En plena era de la electrificación, los míticos muscle cars americanos con potentes corazones V8 son una especie en peligro de extinción. Dos de los últimos modelos en decirnos adiós para reinventarse en clave eléctrica han sido el Dodge Challenger y el precioso Dodge Charger Daytona, cuya nueva gama llegará en 2025.
Pero no todo está perdido, ya que de vez en cuando salen a subasta auténticas joyas clásicas a las que poder dar una segunda vida, como este Dodge Charger Daytona original que pronto subastará Mecum y que parece recién salido de fábrica. Eso sí, podría venderse hasta 85 veces más caro respecto a lo que pagó por él su actual dueño.
Un pedacito de historia de las carreras de coches en EEUU
El próximo 17 de mayo, la casa Mecum pasará por el martillo en Indianápolis (EEUU) un Charger Daytona 1969 original (incluyendo su interior tapizado en piel blanca) en perfecto estado de revista, una oportunidad difícil de ignorar para los fans del modelo.
Desarrollado como parte de un programa de competición de la NASCAR, sólo se fabricaron 503 unidades, que hoy en día pueden llegar a costar cientos de miles de euros.
Las versiones más cotizadas llevan el tremendo motor 426 HEMI de la década de 1960 apodado 'elephant' (elefante en inglés) por su gran tamaño, aunque esta unidad monta el 440 Magnum de 7,2 litros.
Pese a que no tiene el mismo estatus legendario del HEMI, este bloque asociado a una caja de cambios manual de 4 velocidades ofrece 380 CV, directos a las ruedas traseras, pues va equipado con el sistema A33 Track Pak. Este Dodge Charger Daytona pesa en torno a los 1.870 kg y, en sus mejores tiempos, podía pasar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos.
Pero en la época dorada de las carreras, el legendario piloto Buddy Baker se puso a los mandos de un Daytona y alcanzó los 322,58 km/h en el autódromo de Talladega (Alabama, EEUU) convirtiendo a este guerrero alado en el primer coche de la NASCAR en superar la barrera de los 320 km/h.
Por si el bagaje del modelo no fuera ya una buenísima carta de presentación, esta unidad en concreto destaca por su rara combinación de colores, muy llamativa por el contraste entre el característico color de carrocería ‘Hemi Orange’ y el impoluto interior tapizado en color blanco, a juego con el inmenso alerón trasero o la decoración trasera.
Según la documentación que acompaña al coche, este fue vendido nuevo por ‘Manzi Dodge’ de Lowell, Massachusetts (EEUU) por 4.591 dólares de la época (poco más de 4.200 euros) y el próximo 17 de mayo podría alcanzar un precio estimado entre 375.000 y 425.000 dólares, o de entre 347.800 y 395.000 euros, aproximadamente.
No es de extrañar, pues este ejemplar no sólo es un ejemplo espectacular de diseño e ingeniería automovilística, sino también es parte importante de la historia de las carreras en EEUU.
Otros coches destacados de la próxima subasta de Mecum son un Shelby 427 Cobra de 1966, un Ford Shelby GT500KR de 1968 y un Lamborghini Aventador LP 780-4 Ultimae Roadster. Casi nada.