El sueño húmedo de todo aficionado a los clásicos es encontrarse algún día con un coche mítico o una colección abandonados en una granja, eso que en el mundillo se conoce por la expresión inglesa “barn find” (algo así como encontrado en un granja o granero).
Aunque este tipo de hallazgos era algo más habitual en los años 80 y 90, de vez en cuando todavía aparecen algunos tesoros, como la colección Baillon, en Francia. Sin embargo, cada vez es más común encontrar coches de gran valor medio abandonados en parkings de las grandes ciudades. O incluso dentro de los apartamentos. El último ejemplo es un Ferrari 250 GT Pininfarina Coupé escondido en el interior de un apartamento de Hollywood.
Piso de una habitación decorado con un Ferrari 250 GT
La historia de este coche es de lo más curiosa. El Ferrari 250 GT 'PF' salió de fábrica en diciembre de 1959. Fue vendido nuevo en California vía John von Neumann. Ese primer dueño lo vendió julio de 1975 a un empresario californiano. Éste disfrutó del coche durante unos ocho años y luego decidió restaurar el coche por completo. El V12, por ejemplo, fue restaurado en el taller del famoso piloto Briggs Cunningham, mientras el coche estaba desmontado para restaurar el chasis y la carrocería.
Sin embargo, al parecer, Hollywood en los años 80 no era u sitio muy seguro, según el dueño del coche. Así, mientras el coche se iba restaurando tenía que guardarlo en un sitio seguro. Y no se le ocurrió otra cosa que utilizar uno de los numerosos apartamentos que posee en un bloque de viviendas. Cortaron la pared, metieron el coche desmontado dentro, y volvieron a poner la pared y la puerta de entrada, como si aquí no hubiera pasado nada. Salvo que dentro de ese estudio había un Ferrari 250 GT.
Al jubilarse, ese empresario decidió vender muchas de sus propiedades y una de ellas es este proyecto de Ferrari sin terminar. El nuevo dueño, que desea conservar el anonimato, contó esta historia en detalle a Petrolicious, donde además hay muchas más fotos de este sorprendente hallazgo.
Si las paredes hablasen
El caso de este Ferrari 250 GT 'PF' es sin duda inusual, pero no es el único caso de clásico exclusivo escondido en una ciudad o incluso emparedado. Algunos recordareis el caso del Dino 246 GT enterrado en el jardín trasero de una casa de Los Angeles.
Más tarde salió también a la luz el Ferrari Daytona 365 GTB/4 Daytona de 1971 que pasó 25 años sobre unos ladrillos (para no colapsar las suspensiones) y bajo unas lonas en un aparcamiento subterráneo de un bloque de viviendas de Toronto. Se vendió tal cual por 770.000 dólares en una subasta de RM Sotheby's en 2014.
El otro caso algo famoso de coche emparedado es del Lamborghini 400 GT 'Monza'. Sobre la base del Lamborghini 400 GT Coupé, los hermanos Neri & Bonacini, carroceros italianos, realizaron esta unidad única en 1966. Fue expuesta en el Salón de Barcelona de 1967, pues era una de las maneras más fáciles de vender un coche único y/o especial en Europa.
En una España donde las importaciones estaban limitadas por drásticas cuotas, los importadores para satisfacer la demanda de coches para los más pudientes se inventaban marcas y modelos nuevos para obtener una autorización y así cumplir con la ley. Fue el caso de este Lamborghini 400 GT 'Monza' adquirido por un empresario y deportista madrileño. Lo tuvo durante un tiempo hasta que, en 1970, lo emparedó en los bajos de un local comercial que poseía en una céntrica calle madrileña. No fue hasta finales de los años 90 que sus herederos encontraron el coche. En 2005 fue vendido a un coleccionista inglés.
Más recientemente salió a La Luz el caso de este BMW M1 abandonado a su suerte en un garaje.
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