlo mejor, vamos a definir diferentes términos de forma básica:
- Diésel, gasoil o gasóleo: Es un aceite o combustible líquido procedente de materias fósiles y minerales, principalmente el petróleo. Recibe su nombre por Rudolph Diesel, pionero del motor de combustión.
- Biodiésel o biogasóleo: Es el diésel producido por biomasa, principalmente aceites vegetales (girasol, colza, palma…) y grasas animales. Es de uso común como aditivo al diésel de origen fósil por su menor contaminación, dando lugar a mezclas como el B15, B30, B50…
- Hidrobiodiésel o HVO (siglas en inglés de “Aceite Vegetal Hidrotratado”): Es el biodiésel tratado con hidrógeno para su producción. Lo habitual es tratar los aceites vegetales con alcoholes como metanol o etanol para hacerlos aptos en los motores de combustión. El uso de hidrógeno como catalizador garantiza un proceso más sostenible.
- HVO100: Es el hidrobiodiésel cuya materia prima es de origen 100% renovable y sostenible. Esta materia prima puede ser aceite de cocina usado procedente de hogares y restaurantes, pero también se usan otras sostenible como los desechos de la industria agroalimentaria o incluso algas marinas.
Cabe decir que el HVO100 es a día de hoy el tipo de diésel que más sostenibilidad garantiza en su proceso (controlado en Europa por la norma EN15940). En cambio, otras clases de biodiésel pueden conllevar problemas medioambientales o sociales debido al cultivo masivo de oleaginosas (principalmente la palma) para abastecer la demanda.
¿Cuáles son las ventajas del HVO100 frente al diésel y el biodiésel?
A continuación vamos a resumir brevemente las ventajas que ofrece el HVO100 frente al diésel de origen fósil o los biodiésel comunes, y los motivos por los que Toyota apuesto por ello en Europa.
- Es un sustitutivo del diésel de origen fósil. El HVO100, como biodiésel, tiene una estructura química muy similar al diésel común (según el estándar EN590). Por tanto se puede transportar, suministrar y utilizar de la misma forma en vehículos de motor diésel (con pequeñas modificaciones, como veremos más adelante). Esto ayuda a los países a reducir su dependencia de la producción de petróleo, que como sabemos es un recurso no renovable que está en manos de unos pocos.
- Tiene una combustión de mayor calidad. El HVO100 es que tiene un índice de cetano entre 70-90, muy superior a los 50-60 del diésel de origen fósil. Ello determina el “intervalo de encendido”, esto es, el tiempo que tarda el diésel en combustionar una vez inyectado. Un cetanaje más alto significa una combustión de más calidad, lo que supone menos humos y ruidos, así como un mejor mantenimiento del motor y el sistema de escape, y un mejor rendimiento del vehículo en general.
- Es menos contaminante. Utilizar HVO100 en vez de diésel de origen fósil supone reducir de forma directa la producción de NOx y CO2 durante la combustión (se estima que en torno al 4%).
Además, al ser de origen vegetal, se compensa gran parte de las emisiones directas de CO2 con las que previamente han absorbido las plantas de las que proceden. Así, usar biodiésel puede suponer una reducción de emisiones netas de CO2 del 40%-60%, mientras que el HVO100 puede reducir el 90% de las emisiones de dióxido de carbono.
¿Cómo nos afecta como conductores el uso de HVO100?
Cuando se habla de combustibles alternativos o nuevas mecánicas, siempre surge el recelo de cómo nos puede afectar a nosotros como conductores. Vamos a tratar de despejar algunas dudas.
No, usar HVO100 no requiere una gran transformación. La única diferencia química reseñable del HVO100 es su menor densidad, por lo que para que un motor diésel convencional lo admita tan solo hay que realizar un pequeño ajuste. Esta mínima modificación técnica, realizada en el sistema de inyección de combustible, permite aumentar el caudal del mismo para la combustión. Se trata de una modificación de escasa complicación, que los fabricantes pueden aplicar sin apenas coste adicional.
Sí, se puede seguir usando diésel normal. Este ajuste permite que se pueda utilizar diésel de origen fósil o renovable indistintamente, sin que ello perjudique de ninguna manera al vehículo. Así, el conductor de un Land Cruiser o Hilux adaptado para HVO100 puede escoger entre uno u otro tipo de diésel según su propia conveniencia, evitando cualquier atisbo de “range anxiety”.
No, el uso de HVO100 no afecta a las prestaciones del vehículo. Sí es cierto que la modificación técnica realizada en el sistema de inyección supone un ligero incremento de la potencia máxima del motor. Aunque no es el objetivo principal de usar HVO100, este plus supone otro pequeño aliciente en vehículos de altas prestaciones como el Land Cruiser o el Hilux. En ningún caso ello significa que el conductor tenga que adaptar sus hábitos al volante o estilo de conducción.
Sí, el HVO100 es más caro. En concreto, el precio de este combustible es de media un 20% superior al del diésel de origen fósil, debido principalmente a que se trata de una tecnología aún novedosa. En todo caso, en algunos sitios podemos encontrarlo más barato gracias a las subvenciones y otras ventajas.
¿Dónde puedo repostar HVO100 para mi vehículo?
Por ahora en España es muy complicado. Su principal fabricante, la finesa Neste, apenas produce 4 millones de toneladas anuales, aunque se planea ampliar a más de 15. Centra por ahora su comercialización en países escandinavos, bálticos y del norte de Europa, y principalmente para flotas de empresas de logística y transporte.
Sí existe producción de otros tipos de HVO en Países Bajos, y podrían sumarse otras empresas de Francia e Italia. En España la más implicada es Repsol, que ultima en Cartagena una planta de biocombustibles que podría arrancar con 250.000 toneladas de HVO anuales. También participa en proyectos piloto con Alsa y Bilbobus (flotas de buses) y con Carreras (camiones) para testear su uso en entornos reales.
Así, aunque aún es muy difícil disponer de este combustible en nuestro país, Toyota se anticipa a la futura demanda del mercado con esta decisión de comercializar en España los Hilux y Land Cruiser compatibles con HVO100.
A nivel institucional, la Unión Europea se muestra implicada con los biocombustibles avanzados, marcando cuotas en los planes de descarbonización no solo para el transporte terrestre (3,5% en 2030), sino también para el aéreo (5% en ese mismo año). Con todo, se calcula que Europa podría alcanzar los 178 millones de toneladas de hidrobiodiésel esta década, y superar los 200 en la siguiente.
Imágenes | Toyota, Freepik/Prostooleh, Flickr/USB, Neste.