Desde que en enero de 2012 los grupos BMW y Toyota firmaron un acuerdo de colaboración, los petrolheads y la prensa se centró en un sólo aspecto del acuerdo: el de la creación de un deportivo en común. La cooperación en materiales ligeros, el desarrollo en común de la tecnología de pila a combustible y la colaboración en motores eléctricos parecieron caer en el olvido al instante.
Seamos sinceros, aunque los otros puntos sean mucho más relevantes para la industria y la dos marcas, todavía es muy pronto para que le veamos una aplicación concreta, mientras que el anuncio del deportivo nos hace soñar. Por una parte en un digno sustituto del Z3 y del Z4 E85 y por otra de un sucesor, al fin, del Toyota Supra. El futuro BMW Z5 ya se dejó ver, pero hasta ahora, del Toyota Supra MkV no habíamos visto nada.
Un nuevo Toyota Supra
El prototipo se ha dejado ver esta semana por primera vez. Ha sido en Alemania. Y de momento poco podemos contar acerca del coche, especialmente de su tecnología. Eso sí, a pesar del camuflaje, las proporciones son las del magnífico concept car Toyota FT-1 del Salón de Detroit de 2014. Aunque el diseño del FT-1 al completo no sea aplicable a un modelo de calle, por temas de legislación y de costes, veremos una pequeña parte en el modelo definitivo.
Pocas veces la simple visión de un coche vinilado y del que apenas se aprecian sus formas había generado tanta expectación. Y es que el Toyota Supra es un modelo muy esperado por los amantes de la conducción. Lo cual, no deja de ser curioso porque el Toyota Supra nunca tuvo realmente éxito en Europa. Además, muchos de los que desean ver el nuevo modelo y quizá comprarlo no tenían edad de conducir la última vez que un Supra MkIV salió nuevo de concesionario. ¿Por qué tanta expectación?
Una nueva esperanza
Por una parte, como apasionados del motor, pensar que una marca como Toyota es capaz de crear un deportivo de altos vuelos como el Supra nos da esperanza en el futuro. No, las carreteras del futuro no estarán llenas de Prius, aunque tecnológicamente el Prius sea un pionero y tenga merecido su puesto en el panteón del automóvil por su importancia histórica, ni de coches autónomos. Si la muy racional y gigante Toyota es capaz de sacar al mercado un GT86 y posteriormente un Supra, no está todo perdido.
Por otra parte, el Toyota Supra es uno de los modelos que representa a la perfección la filosofía de Toyota y el método kaizen (la mejora continua) que todas las empresas japonesas aplican. Porque si somos honestos, hasta la última generación del Supra, la MkIV de 1993 a 1999, nadie se acuerda realmente de los otros Supra. El coche tuvo que ir mejorando y evolucionando hasta ser un rival de los Porsche. He aquí un condensado de su historia.
Toyota Celica Supra. 1979
En 1979, Toyota presenta una versión más potente y agresiva del Celica, el Celica Supra (MkI). El coche es más largo que el Celica que toma por base (batalla alargada), algo más ancho y sobre todo más potente. Su 6 cilindros en línea de 2.6 litros entrega la friolera de 110 CV. Éste iba asociado a un cambio manual de cinco marchas o un automático de cuatro. Por cierto, fue el primer motor de serie de Toyota en equipar la inyección electrónica. Las suspensiones independientes y discos de freno a las cuatro ruedas formaban parte de su equipamiento.
Toyota Celica Supra. 1982
Tras un incremento de la cilindrada en 1981 a 2.8 litros para 116 CV en el MkI, el Toyota Celica Supra MkII llega al mercado en 1982. Se trata de un modelo totalmente nuevo y anuncia la llegada de un lenguaje estético marcado por los ángulos rectos tan en boga en los años 80. El coche es más grande que su predecesor, pero la batalla más corta para ganar en agilidad. El 6 cilindros gana una culata de doble árbol de levas en cabeza y la potencia culmina en 145 CV.
Toyota Supra. 1986
En los años 80, las fabricantes nipones renuevan cada cuatro años sus gamas. Y el nuevo Supra -el MkII- llega en 1986. Esta vez es un modelo aparte en la gama, separado del Celica. Su 6 cilindros de 3.0 litros con culata de 4 válvulas por cilindro eroga 200 CV. En 1983, el Supra MkIII cuenta con una variante turbo que entrega 230 CV. Es una versión rápida, pero más burguesa que deportiva, es un auténtico gran turismo para viajar rápido y lejos con estilo y sin cansarse.
Toyota Supra. 1993
En 1993 llega el coche que creó el mito, el Supra MkIV. La cuarta generación de Supra llegó con aspiraciones de superdeportivo. Viendo la sacudida a la industria premium alemana e italiana que dio Honda con el NSX en 1990 -con el consiguiente éxito de ventas en Estados Unidos-, en Toyota pensaron que ellos también querían una parte de ese pastel.
El Supra MkIV estrena un diseño hecho de curvas, es la era del biodesign, caracterizado por su imponente alerón trasero. El coche es más pequeño, más bajo y más ancho que el MkIII. Su 6 cilindros en línea eroga 220 CV, mientras que la variante biturbo entrega 320 CV. En su día, fue el Toyota más potente jamás fabricado. Con un 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos, incluso hoy en día sigue siendo considerado como un coche rápido.
Sin embargo, el Supra nunca tuvo el éxito que Toyota esperaba. Un Yen fuerte hizo que el precio subiese a los niveles de Porsche. Y en Europa, a ese nivel casi nadie quería un coche nipón. En 2002, Toyota dejó de fabricar el Supra. En total, desde abril de 1978 hasta julio de 2002 se fabricaron un total de 593.337 unidades del Supra.
Aunque el Supra MkIV fuese un coche rápido, eso no explica las legiones de fan que posee. Y tampoco es que en competición brillase mucho, salvo en el campeonato nipón de GT (el JGTC/Super GT) el Supra se hizo con el título en 1997, 2001, 2002 y 2005. No, el verdadero estatus de icono del Supra le llegaría al mismo tiempo y por el mismo canal que le llegó al Nissan Skyline GT-R, hoy GT-R.
Generación Gran Turismo
En 1997, salía al mercado el juego para PlayStation "Gran Turismo". Ese juego, que hizo que Sony vendiese consolas por doquier, nos permitió a muchos descubrir coches de los que nunca habíamos oído hablar. El éxito del juego, nos empujo a buscar más información, a saber más sobre esos coches.
En el caso del Toyota Supra, descubrimos que la versión MkIV con su 6 cilindros en línea biturbo 2JZ-GTE y cambio manual de seis marchas Getrag se prestaba sin quejarse a toda clase de preparaciones. Los tuners nipones eran capaces de extraer de ese motor hasta 700 CV sin necesidad de tocar el bloque motor. Y con preparaciones muchas extensas se podían sacar entre 800 y 1.000 CV (aunque muchas veces era con gasolina con un índice de octanaje de 100).
El auge en la prensa estadounidense de las preparaciones sobre coches nipones, los "imports", fue tal que esa moda cruzó el charco. Llegando primero al Reino Unido, vía la desaparecida Max Power, e inundando el resto del continente después. Ahí conocimos las alocadas preparaciones a las que se podía someter el Supra. Y fueron tantas que en la actualidad, cuesta encontrar un Toyota Supra MkIV conforme a la serie. Quizá no quede ninguno. Por supuesto, la fama defintiva le llegó con su papel estrella en la primera entrega de "Fast & Furious".
Así, el nuevo Toyota Supra tiene unos zapatos muy grandes que llenar. Aunque todo apunta a que el Supra se volverá a reinventar, como lo hizo a lo largo de su historia, para seguir mejorando generación tras generación.