Data de 1905 y se ha vendido en subasta por 632.500 coronas danesas (84.777 euros). Para los amantes del rigor incluso en los temas más lúdicos, diremos que un Tesla Model S puede salir por un precio que va desde los 66.800 euros del más básico, hasta los 93.400 euros del Tesla Model P85D, precios franco fábrica. Ah, pero el Woods Electric Style 214A Queen Victoria Brougham es otra cosa. Con una pieza de colección como esta, tu vida no puede volver a ser lo mismo.
No, porque esta unidad, la nº 284, es la única que queda del modelo. Este superviviente de la Woods Motor Company data de aquellos tiempos, ya lejanos, en los que los coches eléctricos estaban llamados a sustituir a los carros tirados por caballos —luego vinieron los lobbies del petróleo y cambió la historia, y también el curso de la Historia. Para el momento que le tocó vivir, las prestaciones del Queen Victoria Brougham eran... si no de infarto, al menos sí de angina de pecho.
a las cuatro ruedas, frenos traseros de tambor y suspensión por ballestas completamente elípticas.
Era una de las piezas clave de la Woods Motor Vehicle Company, una firma fundada en Chicago (Illinois, Estados Unidos) allá por 1899. Entre sus padres estaban August Belmont, creador del circuito Belmont Park de Long Island (Nueva York), varios hombres de negocios canadienses, el confundador de la Edison General Electric Samuel Insull... y nada menos que los ejecutivos de ¡la Standard Oil! La principal petrolera estadounidense del momento, artífice entre otras cuestiones de la muerte del tranvía en Los Ángeles —apasionante historia que nunca está de más refrescar.
La empresa se formó con un capital de 10 millones de dólares de la época, con el objetivo de fabricar 500 coches al año, y entre sus desarrollos estuvieron algunos coches híbridos en 1916, junto a otros vehículos propulsados a gasolina que también fabricaron. Pese a todos los intentos de salir adelante, la Woods Motor Vehicle Company echó el cierre en 1918.
El testimonio que ha quedado de aquella aventura empresarial salió al mercado hace ya más de un siglo con un precio de 3.000 dólares de la época, el equivalente a unos 71.000 dólares de hoy (o unos 63.260 euros, más o menos). Hablamos de una pequeña berlina de 1.829 mm de distancia entre ejes, de cuando los voladizos eran cotas anecdóticas, que pesa 1.179 kg. Este superviviente se ha mantenido al día con unas baterías ligeras que admiten recarga rápida. Renovarse o morir.
Y si echamos cuentas a su relación con el Tesla Model S, en realidad todo, absolutamente todo, se resume en un comentario que le leí ayer a Julio Alonso, CEO de Weblogs SL:
Si es que lo de los coches eléctricos es como lo de los PC: siguen valiendo lo mismo, pero ahora traen más cosas.
¡Buena analogía, jefe! (nota para ti, lector: se acerca Navidad y hay que procurarse el aguinaldo).
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