Viendo los nuevos modelos de las marcas chinas, como los BYD Seal U, Xiaomi SU7 o XPeng, uno se da cuenta de la mejora a pasos de gigante que han logrado las marcas chinas en menos de 15 años. Ya no hablamos de copias baratas y descaradas, sino de modelos (casi) a la altura de las marcas europeas, surcoreanas o japonesas.
Aun así, existe todo un mercado en China de coches eléctricos baratos asimilables a nuestros microcoches donde inspirarse en modelos europeos es casi una obligación, como estos dos pseudo Rolls-Royce y Mercedes GLS. Pero en este caso copia descarada no significa cutre plasticoche.
Del Piaggio Ape al pesudo Rolls-Royce
Al parecer, según cuentan en Carscoops, el dúo ha sido expuesto recientemente en un evento de coches pequeños en el país, donde abundan los modelos inspirados en coches de lujo europeos y pickups estadounidenses.
El mini Rolls-Rocye Phantom es quizá el más curioso. Al igual que un Rolls-Royce auténtico, el diminuto coche luce una enorme calandra delantera con acabado cromado, aunque obviamente carece del famoso 'Spirit of Ecstasy'. Los faros también recuerdan a los del Phantom de la marca. El brillo azul de las bombillas, obviamente, delata su aspecto asequible y sencillo. La tira de LED a modo de luz diurna debajo de los faros principales enfatiza el aspecto un tanto hortera del coche.
La inspiración en el mítico modelo Phantom de la marca es menos evidente que en el resto del coche. En los laterales del coche se aprecian los tiradores de las puertas delanteras y traseras de tipo suicida, como en el Phantom, y nada más. Las formas del coche no se asemejan en nada al Rolls-Royce.
La réplica del Mercedes-Maybach GLS parece ser el mismo coche que el Phantom, aunque con un frontal diferente. El frontal inspirado en Mercedes con su calandra Maybach se integra a la perfección en el diseño general del coche.
Los interiores del dúo no son tan lujosos como los de un Rolls-Royce o un Mercedes, obviamente. Sin embargo, tampoco son súper básicos. Son una copia descarada del salpicadero de los Mercedes Clase A, CLA, GLA y GLB. El único display incorpora la pantalla de infoentretenimiento y el cuadro de instrumentos digital, la luz ambiental y las bocas de ventilación circulares, son en sus formas similares a lo que propone Mercedes.
El precio de estos dos “coches” eléctricos ronda los 14.000 yuanes cada uno, es decir, algo menos de 2.000 euros. Evidentemente, aunque tengan cuatro ruedas no son realmente coches. Entran en la categoría de los “Coches Eléctricos de Baja Velocidad”, o Low Speed Electric Vehicle (LSEV).
Este segmento nació de lo que eran antiguamente vehículos con motor de combustión interna destinados a las personas mayores, a los discapacitados y vehículos de reparto. Muchos de ellos se inspiraron en el mítico triciclo Piaggio Ape de 1946. Con el tiempo, estos vehículos fueron ganando cuatro ruedas y más asientos.
Los fabricantes de este tipo de vehículos vieron en la electrificación una respuesta a todos sus sueños, con una batería y un motor eléctrico más potente que se puede poner en cualquier parte del coche, podían al fin diseñar y crear todo lo que querían de manera mucho más fácil y aún más barata. De ahí, la inmensa proliferación de marcas chinas de “coches eléctricos”.
China intentó poner un freno a nivel estatal a la proliferación de este tipo de coches, pero la regulación de los LSEV, así como de los patinetes y las bicicletas, recae en los gobiernos locales de las ciudades. Y ningún gobierno quiere perjudicar a la industria local ni a los usuarios, que por un precio muy asequible tienen acceso a algo que parece un coche. Así, en China es un sector tan boyante como el de los coches eléctricos.
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