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¿Cómo sufre tu coche cuando circulas con el depósito de reserva?

Para muchos conductores precavidos, el color del testigo de reserva de combustible es un misterio, pero para otros “más aventureros” forma parte del sistema de iluminación habitual del salpicadero.

Para ambos, cuando se enciende la luz de reserva comienza la cuenta atrás. A corto plazo para exponerse al peligro que supone quedarse tirado en alguna cuneta en el mejor de los casos y a largo plazo para enfrentarse a averías que pueda provocar circular con el combustible que nos queda en el fondo del depósito.

¿Cuánto dura la reserva?

Lógicamente depende de cada vehículo y del volumen de cada tanque, ya que proporcionalmente será superior cuanto mayor sea el depósito. La reserva equivale al combustible necesario para que razonablemente podamos llegar a una gasolinera, y que ronda en la mayoría de vehículos alrededor de los 50 o 60 kilómetros.

LAS ESTIMACIONES DE ALCANCE DEL ORDENADOR DE A BORDO NOS PUEDEN DAR UNA SORPRESA, CON LA RESERVA HAY QUE BUSCAR LA GASOLINERA CUANTO ANTES

En algunas ocasiones nuestro ordenador de a bordo nos marca un crédito de kilómetros mayor y nos da una confianza que rápidamente se rompe cuando nuestro alcance empieza a descender rápidamente. Ten cuidado, esta estimación se basa en medias de consumo anterior y estas pueden no ser las circunstancias del momento. Si estas atascado o subiendo una pendiente consumirás más y la estimación del ordenador no te servirá pudiendo tener una sorpresa desagradable.

Tan pronto como se encienda la luz de reserva es conveniente buscar la gasolinera más cercana y evitar tentar a la suerte.

La ruta del combustible en nuestro coche

Una vez que hemos repostado y que nuestro tanque de combustible está lleno, comienza su ruta hacia el motor para provocar el movimiento del coche.

Una bomba eléctrica se encarga de succionar el combustible del depósito, atravesando los correspondientes conductos y filtros para que el combustible sea inyectado por los inyectores a cada uno de los cilindros.

EL BAJO NIVEL DE COMBUSTIBLE PRODUCE UN SOBRESFUERZO EN LA BOMBA DE ASPIRACIÓN

¿Qué ocurre cuando nos quedan un par de litros en el depósito? Le estamos dando mucho más trabajo a la bomba, es como cuando tratamos de apurar con una pajita el final de un vaso de líquido, para aspirarlo cuesta bastante más que cuando el vaso está lleno.

Por otra parte, la refrigeración de la bomba de gasolina la hace el propio combustible y una succión defectuosa provoca que las burbujas de aire se cuelen en el circuito, perjudicando la refrigeración además de empobrecer la mezcla de aire y combustible.

La importancia del filtro de combustible

Un filtro obstruido puede afectar al rendimiento del motor, su mal estado supone un aumento de consumo y problemas en la potencia del motor sobre todo a altas revoluciones. Otro síntoma de suciedad en el filtro de combustible es la dificultad en el arranque del vehículo, principalmente en frío cuando se necesita una mezcla más rica.

El mantenimiento de este elemento es muy importante ya que las obstrucciones pueden llegar a cortar el flujo de combustible. Para un correcto mantenimiento se deben seguir el calendario de sustituciones propuesto por cada fabricante, conviene hacerle caso antes de tener que afrontar averías más costosas. Este filtro no se puede limpiar, la única opción es realizar el cambio por otro nuevo.

El problema de los sedimentos

Los residuos del fondo del depósito pueden atascar los inyectores. ¿De dónde vienen las impurezas? ¿Cómo se forman?

LOS ADITIVOS AÑADIDOS AL COMBUSTIBLE MARCAN LA DIFERENCIA ENTRE LOS COMBUSTIBLES DE LAS COMPAÑIAS

Lo primero que se nos viene a la cabeza es la calidad del combustible con el que repostamos en cada gasolinera, dudamos de su calidad y de que haya gasolinas más caras y más baratas, por algo será, pensamos. Existen muchos mitos acerca de esto, en España la Compañía Logística de Hidrocarburos distribuye el combustible para todas las compañías, el cual sigue todas las normas de calidad y es exactamente igual para todas las distribuidoras.

Lo que realmente marca la diferencia entre unos combustibles y otros son los aditivos que se incluyen, en los cuales las compañías invierten una importante suma de dinero en investigación y que suponen una mejora importante en el rendimiento y el comportamiento del motor.

Según el Estudio BP sobre los efectos de la suciedad en el motor, en los motores diésel la suciedad se acumula en los inyectores y en el filtro de partículas, mientras que en los vehículos de gasolina la suciedad se acumula en las válvulas de admisión, inyectores y pistones.

La suciedad principalmente puede ser debida a tres causas:

  • Depósitos carbonosos que se acumulan en las superficies calientes del inyector y pueden bloquear sus diminutos orificios. Estos depósitos también se pueden formar sobre otros componentes sometidos a altas temperaturas como el sistema EGR (recirculación de los gases de escape) y acumularse en otros, como por ejemplo, en los turbocompresores.
  • Partículas sólidas de hollín originadas por combustible parcialmente quemado.
  • Partículas metálicas sólidas producidas por el desgaste de los componentes del motor. Estas partículas son abrasivas y pueden incrementar aún más su deterioro.
LAS OBSTRUCCIONES DE COMBUSTIBLE PROVOCAN QUE LLEGUE MENOS CARBURANTE A LA CÁMARA DE COMBUSTIÓN, POR LO QUE RECIBIRÁ MENOS ENERGÍA Y EL MOTOR TENDRÁ MENOS POTENCIA

Por lo tanto, más allá de las impurezas que pueda tener el combustible en origen, los residuos se originan dentro del circuito, cuando en situaciones de temperatura y presión elevadas ciertos carburantes pueden crear depósitos de suciedad en los diminutos orificios del inyector.

Por pequeña que sea esta acumulación afecta gravemente al inyectado de carburante, eso quiere decir que el carburante se mezcla peor en la cámara de combustión y que el rendimiento se reduce.

El inyector rocía el carburante en la cámara de combustión y la suciedad puede impedir que el carburante se pulverice de forma efectiva. El carburante no se nebuliza y se forman gotitas mayores e irregulares, lo cual significa que la combustión no será completa y será, por tanto, menos eficaz.

Cómo evitar impurezas

Dentro de los depósitos de combustible, tanto en los vehículos, como en las propias gasolineras se producen una serie de reacciones entre los elementos que forman el combustible y elementos externos. Estas reacciones dan lugar a procesos de oxidación, de hidratación y a la producción de residuos.

Por lo tanto, además de llevar un correcto mantenimiento del vehículo, dos consejos para evitar estas circunstancias:

  • En primer lugar no tratar de apurar el depósito de nuestro coche y no llegar a la reserva
  • Y por otra parte, cuidarse de repostar en una gasolinera cuando nos encontramos con un camión que está descargando el combustible en ella, en esos momentos se remueve todo el combustible de los tanques con la consiguiente mezcla de impurezas.

Una buena opción es la de visitar la gasolinera lo menos posible. ¿Utópico? Quizá ya no lo sea tanto si elegimos conducir coches de bajo consumo y con buena autonomía, como es el caso del Toyota C-HR, que con un consumo que no llega a los 4 litros a los 100 km, además ofrece seguridad y fiabilidad como demuestran las 5 estrellas EuroNCAP que acaba de conseguir.

Fotos: IStock, Toyota

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