La burbuja de start-up chinas de coches eléctricos tiene un nuevo miembro a punto de debutar: Bordrin Motors. Fundada en 2016 por un ex ingeniero de Ford y General Motors, esta firma planea comenzar la producción en serie de su primer modelo este año, el iV6.
Se trata de un crossover eléctrico con aires Tesla que promete una autonomía de hasta 605 km (ojo, ciclo NEDC) y que saldrá a la venta en el primer trimestre de 2020. Queda por confirmar si llegará a Europa, y cuándo lo hará.
¿Un nuevo rival para el Tesla Model 3 o solo humo?
El iV6 se mostró por primera vez en el Salón del Automóvil de Shanghái en abril, junto con otro vehículo totalmente eléctrico, el iV7 y tres plataformas eléctricas originales, i-LP, i-MP e i-SP.
El crossover iV6 una longitud de 4.700 mm, una anchura de 1.905 mm y una altura de 1.649 mm, a lo que se le añade una distancia entre los asientos traseros y delanteros de 940 mm.
Usará una plataforma propia y contará con tres versiones: la básica con tracción delantera y motor de 120 kW (164 CV), una de autonomía extendida y otra de tracción a las cuatro ruedas de 230 kW (314 CV). Las autonomías van desde los 420 km si hacemos la conversión a WLTP hasta los 480 km para la versión tope.
Bordrin promete también carga rápida del 50 % de la batería en 30 minutos, tecnología V2G (Vehicle to Grid o dibireccional) y conducción autónoma nivel 2. En el interior encontramos un diseño austero con tres pantallas, dos táctiles de 12,3 y 10,25 pulgadas, y una de información frente al volante.
Bordrin tiene una empresa conjunta con FAW Xiali, una subsidiaria del fabricante chino de automóviles FAW, que a su vez tiene lazos con Volkswagen y Toyota. Es propiedad en un 80,1 % de Bordrin y tiene su sede en Tianjin, en el norte de China, con un capital social total 356,7 millones de dólares.
Ya en 2018 la start-up contaba con un equipo de más de 600 personas, con operaciones en Shanghái, Beijing y Oak Park, Michigan, en las afueras de Detroit. Por su parte, el centro tecnológico emplea a unos 90 ingenieros que desarrollan chasis, carrocerías y sistemas ADAS.
En una entrevista a Automotive News China, el fundador, Huang Ximing, dijo que su primer coche eléctrico tendrá un precio de alrededor de 32.000 dólares, aterrizando en el mercado en igualdad de condiciones con el Tesla Model 3.
De momento hay que mirar este anuncio con cautela. Dada la situación en el mercado chino, las medidas que está tomando el Gobierno para frenar la burbuja de start-up y el mal precedente que han sentado Nio, el llamado Tesla chino o Faraday Future, los inversores se lo van a pensar mucho.