Días atrás Iván nos alertaba de la oleada de robos de catalizadores, y a esta llamada de atención debemos ahora añadir los robos de baterías de coches híbridos, que por lo que se ve empieza a darse en Estados Unidos. De momento se han registrado casos en San Francisco y Sacramento, en California, y también en Nueva York. Los vehículos afectados han sido Toyota Prius, un modelo que como sabemos es el superventas de los híbridos.
El modus operandi consiste, básicamente, en reventar el coche por la parte posterior, cortar los cables y extraer la batería del sistema híbrido. Un robo chapucero que se salda con un destrozo muy salvaje y con una factura abultada: aunque las piezasde repuesto están valoradas en aquellos lares entre 700 y 1.300 dólares (633 a 1.175 euros), los daños hacen aumentar el coste de la reparación hasta una suma que va de los 3.000 a los 7.000 dólares (2.700 a 6.330 euros).
De hecho, mientras que un mecánico tardaría una hora más o menos en extraer la batería con normalidad, desmontando los elementos que la cubren, se ha estimado que los ladrones tardan unos 20 minutos, aproximadamente, en completar la operación, lo que nos da una idea de cómo dejan el coche cuando lo seleccionan como objetivo. En este vídeo se aprecia uno de los casos detectados en San Francisco:
Por el momento, y para protegerse de estos robos, la medida que aconsejan los mecánicos que se han empezado a encontrar con estos casos va en el sentido de cambiar los tornillos originales de la fijación de las baterías por tornillos antirrobo, y asegurar las fijaciones con una lámina de metal.
Vía | Jalopnik
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