Uno de los varios escollos que frenan el auge del coche eléctrico en España es la falta de puntos de recarga en general. ¿Y qué hacer cuando no hay? La solución para este automovilista granadino ha sido la de conectarse de forma ilegal a las farolas públicas haciendo un puente. Porque ´él lo vale.
Ocurrió en la villa de Poio (Pontevedra). Según explica la prensa local, el electricista de profesión conectó su Renault Twizy a un poste de alumbrado público robando -presuntamente- la corriente para "poder recargar la batería del coche eléctrico directamente y así viajar de forma gratuita".
La policía local de Poio lo pilló in fraganti el pasado 18 de agosto con su Twizy enchufado a la red de alumbrado público. Se le acusa de un delito leve de defraudación de energía eléctrica.
Las farolas como punto de carga para coches eléctricos
En España faltan puntos de recarga, ya sean puntos de carga rápidos o de carga lenta. De hecho, España tiene la mitad de puntos de recarga que Alemania y la gran mayoría son de carga lenta.
Y es que la infraestructura de recarga está muy lejos de ser tan densa como para poder satisfacer a todas las necesidades, viajar en coche eléctrico implica condicionantes, pues hay que planear el viaje y las rutas en función de los puntos de carga.
Con un coche gasolina o diésel, se sabe que cerca de donde estemos siempre habrá una gasolinera. Con un coche eléctrico, lo del punto de carga cerca es muy relativo. A no ser que se pudiera recargar en las farolas.
La actuación de este automovilista no deja de ser ilegal, sin embargo la idea de usar las farolas para poder recargar los coches eléctricos no es del todo descabellada. Varios municipios de Europa ya lo están probando, como Londres, donde el barrio de Westminster ya hay más de 1.400 farolas con puntos de carga, o más recientemente, Valencia.
También en los Países Bajos, se empiezan a usar las farolas para cargar coches eléctricos. La ciudad de Arnhem cuenta con 150 farolas que suponen 300 puntos de carga.
En todos los casos son puntos de carga lentos, pero aportan una solución de movilidad. La infraestructura de las farolas ya está instalada, aunque requiera en ocasiones actualizarla para soportar la demanda, y sobre todo permitiría a residentes sin plazas de parking poder recargar un coche eléctrico.
Foto | Pontevedra Viva