Poco a poco los grandes deportivos (o no tan grandes, o ni siquiera tan deportivos) van diciendo adiós a las cajas de cambios manuales. Hace no demasiado hablábamos de cómo BMW habría tomado la decisión de deshacerse a medio plazo de los cambios manuales y ahora otro fabricante mítico de deportivos se deshace de las palancas de cambio: Ferrari.
Fue en el pasado Salón de París donde Michael Hugo Leiters, jefe de la oficina de tecnología de la casa italiana, afirmó que debido a la superioridad en el funcionamiento de las transmisiones automáticas sólo estas estarían en el los futuros coches del cavallino rampante. No hay caja de cambios manual que funcione mejor que una de doble embrague, así que se acabó.
En cierto modo era de esperar una decisión así en una fábrica como Ferrari, tan centrada en el rendimiento puro y en el lujo, que vive obsesionada por hacer coches cada vez más rápidos y agradables. Un camino que ya siguieron hace tiempo Lamborghini, McLaren o Mercedes-AMG.
Los principales perjudicados serán los amantes de las transmisiones manuales y los más puristas, a quienes se les acabará el placer de conducir un cavallino manual, salvo que tiren de modelos de segunda mano que dentro de poco serán más cotizados aún al ser una especie en vías de extinción.
¿Se acabó el punta-tacón? Por lo menos Porsche ya dijo que seguirá manteniendo versiones con tres pedales en su catálogo mientras sus clientes lo demanden, aunque se lo están poniendo muy complicado ellos mismos con su caja de cambios PDK.