Con la llegada de la crisis económica de 2008, la necesidad de ahorrar dinero en los desplazamientos se convertiría en una prioridad para los usuarios del automóvil, que facilitaría la llegada de un conjunto de técnicas de conducción, que hasta ese momento sólo habían captado la atención de los ‘hypermilers’ (expertos conductores en lograr consumos muy bajos).
La conducción eficiente es ante todo “una conducción anticipativa”, según asegura Javier Cabanas, director de formación de la Escuela de Conducción de ALD Automotive, que imparte estos cursos basados en sencillas reglas con las que aprovechar las nuevas tecnologías de los actuales vehículos con la reducción del consumo del carburante como la prioridad inmediata.
Aunque esta serie de técnicas y conceptos, que incorporadas a nuestro estilo de conducción y aplicadas con constancia, también ayudan a reducir las emisiones al medio ambiente. Y si se aplican de manera correcta, pueden lograr alargar el desgaste de los componentes mecánicos. No hacerlo de la manera adecuada provocaría graves averías, que de otra forma no se producirían, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA).
¿Sabemos anticiparnos?
Uno de los aspectos esenciales que resumen la conducción eficiente y uno de los que más cuesta adquirir es la anticipación. Una gran parte de estas técnicas que aplicaremos en la conducción pasan por asimilar que no estamos solos en la carretera, sino que la mayoría de las veces circularemos compartiendo las mismas con otros vehículos, que no muchas veces nos obligarán a aminorar la velocidad, frenar o acelerar. Saber anticiparse ante estas situaciones al resto de los coches con los que compartiremos la carretera o las calles de la ciudad, será un factor clave a la hora de practicar una conducción eficiente.
¡Ojo a los retrovisores!
La anticipación pasa por tener en cuenta una serie de factores. Entre ellos el de ajustar los retrovisores, antes de iniciar la marcha, lo que nos ayudaría a tener una correcta percepción del espacio alrededor de nuestro vehículo.
Especial atención a los coches que circulan alrededor
Trata de focalizar tu atención a los coches que se encuentran a nuestro alrededor. De esta manera, nos daremos cuenta de que no sólo somos capaces de entender la trayectoria de los coches que nos preceden, sino también la que los movimientos de los coches que se encuentran a nuestro alrededor. Por ejemplo, si uno que circula dos o tres por delante del nuestro comienza una maniobra de frenado, podremos anticiparnos a la maniobra evitando los frenazos, que son los repercuten a la postre en un mayor consumo de carburante.
¿Cómo actuar ante un semáforo en rojo?
Uno de los clásicos ejemplos que mejor define la anticipación es cuando nos aproximamos a un semáforo en rojo, donde lo idóneo sería soltar el acelerador y dejando que el coche se aproxime al mismo. Si además nuestro coche se trata de uno moderno de inyección y realizamos esta acción en llano con la marcha engranada, a una velocidad superior a 20 km/h, habremos conseguido que el coche no consuma al soltar el acelerar, además de reducir el desgaste de los frenos al habernos aproximado a una menor velocidad.
Cuando los tramos presentan pendientes, ¿qué hacemos?
Saber afrontar con anticipación una subida es otra de las situaciones en la que la anticipación se convierte en la clave a la hora de practicar una conducción eficiente. En el caso de que las condiciones lo permitan es conveniente ir ganando algo de velocidad antes del comienzo en cuesta, ya que de esta manera podremos aprovechar mejor la inercia, con lo que ahorraremos combustible.
Cuándo las curvas se suceden, ¿qué hago?
Debemos evitar cualquier acortamiento del trazado tratando de ir siempre por el centro del carril correspondiente para obtener una mayor anticipación y previsión ante posibles ángulos muertos que ocultan ciclistas, peatones o animales al tomar una curva, irregularidades que presente el pavimento en los laterales de la calzada o posibles automóviles que circulan en sentido contrario y la carretera impide su visión.
Es importante valorar a tiempo las señales de tráfico, el desarrollo de cada curva – si es más abierta o cerrada -, la anchura de la calzada y el estado del piso.
Cómo anticiparse ante un atasco
Cuando las condiciones del tráfico no son las idóneas, la anticipación es fundamental ante situaciones como la de tener que tomar una salida en una autovía de varios carriles abarrotados de vehículos.
En este caso si nos encontramos circulando por la izquierda, debemos procurar desplazarnos con antelación hacia el carril derecho para que ya nos encontremos en el cuando nos aproximamos a nuestra salida. De esta manera, evitaremos situaciones peligrosas de última hora, como la de cambiar de varios carrilles a la vez por no haberla echo a tiempo, poniendo en riesgo al resto de conductores, a parte de provocar frenazos que no haría más que incrementar el consumo de carburante y empeorar las condiciones del tráfico.
¿Y cuándo efectuamos un adelantamiento?
A la hora de efectuar un adelantamiento saber anticiparnos, nos permitirá hacerlo en un tiempo menor y con una mayor seguridad. Para ello es conveniente, antes de comenzar la maniobra, reducir una o dos marchas, que de hacerlo una vez que la hemos comenzado, logrando con ello tener disponible toda la potencia del motor desde el comienzo de la misma.
Con la anticipación ahorramos consumo de carburante
‘A todos nos gusta ahorrar’ con este lema Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), estima que cambiando algunos de los hábitos de conducción y circulando de manera más eficiente podremos ahorrar alrededor de 300 euros al año en combustible. Una información que pone de manifiesto en su informe “Ahorrar con una buena actitud al volante”.
Las marcas trabajan a destajo con el objetivo de rebajar al máximo el gasto de combustible y por consiguiente las emisiones contaminantes, tal es el caso de Toyota, que aplica desde 2007 uno de los sistemas encaminados a lograr el mencionado objetivo como es el Stop &Start y que te explicamos con todo detalle su funcionamiento. A grandes rasgos, se trata de un mecanismo encargado de detener el motor cuando detecta que el coche está parado, por ejemplo en un semáforo o en una retención y que te contamos con todo detalle.
¿Pero el sistema Stop & Start, ahorra o no?
Esa es la gran pregunta que nos interesa conocer, pero pongámonos en situación. Cuando circulamos por ciudad el consumo de combustible de cualquier modelo es alto, en gran parte por el hecho de movernos en marchas cortas – en ocasiones con regímenes altos y medios - y parar en los semáforos, stop y pasos de cebra. Es en estas situaciones en las que el motor gira a ralentí, cuando gasta un carburante que no se utiliza para nada, simplemente se quema.
Con la adopción de este sistema el ahorro no es instantáneo sino a la larga, pues si tenemos por ejemplo un consumo redondeado de medio litro, si multiplicamos ese gasto por las horas al año que nos pasamos detenidos en punto muerto en semáforos, retenciones, atascos, está claro que sí.
Según el Ciclo Europeo de Conducción (NEFZ), el ahorro medio con este sistema es del 5 por ciento, si bien dentro de cada vehículo se puede llegar hasta un 8 por ciento. Además si hacemos una conducción exclusiva por ciudad, el ahorro medio estaría situado entre un 8 y un 15 por ciento, dependiendo del vehículo.
¿El control de crucero ahorra? Depende...
Otro de los elementos que ayudan a la conducción eficiente es el control de velocidad de crucero, un sistema que supervisa el acelerador del vehículo para mantener constante una determinada velocidad. Y que en el caso de ser adaptativo, ’Adaptative Cruise Control’, como también equipan ciertos modelos de Toyota dotados de cambio automático, permite al sistema desacelerar e incluso frenar para mantener una distancia de seguridad.
Eso sí debemos de ser cuidadosos en su manejo manteniendo una velocidad constante, empleando la marcha correcta o aprovechándonos de la orografía del terreno a nuestro favor, en situaciones como las bajadas pronunciadas en las que ganar velocidad. Además de no elevar el ritmo en las subidas. Sólo así podremos reducir combustible, ya que éste es un asistente a la conducción más enfocado a la seguridad.
Por último tenemos el ordenador de a bordo, como indicador idóneo para que pongamos en práctica si nuestra conducción eficiente y anticipativa está logrando los resultados deseados.
No olvidemos nunca que el principal factor de hacer eficiente la conducción es el conductor, quien deberá anticiparse a posibles imprevistos para lograr ese deseado ahorro de carburante. Eso sí, teniendo bien presente la seguridad por encima de todo.