Seguro que os acordáis del espectacular Toyota FT-1. Aquél prototipo de la casa japonesa apareció por primera vez a comienzos de 2014 en el Salón de Detroit y posteriormente nos lo encontramos como una de las estrellas del videojuego Gran Turismo 6 en dos versiones diferentes. Desde entonces llevamos soñando con el retorno del legendario Toyota Supra, y puede que llegue en 2018.
Lo cierto es que Toyota y BMW llevan desde 2012 trabajando juntos, sumidos en el más absoluto hermetismo, en la plataforma de un deportivo híbrido con tracción a las cuatro ruedas. Para Toyota supondría la vuelta de un nombre ansiado por todos nosotros, Supra, mientras que BMW materializaría su deseo de crear un nuevo deportivo que rivalizase con los Porsche 911, un hipotético BMW Z5.
Misterio y secretismo apuntan a algo muy bueno
Durante estos cuatro años de alianza no hemos tenido ni una sola pista de qué es lo que traman con sus respectivos nuevos deportivos. Sólo se sabe que se ha visto un descapotable de BMW con mucho camuflaje que no era el Z4 y que en Toyota lo que quieren es un reemplazo del Supra, que también habría salido a estirar las piernas.
Las versiones alemana y japonesa llegarían a lo largo de 2018, lo que supone casi dos años de espera aún para disfrutar de su más ansiada creación en los últimos años. Pero si efectivamente el objetivo es 2018 y ya hay prototipos rodando en carretera, no puede faltar mucho para tener noticias sobre sus productos definitivos.
En base a los rumores que corren por la red, para la planta motriz se recurriría a un esquema híbrido con tracción a las cuatro ruedas, con un motor térmico de gasolina de origen BMW, todo ello montado sobre un chasis de fibra de carbono.
Tanto la marca de la hélice como Toyota aportarán toda su experiencia por separado en vehículos híbridos y eléctricos para el desarrollo del sistema de propulsión, además del ingente I+D llevado a cabo por Toyota con sus prototipos de carreras en Le Mans.
Pese a las similitudes técnicas de ambos modelos, cabría pensar que los desarrollos sigan caminos separados. No buscarán competir en la misma liga como hacen el Toyota GT86 y el Subaru BRZ, sino ser deportivos complementarios que satisfagan áreas diferentes dentro del mercado de los coches deportivos.
Si bien la plataforma es la misma, es más que probable que sea escalable para permitir adaptarse a las diferentes batallas que emplearían cada uno de los modelos, así el equipo alemán y el equipo japonés pueden trabajar en desarrollos absolutamente distintos sin hacer demasiados cambios ni alterar la estructura.
Un nombre que alza cualquier expectativa
Aún es una incógnita el nombre del deportivo nipón, no se sabe si conservará la denominación de su antecesor u optarán por otra diferente que le diferencie, ya que a nivel técnico será un vehículo infinitamente más avanzado, complejo y, seguramente, caro. Pero después de que en 2006 expirase la patente, Toyota volvió a registrar el nombre Supra en 2010.
Son ya 14 años los que llevamos esperando al nuevo Supra, y si el nuevo modelo sale parecido a un híbrido entre el prototipo FT-1 y el Toyota GT86, me atrevería a decir que nos haría muy felices a muchos apasionados del motor.
En cualquier caso, tanto secretismo y tanto trabajo de desarrollo sólo nos hacen soñar con dos nuevos deportivos que estén a la altura de las grandes expectativas que hay depositadas en ellos. El hype está por las nubes.
¡Ansiosos estamos por saber más!