Innovar en el sector del automóvil no siempre es sencillo, sobre todo cuando hay tantos intereses económicos alrededor. Pero quien no arriesga, quien no busca nuevos caminos, puede perder una oportunidad de oro. El mejor ejemplo que podemos poner es el Toyota RAV4, un coche que cuando salió al mercado jugaba unas cartas que hasta ese momento, pocos habrían jugado.
Actualmente los SUV son el coche de moda, los hay de todos los tamaños, precios y categorías. Desde modelos accesibles y prácticos, hasta opciones extremadamente caras, potentes y lujosas. Hay un SUV para cada conductor, para cada necesidad y para los gustos más variopintos. Y todo empezó en 1994, con un modelo pequeño, ágil y de concepto totalmente innovador. Empezó con el Toyota RAV4, cuya evolución le ha llevado a ser un coche totalmente diferente a lo que fue en sus inicios, pero que representa cómo ha cambiado el sector y los gustos de los usuarios.
Desde aquel primer lanzamiento se han vendido más de nueve millones de unidades en todo el mundo, convirtiendo al modelo en un éxito comercial que, en su quinta generación, pretende seguir por el mismo camino con dos versiones totalmente híbridas, adoptando la tecnología más importante de la marca cuando más la necesita y apostando nuevamente por ser diferente al resto.
Hace 25 años no había nada parecido
Cuando el Toyota RAV4 comenzó su andadura comercial, no había nada similar en el mercado. Habría una nueva senda que se ha llenado de competidores, que se ha convertido en tendencia y que hoy es uno de los sectores de mayor popularidad en el mundo. En 1994 no había SUV, había todoterrenos grandes, pesados y algo toscos en carretera. Estaban pensados para el trato más duro, con un chasis de largueros y una carrocería atornillada que, fuera de la carretera, presentaba la solución perfecta, pero que en asfalto tenía algunas carencias. No obstante, esos coches tenían mucha demanda por su aspecto robusto, sus sensación de seguridad y por la imagen que otorgaban a su conductor, que rara vez salía de la carretera para explotar sus facultades.
Toyota vio una oportunidad y creó un coche que ofrecía esa imagen todoterreno, pero con un mejor comportamiento en carretera, con un tamaño más compacto, más adecuado para el uso real que iba a tener y, además, al alcance de muchos más conductores que los caros todoterreno ‘de toda la vida’. El Toyota RAV4 era un coche más sencillo de mantener, más cómodo de conducir y mucho más juvenil y deportivo. No era un automóvil para trialeras, no podía seguir el mismo camino que un todoterreno auténtico, pero en caminos no asfaltados y hasta cierto punto, rotos y complicados, era muy efectivo, sumando además unas capacidades fuera de estas condiciones que dejaban a cualquier todoterreno en entredicho.
Hubo quien no confiaba al 100% en el proyecto dentro de la propia Toyota, incluso se llegó a paralizar su desarrollo, porque se pensaba que nadie quería un todoterreno pequeño y más asequible. Una idea que no impidió que, finalmente, el coche llegará a los concesionarios para convertirse en el primer ‘Sport Utility Vehicle’ que ya va por su quinta generación.
Más grande, más equipado y más tecnológico
Durante 25 años, el Toyota RAV4 ha cambiado mucho. Ha crecido en tamaño, en equipamiento y en tecnología. También ha subido de categoría, pasando de un automóvil juvenil y hasta cierto punto deportivo, a ser un coche con un enfoque diferente, adecuado a lo que hoy demanda el público. Comenzó su historia con una carrocería de tres puertas, llegando la de cinco poco después e incluso tuvo una opción descapotable y hasta con motor eléctrico. Versiones que han ido desapareciendo hasta quedar sólo una carrocería de cinco puertas, adoptando la tecnología más de moda hoy día: la hibridación.
Toyota lanzó el Prius poco después del RAV4, en 1997. Era el único automóvil con grupo propulsor híbrido del mercado y suponía una innovación realmente importante. Sin embargo, esa tecnología no llegó al Toyota RAV4 hasta su cuarta generación, cuando el SUV japonés cambió por completo perdiendo su rueda de repuesto en el portón del maletero, obteniendo cinco estrellas en las pruebas de coche de Euro NCAP y ofreciendo por primera vez una motorización ‘combinada’. Un motor que se convirtió en una de las opciones más demandadas, gracias a sus 197 CV y a sus ajustados consumos.
La quinta generación, la actual, se desveló a finales de 2018, con una marcada evolución. Ahora sólo se ofrece con grupo propulsor híbrido, etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico y un diseño rompedor, que desprende una elevada personalidad. Además, también se adapta a los gustos de los usuarios actuales con un comportamiento en carretera ejemplar, más espacio interior y mayor seguridad, gracias a la nueva plataforma GA-K. Nosotros ya hemos podido ponernos al volante de las dos versiones de la gana, el Toyota RAV4 hybrid 220H y el Toyota RAV hybrid 220H 4x4, y ambas han cumplido con la expectativas.
¿Cómo será el futuro del Toyota RAV4?
El devenir del mercado seguirá marcando la evolución del pionero japonés, el cual apunta a una reducción drástica de los consumos, una mayor tecnología eléctrica y una facilidad total en la conducción. Por el momento, ya se ha presentado el nuevo Toyota RAV4 híbrido enchufable con dos motores eléctricos (uno sobre cada eje), 306 CV y 60 kilómetros de autonomía eléctrica, que le otorgan la etiqueta CERO de la Dirección General de Tráfico.
Todavía no lo hemos probado, pero esperamos con muchas ganas poder ponernos al volante de esta versión. Aún no está confirmada su llegada al mercado español.
Imágenes | Toyota Global Newsroom