A estas alturas creo que todos más o menos sabemos que un vehículo híbrido dispone de un motor de combustión y otro eléctrico. Pero sin embargo, puede que no esté tan claro cómo funciona cada uno, cómo interaccionan entre ellos, cuándo se utiliza uno u otro o cuándo y cómo ser realiza la recarga de las baterías con las que se alimenta el motor eléctrico.
Es por ello que vamos a intentar aclarar todos estos conceptos en un par de artículos en los que explicaremos cómo y cuándo el vehículo híbrido decide utilizar uno un otro motor así como se realiza el flujo de energía, ya sea desde las baterías al motor eléctrico o bien al revés, desde el motor eléctrico convertido en generador a las baterías, de manera que acumula esta electricidad que posteriormente será utilizada.
¿Cuándo se realiza la carga de las baterías?
En un vehículo híbrido, la recarga de las baterías se puede producir en dos momentos diferentes. Lo que nos tiene que quedar claro es que en ningún momento es necesario conectarlo a la red eléctrica para hacerlo. Únicamente el Toyota Prius Plug-in, híbrido enchufable, puede ser conectado a la corriente eléctrica para recargar su batería.
En el caso del resto de la gama híbrida de Toyota, uno de los instantes en los que la batería se recarga es circulando a velocidad de crucero. Si por cualquier motivo, el vehículo detecta que la carga disponible en la batería es baja, utilizará parte de la potencia del motor de combustión que no se está utilizando para mover el vehículo para recargar a su vez la batería.
Otro de los momentos en los que la batería se recarga es cuando realizamos una deceleración, ya sea mediante la retención del motor o aprovechando la energía de recarga de frenado, de la cual ya hablamos en otra ocasión.
En este caso, la energía que en cualquier otro vehículo se disipa en forma de calor a través de los frenos o simplemente no puede usarse, mueve el motor eléctrico, convertido en ese momento en generador de corriente y recargando la batería. Con esta energía que hemos conseguido recuperar podremos, por ejemplo, volver a ponernos en movimiento para salir del semáforo en el que nos hemos detenido.