El pasado jueves os comentaba que a los norteamericanos parece que les están empezando a gustar los coches diésel, principalmente porque ahora se fijan más en el consumo un coche (si véis anuncios y publicidad norteamericanos observaréis que el MPG ahora suele aparecer en grande) y porque ya les empieza a "doler el bolsillo" cada vez que llenan el depósito de combustible.
Así que compran más coches híbridos y coches diésel limpios (están subiendo sus ventas notablemente). Pero quien no se puede gastar tanto dinero en un coche nuevo tiene que buscar en el mercado de ocasión. Y resulta que los coches usados más eficientes, los que menos consumen, los compactos, los utilitarios, y también los híbridos están cotizándose mucho mejor que antes.
El precio de segunda mano de este tipo de coches ha subido en lo que llevamos de año, y mucho. De media ahora tienen un precio un 25% mayor que respecto al año pasado. Esto puede parecer sorprendete (y desde luego no es lo habitual), pero algunos propietarios han podido comprobar como el precio de su coche usado, no solo no ha bajado en este último año, sino que (milagrosamente) si lo venden ahora se sacarían unos cuantos dólares más por él.
La valoración no es caprichosa, la ha realizado la agencia de tasación Kelley Blue Book, cuya guía de precios se suele considerar oficial y bastante fiable. Parece que la revalorización ya ha tocado techo, y los precios no subirán más, sino que se mantendrán o quizás tenderán a descender suavemente si el precio de los carburantes desciende.
Esta última reflexión me parece un tanto inocente (y por supuesto lo digo con total respeto). Es posible que baje algo el precio del petróleo (de hecho lo normal es que fluctúe, según las semanas, 10 - 15 dólares arriba, 10 - 15 dólares abajo), pero no tengo nada claro que más allá del corto plazo, el precio vaya a bajar, y menos que baje tanto como para que lo noten (y lo notemos) al llenar el depósito.
Es tan fácil como volver la vista atrás, y ver qué precio tenía el petróleo (y sobre todo la gasolina, o también el gasóleo) hace cinco años, hace diez años, hace veinte años, y ver que ahora, no están más bajos que entonces, sino más caros (aunque por el camino haya habido subidas y bajadas, y otra vez subidas y otra vez bajadas). Ahí están los efectos de la inflación, y sobre todo que extraer petróleo cada vez cuesta más, porque hay que ir a buscarlo a sitios cada vez más complicados.
Sinceramente pienso que la mentalidad de los norteamericanos puede ir cambiando, aunque sea poco a poco, despacio y no en todas partes por igual (motivados principalmente por una cuestión de precios). Creo que podrán ir pasando de coches grandes con motores enormes, a coches más pequeños (que gasten menos) y a coches eficientes con nuevas tecnologías (aunque para ser eficiente tampoco hay que recurrir a tecnologías ultramodernas). Tiempo al tiempo.
Vía | Autoblog Green Más información | Kelley Blue Book En Motorpasión Futuro | Avión, el deportivo americano de los dos litros de consumo En Motorpasión | Los diésel "limpios" parece que están gustando a los norteamericanos