Llega el Salón de Múnich, y llega la gran ofensiva de novedades de los fabricantes alemanes. Uno de los modelos más representativos es la idea lanzada en forma del BMW iX5 Hydrogen.
Se trata de un prototipo en el que la firma de la hélice vuelve a apostar por la movilidad sostenible basada en la pila de combustible de hidrógeno y un paso más en el abanico de opciones al incluir también una batería de alta densidad.
El BMW iX5 Hydrogen es algo más que un prototipo
El Salón de Múnich se va a celebrar a partir del próximo 7 de septiembre, y lejos de ser un canto al viento, lo que BMW va a exponer allí son prototipos funcionales del BMW iX5 Hydrogen. Tan funcionales como que ya están realizando pruebas en carretera y su aspecto parece ser muy próximo al de un coche definito.
Además, los BMW iX5 Hydrogen que la marca tendrá en Múnich estarán a disposición de los asistentes para realizar pruebas de conducción en una demostración más de su viabilidad. En realidad es el siguiente paso en la evolución del prototipo BMW i Hydrogen NEXT que la marca presentó por primera vez en 2018.
Por fuera los BMW iX5 Hydrogen lucen un aspecto similar al X5, aunque con algunas modificaciones. Al margen de la librea azul sobre fondo blanco, el SUV grande a hidrógeno se distingue del modelo base por unas llantas específicas de 22 pulgadas con inserciones aerodinámicas, el entramado de la parrilla delantera y las tomas de aire y los añadidos en el paragolpes trasero.
Estos elementos están realizados mediante impresión digital y además se ha buscado la sostenibilidad calzando neumáticos Pirelli confeccionados con goma y rayón de origen natural.
Pero las grandes novedades del iX5 Hydrogen por supuesto están en su interior, donde esconde una mecánica única. Lejos de ser un eléctrico más, cuenta con la tecnología de pila de combustible y se combina con la quinta generación del sistema eléctrico eDrive.
La célula de hidrógeno produce 125 kW (170 CV) con el vapor de agua como único residuo, mientras que el motor eléctrico BMW eDrive ofrece 275 kW (374 CV) que son los encargados de mover el vehículo. Por supuesto que este motor también hace las veces de generador en fases de deceleración para recuperar energía cinética.
El almacenamiento corre a cargo de dos tanques de hidrógeno de 700 bares realizados en plástico reforzado con fibra de carbono con unos 6 kg de capacidad. Y hasta aquí los datos ofrecidos por la marca.
Si no ha habido cambios (que suponemos que sí) con respecto a lo que anunciaron para el i Hydrogen NEXT, la autonomía podría rondar los 700 km a cambio de cuatro minutos de repostaje en una hidrogenera.
La batería de alta densidad será la encargada de acumular la electricidad destinada al motor y contará con la última tecnología de la marca bávara, aunque no han revelado por el momento cuál es su capacidad, ni la potencia de recuperación, ni qué tipo de células utiliza.
La intención de BMW es que si todo va bien, el BMW iX5 de producción llegue al mercado en el año 2024 para complementar la familia i que poco a poco está cogiendo más cuerpo, y que en 2025 los coches de pila de combustible hayan igualado el precio y los costes de fabricación de los coches de combustión (una afirmación bastante optimista). Antes de eso, en 2022, BMW anuncia series cortas del iX5 Hydrogen a modo de coches de demostración y pruebas.
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