¿Cuánto consume en realidad un coche híbrido eléctrico? ¿Cuánto se puede ahorrar? Resolver estas preguntas no suele una tarea tan sencilla como parece. ¡Manos a la obra! Así hemos sometidos al Toyota Yarís híbrido eléctrico a la prueba de consumo más pormenorizada que hayamos hecho hasta la fecha.
Para ello, Toyota nos cedió una unidad del su utilitario, en acabado Style Plus. Antes de recoger un modelo, hijo de la plataforma TNGA-B y cuya mecánica híbrida va por su cuarta generación, elaboramos una hoja de ruta específica. Pero antes de relatar trayectos, cifras y conclusiones, hablemos de CONSUMO (así, en mayúscula).
¿Por qué medir el consumo de un coche requiere cierta dedicación?
Es difícil y muy aventurado emitir juicios absolutos sobre la eficiencia y el consumo. La quema de combustible depende de diferentes variables que lo recatan o lo disparan. Ni siquiera la cifra de homologación va más allá de una orientación mínima de cuánto vamos a gastar en combustible.
En nuestra nueva prueba con el Toyota Yaris Híbrido Eléctrico, nos propusimos ofrecer un análisis de consumo real. Para ello, no nos hemos planteado obtener una única cifra, sino someter al utilitario a toda una serie de situaciones cotidianas, aplicando diferentes tipos de conducción y de gestión del impulso.
Lo que hemos obtenido ha sido un rango de consumo que ("sorpresa") vuelve a demostrar el potencial de las motorizaciones híbridas eléctricas del fabricante nipón como instrumentos para el ahorro. De sobra es conocida la eficiencia de Toyota, ganada a pulso durante décadas.
Ahora bien, incluso el modelo más eficiente (se nutra de energía eléctrica o de cualquier tipo de carburante), puede convertirse en un derrochador genuino si pecamos de exceso de generosidad al pisar el acelerador o, si se dan determinadas circunstancias. No es lo mimo conducir en urbano que salvar desniveles en una carretera de montaña. Esto lo comprobamos bien en nuestra anterior prueba del Yaris Híbrido Eléctrico, al sacarlo de su "pecera urbana".
Esta vez nos pusimos serios y analíticos para sopesar hasta qué punto puede valer la pena adquirir un modelo así, sobre todo, para aquellos conductores que buscan evidencias a las que agarrarse, más allá del humo publicitario de la soluciones eléctricas.
¿Qué tuvimos en cuenta antes de comenzar la prueba?
Como decimos, la mecánica híbrida eléctrica es un instrumento con un gran potencial. Explotarlo o no va en función de múltiples factores. Nosotros, para la prueba, conocíamos el funcionamiento de la mecánica actual del Yaris. Por eso, hemos tenido en cuenta durante la prueba las siguiente variables.
Las distintas posibilidades de la gestión electrónica
A la hora de aplicar un tipo de conducción u otra, el Yaris Híbrido Eléctrico parte de tres modos de conducción que limitan o liberan la entrega de energía: "ECO", "Normal" y "Power".
Hasta aquí sencillo. Ahora bien, la máxima eficiencia se debe, en gran parte, a la proporción y calidad del kilometraje que se realice por parte del motor eléctrico de 59 kW (80 CV) y 141 Nm de par. Controlar su activación es clave y, en relación con la gestión electrónica gobernado por el variador continuo e-CVT, toca plegarse a sus virtudes y sus caprichos (guste más o menos).
Así, conducir el máximo tiempo posible en modo eléctrico requiere, más allá de seleccionar un modo u otro, conocer el sistema de Toyota y prestar mucha atención a la entrega energética que nos comunica el binocular izquierdo situado en el panel de instrumentos.
El motor térmico y la quema de combustible se activan, por lo general, una vez la aguja supera el ecuador de la zona "ECO" (no confundir con el modo de conducción).
Por supuesto, depende también del nivel de carga de la batería e, incluso, si a través de la palanca de cambios seleccionamos la 'D' o la regenerativa 'B'. Esta última resulta muy útil cuando conducimos en ciudad, pero el "lastre" de la regeneración tiende a impedir, en ocasiones, la activación del propulsor eléctrico.
Aunque puede parece complejo, la sencillez de gestión del Yaris no lo hace más complicado que la gestión idónea de una transmisión manual. El día a día nos llevará a conocerlo y conjugarlo las opciones con la conducción que más convenga.
El día a día también incurre en detalles que afectan al consumo
No nos propusimos ahorrar de forma enfermiza en esta prueba. Pretendimos, más bien, dar con los diversos consumos que cualquier conductor logra al acudir al trabajo o dejar a sus hijos en el colegio.
Ponemos esa dosis extra de realidad al instalar dos sillitas infantiles. No para meternos en ese papel interpretativo, sino para sumar algo de peso de más que tantos coches y tantos Yaris Híbrido Eléctricos llevan. Es decir, huimos de la imagen vacía e impecable del coche de prueba y, más allá de los SRI, añadimos al maletero algunos objetos, como un paraguas.
¿Por qué un paraguas? Por suerte y que sepamos, todavía no hay ningún estudio que muestre cuántos coches cargan paraguas y cómo altera la eficiencia. Pero es que, en nuestro caso, vivimos verdaderas jornadas de lluvia, viento y, algo de frío.
Esto nos permitió testar otra variable que incide en buena medida en el consumo: el uso del climatizador y el aire acondicionado. Vaya por delante, además, que hay momentos en los que influyó en la activación y desactivación del motor eléctrico. Pero no adelantemos acontecimientos.
Escenario urbano vs. rural
Para terminar con la planificación de la prueba, propusimos diferentes escenarios. Pensando en el utilitario como una solución para el día a día, elegimos una combinación de trayectos urbanos, o de unión de ciudades dormitorio; terrenos llanos, como algunos que superan con creces los tres dígitos en metros de desnivel; de calles, carretera convencionales y autovías.
Motorización y homologación del Toyota Yaris Sytle Híbrido Eléctrico
También, antes de comenzar, hemos de tener en cuenta como referencia las especificaciones de un modelo con el motor 120H tricilíndrico que entrega 116 CV de potencia máxima y 141 Nm de par motor. Este mueve una masa de 1.080 kilogramos.
El consumo homologado que Toyota muestra para el acabado Style es de 4,3 l/100 km en ciclo urbano y 4,9 l/100 km fuera de la ciudad. Ya hemos comprobado en múltiples ocasiones que esas cifras pueden superarse o reducirse.
Cuaderno de bitácora del Toyota Yaris Híbrido Eléctrico
Esta vez, nuestra prueba centrada en el consumo se prestó a elaborar un ligero cuaderno de bitácora obtenido por trayectos, con un cuadro final de consumos. Resumimos los trayectos más significativos.
1) Trayecto interurbano: Alcobendas-Collado Villalba
Recogimos el coche del cuartel general de Toyota. Antes de arrancar, nos concienciamos de la información que íbamos a necesitar. Tras un breve recorrido por vía urbana, los primeros 50 kilómetros que recorrimos se pueden dividir en dos episodios: los tramos de autovía y los de vía interurbana convencional.
Ya de partida, nos planteamos tratar de ahorrar con una conducción eficiente e imaginando que regresábamos de nuestro centro de trabajo.
Esto supuso cierto desafío porque las velocidades de autovía se prestan a elevar el consumo. Eso sí, las vía rápidas que tomamos no superan los 100 km/h de velocidad máxima permitida, con lo que no fue tan complicado contener el gasto energético. En esta primera parte nos movimos en torno a los 80-90 km/h. El momento más ineficiente se produjo con los desniveles finales de autovía de M-607, a la altura de Colmenar Viejo.
Durante la segunda parte y hasta la población de Collado Villalba, conseguimos suavizar el consumo transitando a la velocidad máxima de las carreteras por las que circulamos. Nos quedamos en una cifra final de 4,1 l/100 km.
Aunque tratamos de conducir el máximo tiempo con el motor eléctrico, no elegimos el modo "ECO", sino el 'Normal'. Por una parte, estos tramos nos piden, en ciertos momentos, un despliegue energético más elevado. Por otra, hemos de confesar que, aunque parezca contradictorio, estamos más acostumbrados a sacar el mejor partido a la activación energética en este modo.
2) Trayectos urbano e interurbano: Moralzarzal/ Collado Villalba - Torrelodones
Analizamos varios trayectos entre las localidades mencionadas con el propósito de comprobar el consumo en una situación más que cotidiana (y, para algunos, de puro hastío): la hora punta en torno a los centro escolares.
Atravesamos retenciones en varios puntos de nuestra ruta, correspondientes a cinco colegios, con sus pasos de peatones, regulación del tráfico por parte de agentes, semáforos o paradas de autobús atestadas... Hay que decir que en este trayecto unos cinco kilómetros fueron por autovía. Pero no una autovía de tránsito cómodo y abierto, sino en circunstancias complejas, con tráfico muy denso en su recorrido y, sobre todo, en la incorporación.
Los amaneceres y atardeceres viales de la ciudad dormitorio nos fueron de mucha utilidad. Registramos unas cifras de consumo meritorias. Sabíamos que el Toyota Yaris Híbrido Eléctrico se mueve como pez en el agua en este contexto, y así (como se puede comprobar en el cuadro final) nos pudimos mover entre los 3 l/100 km y los 4 l/100 km.
La diferencia en el volumen del combustible la marcaron factores como la actitud más o menos eficiente o derrochadora y, también, lo que comentábamos del uso del climatizador.
Por las mañanas, la temperatura bajaba de los 10 ºC . Los cristales se empañaban. Esto hizo imprescindible activar el aire acondicionado. En los trayectos en los que tratamos de minimizar el consumo, intentamos apurar, encendiendo el sistema, pero desactivando el A/C. Esta opción nos fue casi inútil, pues poco calor atesoramos de la parte eléctrica.
El aire acondicionado, en estos trayectos tan cortos, hace necesario la activación del propulsor térmico. Como pudimos ver, el consumo medio se elevaba en tramos que, por lo general, pueden acometerse en eléctrico. Con todo, no es para llevarse las manos a la cabeza. La comodidad fue nuestra prioridad, sin importar quemar algo más de combustible.
3) Trayectos urbano/interurbano : Alpedrete - La Navata
La curiosidad analítica nos llevó a realizar un trayecto similar (algo más largo), solo que un momento de mayor temperatura y menos tráfico. Alternamos vías urbanas con interurbanas.
Con el termómetro rondando los 18 ºC obtuvimos la mejor cifra de toda la prueba y sin forzar en exceso, con una conducción normal, moderada y relajada. Fueron 2,8 l/100 km en 16 kilómetros y usando el motor eléctrico el 82% del tiempo.
4) Trayectos por autovía: Guadarrama - Somosaguas / Rivas-Vaciamadrid - Collado Villalba
Quisimos comprobar cuánto más se puede gastar circulando solo por autovía. Para ello, afrontamos dos trayectos muy diferentes.
El primero, entre la Sierra de Guadarrama y Madrid, nos lo planteamos de forma tranquila y eficiente. Circulamos en torno a los 100 km/h y los 115 km/h. Incrementar el ritmo sin perder eficiencia fue posible en varios tramos gracias al desnivel favorable. En ellos, aprovechamos incluso para ir a los 120 km/h límites.
Pese a nuestras intenciones, no dejamos de utilizar el climatizador, sobre todo en los primeros compases. Estas circunstancias, junto a una velocidad lo más constante posible y un tráfico muy fluido, nos permitió circular en eléctrico el 45% del tiempo, con una cifra de consumo de 3,8 l/100 km.
Para contrastar este viaje, nos propusimos un largo y diferente regreso a la sierra desde Rivas-Vaciamadrid, recorriendo casi la totalidad de la M-50 y parte de la A-6.
Ahora el desnivel jugaba en nuestra contra. También nuestra actitud, pues el objetivo fue derrochar cuanto más gasolina, mejor. No solo circulamos en todo momento que nos fue posible a la velocidad máxima de la vía y en modo 'Sport', sino que además, forzamos a perder algo de ritmo en tramos desfavorables para, a continuación, acelerar sin piedad. La antítesis del ahorro.
Los algo más de 75 kilómetros nos depararon una cifra de consumo de 5 l/100 km exactos, lo que habla muy bien de la mecánica híbrida eléctrica del Toyota Yaris. Por supuesto, esa cifra se puede elevar todavía más para aquellos que imperdonablemente descuidan la velocidad legal, o si nos da por afrontar otro tipo de terrenos con mucho desnivel o que favorecen una conducción aún más ineficiente.
Como anotaciones complementarias, ahora que le reclamamos más al bloque, volvemos a apreciar el trabajo con la insonorización del habitáculo con respecto a generaciones precedentes del Yaris.
5) Trayecto urbano con un aderezo de autovía: Ciudad de la Imagen - Aluche - Carabanchel - Rivas-Vaciamadrid
En este trayecto, nos internamos en avenidas y calles de esencia urbana, para rematarlo a base de M-40 y A-3. Tratamos de conducir de forma despreocupada, perdiéndonos por Aluche y Carabanchel y olvidándonos del consumo.
Las buenas temperaturas y el sol nos beneficiaron. Logramos un 73% de conducción eléctrica y un consumo de 3,2 l/100 km. El paso por la capital nos procuró una cifra que no superaba los tres litros y la velocidad limitada a 100 km/h de la M-40 contribuyó a moderar el esperable incremento que se produjo tras abandonar la vía urbana.
6) Trayectos urbanos
Para rematar nuestra prueba, tomamos datos de qué ocurre en trayectos cortos por vía urbana en exclusiva. En estas circunstancias, las cifras son más volátiles y, más que la mecánica, influyen factores externos como el tipo de conducción o el climatizador.
Por lo general, la eficiencia híbrida eléctrica del Toyota Yaris es indiscutible a estas alturas. Ahora bien, llama la atención esas diferencias que mencionamos.
Por ejemplo, al contrastar un trayecto en modo de conducción 'ECO' por las calles de Las Rozas, con otro por las de Galapagar. Fueron similares en circunstancias de tránsito, como el nivel de carga de la batería (algo más de la mitad)
En el primero, fuimos más prudentes, pero activamos el climatizador y obtuvimos una cifra final de 3,2 l/100 km. En el segundo, con una distancia corta similar en torno a los 6 kilómetros, mejoramos con 3 l/100 km en modo 'Normal'.
Por cierto, el comportamiento de la suspensión con los resaltos y accidentes urbanos del firme es más que positivo para tratarse de un utilitario.
Cuadro-resumen de consumos
Para contrastar como se merece los resultados de nuestra prueba, hemos elaborado este cuadro con los consumos finales de nuestros trayectos más representativos:
Tipo de recorrido |
Distancia (KM) |
Tiempo en marcha (Minutos) |
Modo de conducción seleccionado |
tipo conducción |
% MODO ELÉCTRICO |
¿A/C activo? |
consumo (l/100 km) |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Interurbano: autovía y carretera convencional |
49,2 |
- |
Normal |
Eficiente |
47% |
Sí |
4,1 |
urbano/interurbano |
11,4 |
20 |
Normal |
Eficiente |
60% |
No |
3,4 |
URBANO/INTERURBANO |
12,2 |
20 |
Normal |
Normal |
60% |
No |
3,6 |
Autovía |
37,8 |
31 |
Normal |
Eficiente |
45% |
Sí |
3,8 |
Urbano/autovía |
46,2 |
- |
Normal |
Despreocupada |
73% |
No |
3,2 |
Autovía |
75,7 |
51 |
Power |
Derrochadora |
25% |
Sí |
5,0 |
Urbano |
5,8 |
10 |
ECO |
Normal |
60% |
Sí |
3,2 |
URBANO/INTERURBANO |
14,6 |
27 |
ECO |
Eficiente |
48% |
Sí |
3,0 |
URBANO/INTERURBANO |
16 |
31 |
Normal |
Normal |
82% |
No |
2,8 |
URBANO |
6,5 |
11 |
Normal |
Despreocupada |
76% |
No |
3,0 |
Cifras de consumo totales de toda la prueba (foto pantalla)
Aparte de la información descargada en el cuadro, podemos decir que:
- Recorrimos 476 kilómetros hasta el punto en que pusimos fin a la prueba.
- Nuestros consumos medios diarios se movieron entre los 3,2 l/100 km y los 5,1 l/100 km.
- El consumo promedio total desde la recogida del modelo fue de 4,4 l/100 km.
Estas últimos datos ofrecen una perspectiva más general. Recogen, además, esa información marginal cargada de paradas y arrancadas para tomar las debidas instantáneas que, como se puede comprobar, altera las cifras del cuadro y eleva algo los consumo.
¿Cómo hemos obtenido esta información?
Seamos escrupulosos o no con el consumo, en la gestión del mismo el conductor necesita información precisa para poder gestionarlo. En el caso del sistema de Toyota, obtuvimos los datos tanto del panel de instrumentos, como de la pantalla central.
En nuestro acabado, contamos con la pantalla de 9" y la penúltima actualización del sistema multimedia de Toyota Smart Connect, gentileza de la opción Plus. Aparte de ofrecer una interfaz más avanzada, con más posibilidades y más atrayente, muestra datos tan interesantes como los consumos medios diarios.
Lo más relevante en nuestra prueba fue observar las variaciones del consumo medio a través de la pantallita central del cuadro, alternando de vez en cuando con el tanto por ciento del uso del motor eléctrico. Hemos de reconocer que gustamos de ignorar al juez electrónico que puntúa nuestra eficiencia en una escala sobre cien. Un capricho ludita.
Algunas prestaciones que se agradecen
Como hemos mencionado, contábamos con el acabado Style y el pack de prestaciones Plus. Esto nos permitió una conducción algo más fiable, al contar con más ayudas a la conducción, como el útil detector de ángulo muerto.
Lo más sonoro resultó el sistema de audio JBL con sus ocho altavoces; y lo más llamativo el head-up display de 10 pulgadas. Aparte de indicar la velocidad legal de la vía y la nuestra, ofrece una barra específica con la entrega térmica empleada en tiempo real.
Esta información gráfica puede ayudar, mínimamente, a reducir el énfasis sobre el acelerador sin apartar la vista de la carretera. Aunque lo intentamos, no fue nuestro caso (quizá por falta de costumbre). La mirada terminaba más sobre el panel de instrumentos.
Conclusiones finales
Prestaciones aparte, el acabado Style del Toyota Yaris Híbrido Eléctrico se sitúa en el centro de la gama y contribuyó de buena gana a esa dosis de estricta realidad en consumos que tratamos de conseguir. Queda de relieve la importancia de ciertos factores externos vividos.
Al Yaris Híbrido Eléctrico le precedía su fama de gran ahorrador. Nosotros lo comprobamos moviéndonos en márgenes de entre 3 y 5 l/100 km. Por supuesto, tanto una eficiencia obsesiva, como una deportividad por terrenos irregulares, lograrían batir ese rango por arriba y por abajo.
Sin embargo, insistimos que nuestra prueba aspiraba a ser hija del día a día. Por eso, hemos podido constatar (una vez más, y esta con más detalles), que la homologaciones en las mecánicas de Toyota suelen ser más que accesibles y fiables. La gran mayoría de conductores tienen a mano acercarse a esas cifras de consumo sin alterar su conducción diaria.