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¿Carreteras inteligentes? ¿Vehículos autónomos y conectados? Eso ya se sabía desde hace mucho

En los últimos años, términos como la conducción autónoma, el vehículo conectado o las carreteras inteligentes tienen cada vez más protagonismo cuando hablamos de movilidad.

Lo cierto es que técnicamente, ahora es cuando la tecnología está permitiendo que se puedan implementar en nuestro día a día de forma más o menos progresiva, pero el ser humano lleva dándole vueltas a la cabeza a todos estos temas muchos, pero que muchos años.

La movilidad juega un rol importante en cómo nos imaginamos el futuro, libros o películas que hablan sobre cómo será la sociedad unos años más adelante nos muestran diferentes formas de movernos.

Unas veces más acertadas que otras, hay cosas que no se han cumplido como la popularización de los patinetes propulsados que usaba Marti McFly en regreso al futuro, y hay otras que parece que se están haciendo realidad como los robo-taxis que ya empiezan a circular, similares a los Johnny taxis que veíamos en "Desafío total" llevando a Arnold Schwarzenegger.

Las carreteras inteligentes pensadas en los años 50

Velocidad, seguridad y confort eran los tres elementos fundamentales en los que se basó Walt Disney allá por el año 1958 para imaginar las carreteras del futuro.

Toda la tecnología de hoy, ya se imaginaba hace un siglo

Carreteras que en lugar de flechas en el suelo se tiñen de colores para que los conductores sigan el trayecto correcto y llegar a su destino, señalizaciones grandes y claras o carreteras iluminadas automáticamente por la noche y que se protegen de las inclemencias meteorológicas son algunos de los avances.

El video la verdad, no tiene desperdicio y quizá alguna de las ideas convendría retomarla y ponerla en marcha.

En lo que se refiere a este tema, podemos decir que más o menos sí que se han cumplido las expectativas.

Volar, el eterno desafío

Quizá el más extendido de las expectativas de futuro, y es que llevamos años erre que erre empeñados en que algún día saldremos de casa para ir a trabajar y nos montaremos en nuestro avioncito para evitar atascos.

¿Quién no ha soñado alguna vez con tener su coche volador?

Entre las predicciones que hizo Isaac Asimov para 2014 había algunas relacionadas con la movilidad, como que los vehículos iban a tener cerebros tipo robot y que en general la tendencia sería que los coches se moviesen sin tocar el suelo.

No se refería a volar, pero sí a algo así como a levitar, algo que de momento no existe en el día a día de la movilidad urbana, aunque sí existen trenes que se desplazan mediante la levitación magnética.

Volviendo a lo que es volar, en 1917 Glenn Curtiss inventó y desarrolló el Curtiss Autoplane, con un concepto similar a lo que sería un coche volador.

Se trataba de un triplano con un pequeño plano delantero montado en el morro y con tres asientos en una cabina. Las alas y la cola podían desmontarse para usarlo como automóvil, se hicieron algunas pruebas, aunque el comienzo de la primera guerra Mundial detuvo el proyecto.

Le sucedieron otros proyectos similares, como el Arrowbile de Waldo Waterman en 1937, que alcanzaba los 180 km/h en vuelo, o el ConvairCar, un coche con un avión pegado en el techo de Hall y Tommy Thompson en 1946, que tras varios accidentes acabó en el cajón de los inventos.

El deseo de volar de esta forma sigue ahí, y realmente parece que está cada vez más cerca pero aparte de los aspectos técnicos, son muchos más los temas legales o formativos entre otros muchos los que tienen que contemplarse para que algún día esta idea llegue a ser una realidad.

Los coches sin conductor, y que hablan…

En 1926 un periódico local de la ciudad de Milwaukee avisaba de que un coche sin conductor se movería por la ciudad, y efectivamente así ocurrió. El vehículo se controlaba desde otro que circulaba detrás y que mediante un sistema de radio le iba enviando órdenes. En los años siguientes se sucedieron experiencias similares, en realidad eran una especie de vehículo de radiocontrol a escala 1:1, que no tenían conductor, aunque lógicamente no eran autónomos.

Años más tarde, en 1939  con motivo de la Exposición Universal, Norman Bel Geddes presentó en la feria de Futurama una idea que contemplaba coches eléctricos conducidos de forma autónoma a través de carreteras que a su vez dotaban de energía a los vehículos que circulaban por ella.

La idea de que mientras nos movemos en nuestro coche, el conductor pueda hacer otras cosas es algo que siempre ha llamado la atención, pero ¿y si también nos puede entretener?

Un coche que nos hable y que mantenga una conversación fluida con nosotros está también en la agenda de lo futurible, vamos, algo así como las conversaciones que ofrecía Kitt, el coche fantástico a su conductor Michael Knight.

En el caso del vehículo autónomo, estamos claramente en el camino, y tarde o temprano será una realidad para todos los usuarios.

Las ciudades del futuro

Basta ver cualquier película que se haga con perspectivas futuristas para darnos cuenta de que las ciudades en las que viviremos son los escenarios que resultan más curiosos para los espectadores, ciudades en las cuales los guionistas de las películas dejan volar su imaginación.

Ciudades bajo el agua, aisladas, con edificios conectados, ¿ya se ha imaginado todo?

Una obra maestra en este sentido es Metrópolis, de 1929 y que dejaba ver cómo serían las ciudades del futuro, aparte de otros temas realmente interesantes. Esta película alemana de Fritz Lang es considerada una de las grandes películas del cine expresionista alemán y de la historia del cine mundial.

Otra de los rumbos que se vislumbraban en el pasado era el hecho de vivir en las profundidades marinas.  Vivir bajo el agua era un planteamiento en 1968, época en que la contaminación y el temor a una guerra hacía pensar en que teníamos que buscar otros sitios para vivir, algo así como lo que nos estamos planteando hoy en día de vivir en la luna, en 1968, se exploraba esta idea en el libro 'Explorers of the Deep: Man’s Future Beneath the Sea'.

Para los que quedaban en tierra, en 1953 se predecían una especie de ecosistemas privados, donde se podría hacer un poco de todo, a una temperatura agradable y que cubrirían nuestras necesidades básicas.

¿Conduciendo y hablando por el móvil?

Pues sí, un artículo del Sandusky Register del 21 de marzo de 1920  en Sandusky, Ohio, contaba la historia de una persona que hablaba con su teléfono, o en este caso radio,  mientras iba en un coche, (al menos no iba conduciendo).

¿Sería el caso de la primera persona que hablaba por teléfono en un coche?, ¿estaría al tanto de los puntos que podría haber perdido en su permiso?

El señor Macfarlane que era nuestro protagonista y que casualmente hablaba con su señora, iba acompañado además de su chófer, de un reportero y un fotógrafo, todos con receptores telefónicos que podían escuchar la conversación entre la pareja, vamos, un manos libres en toda regla.

En cualquier caso, se dice que el primer teléfono específicamente diseñado e instalado en un automóvil, fue utilizado por primera vez en St. Louis el 17, junio de 1946. Un equipo que pesaba unos 36 kilos y que tenía sólo 3 canales para todos los usuarios del área metropolitana.

Pero, en concreto, si en el pasado se imaginaba que en el futuro podríamos comunicarnos mientras nos movíamos en un coche; llegados al futuro, la respuesta es sí.

¿Un coche dormitorio?

Sí, un dormitorio sobre ruedas, que quizá solo quedó en un divertido prototipo, presentado en el salón de Tokio en 1972.

El Toyota RV-2, fue la segunda generación de esta idea. La primera tenía un remolque y en esta evolución se optó por integrar todo en un vehículo que no llegaba a los 5 metros.

Se trata de un concepto cercano al de vivienda móvil sin llegar a las autocaravanas, pero que es una idea que quien sabe si se volverá a retomar, desarrollar y hacerlo más habitual en nuestras carreteras.

En definitiva, muchas predicciones del pasado han sido totalmente acertadas y otras menos, pero sin duda todas han contribuido a la evolución de la movilidad tal y como hoy la conocemos. Y tú, ¿cómo opinas que será la movilidad en el futuro?

Imágenes: Flight magazine 1917, Norman Bell Geddes - Magic Motorways, published 1940, JVillemard - A reproduction of the early 20th century,

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