En Polestar (filial del gigante chino Geely) avanzan con paso firme para hacer realidad su compacto eléctrico a gran escala. De hecho, ni siquiera la pandemia ha impedido que el Polestar 2 empezara a fabricarse en la planta de Luqiao, desde finales de marzo, y que opera Volvo en China.
Pero al nuevo eléctrico aún le queda pasar por la fase más 'dolorosa': la de pruebas de choque preliminares para medir el rendimiento y la seguridad de sus baterías. Y en ello está.
Objetivo: proteger la batería en caso de colisión
La batería de 78 kWh se integra bajo el suelo del Polestar 2. Protegida por una caja de aluminio de alta rigidez, se ha diseñado para cancelar ciertas frecuencias vibratorias, actuando como un amortiguador para reducir los llamados ruidos, vibraciones y asperezas.
Según explica la firma deportiva, en el caso de un choque, la batería se desconecta automáticamente del resto del vehículo para garantizar que no haya conexión eléctrica. Para ello, el Polestar 2 equipa el llamado 'bloque SPOC' (Severe Partial Offset Crash por sus siglas en inglés), un cortafuegos.
Se trata de un un bloque de aluminio sólido deflector alojado en el borde inferior del cortafuegos delantero a cada lado del automóvil y diseñado para minimizar la intrusión de la rueda y otros objetos en la cabina y hacia la batería durante colisiones frontales.
Para compensar la ausencia de un motor de combustión, el sistema Front Lower Load Path crea una ruta de descarga de las fuerzas creadas por impactos frontales directos (por ejemplo contra un poste), protegiendo tanto a la batería como a los ocupantes.
El nuevo eléctrico también equipa una nueva generación de tecnología de Sistema Avanzado de Asistencia al Conductor (ADAS), que llegará a otros productos del Grupo Volvo Car: Pilot Assist, un sistema que proporciona asistencia de aceleración, frenado y dirección a una velocidad de hasta 130 km/h.
Y para mejorar la seguridad a bajas velocidades, Polestar 2 emite sonidos externos específicos como parte de su sistema de aviso acústico o -AVAS por sus siglas en inglés-, obligatorio en Europa desde el 1 de julio de 2019.
"No queríamos deliberadamente que Polestar 2 sonara como un robot o una nave espacial sinfónica. Queríamos sonidos muy naturales y sutiles que simplemente informaran a los peatones que el automóvil se está moviendo", explica el director ejecutivo de Polestar, Thomas Ingenlath.
Según la marca, los ingenieros de sonido han prestado especial atención al posicionamiento de los altavoces externos para garantizar que la forma en que se irradia el sonido del vehículo cumpla con los requisitos legales y garantice una experiencia cómoda tanto para los peatones como para los ocupantes del vehículo.
Todos los sistemas de seguridad activos y pasivos y funciones de asistencia disponibles se incluirán de serie en la edición de lanzamiento. Polestar tiene previsto que las primeras unidades de su fastback eléctrico (con un precio de partida que ronda los 60.000 euros) aterricen en Europa este verano, y posteriormente se empezarán a entregar ejemplares en China y en Norteamérica.
En Motorpasión | Los coches eléctricos que serán novedades de 2020, marca por marca