Como no podemos evitar circular en marchas cortas por la ciudad, ha debido de investigarse la forma de ahorrar combustible en la otra causa disponible: en las detenciones. Cuando un vehículo se detiene en un semáforo, el motor gira al ralentí y gasta alrededor de (por poner un número redondo) medio litro de combustible a la hora. Cuando se supera el minuto de detención ya empieza a compensar apagar el motor, pero esto en un principio tenía problemas: el motor de arranque se estropeaba más fácilmente.
El sistema Stop&Start permite dejar de consumir combustible en detenciones prolongadas
Si no lo has probado, te lo cuento. Cuando conduces un coche con Stop&Start y llegas a un semáforo, si las condiciones son las adecuadas, el motor se apaga. Pero se apaga de forma suave, y de la misma forma vuelve a arrancar cuando "despiertas" al coche, por ejemplo moviendo el volante o pisando el embrague para meter primera (obviamente en coches automáticos esto último no aplica).
Hay dos formas de tomarse esto: como algo que beneficia al coche, pues para eso se ha investigado y desarrollado, y se habrán superado problemas; o como algo que a la larga va a perjudicar al motor de arranque y, por extensión, al coche. Bueno, y una tercera vía, la de los más "especiales": que las marcas introducen elementos que perjudican al coche para que compremos uno nuevo en menos tiempo. Eso es algo ya demencial.
Cuando una marca o una gran compañía invierte en un sistema nuevo (que ya no es nuevo, por cierto), pone todo el empeño en solucionar las desventajas o los posibles problemas que se pueden encontrar. Un sistema Stop & Start "tirando" de un motor de arranque convencional se lo cargaría en unas decenas de meses. Un sistema Stop & Start dispone de un motor de arranque refinado, diseñado expresamente para que aguante un ciclo de vida "natural" para nosotros.
Pero a mí me interesa saber: se ahorra, ¿sí o no?
Se ahorra combustible, a la larga, aunque para eso hay que hacer la prueba. No hay nadie que se pueda creer que el ahorro es instantáneo, porque depende demasiado del día y de las condiciones, y de nuestra forma de conducir y de mil cosas más. Pero en grandes ciudades, donde el tráfico es, por definición, lento, pesado, con muchas retenciones, obras, algún accidente por alcance... ahí tenemos que realizar decenas de detenciones en cada trayecto. Es probable que alguien esté pensando en el medio litro a la hora que gasta el ralentí y no le parezca tanto.
Ese medio litro a la hora habría que multiplicarlo por las horas al año (porque las cosas se ven al año, a los cinco años, a los diez años) que nos pasamos detenidos en punto muerto en los semáforos, atascos, retenciones, etc. Quizás a ese lector le parezca poco también, pero hay que pensar que ese combustible no se utiliza para nada: se quema, y ya. Hay que pararse a pensar que el sistema está preparado para ahorrar una media de entre un 5% y un 10% de combustible.
La duda, casi una certeza, nos asalta enseguida: un coche con este sistema ahorrará más en una gran ciudad y maximizando el consumo urbano, que en una pequeña ciudad donde apenas se mueve el coche en suelo urbano y se usa más cantidad de autovía o carretera. Para no hacernos un lío, el Stop & Start ahorra en cada detención prolongada. Y eso es todo. Eso sí, hay que tener claro que el sistema solo entra en funcionamiento cuando detenemos completamente el coche, soltando el pie del embrague, con la dirección recta. Es decir, cuando todo "parece indicar" que estamos parando en un semáforo o en un atasco, para no confundir las cosas con una maniobra de aparcamiento.