Cuando un modelo es un éxito, los responsables de desarrollo tiene la enorme responsabilidad de repetir el éxito con la generación siguiente. En más de una ocasión, caen en la lógica y predecible tentación de evolucionar sutilmente el modelo para no correr riesgos. Si algo funciona ¿por qué cambiarlo, no?
Aún así, de vez en cuando, los responsables deciden romper con el pasado y reinventar el modelo. Ya sea para bien o para mal, es algo que decide el mercado. En más de una ocasión ha sido un error y la marca tuvo que dar marcha atrás y volver a los orígenes. Sin embargo, la mayoría de las veces, ese cambio ha sido todo un acierto. Estos son nueve coches que renegaron de sus padres.
Por supuesto, no son todos los que están ni todos los que son. Algunos modelos podrían estar en la lista, pero sus cambios se deben más a la evolución natural del mercado (lo que pide el cliente) que a un cambio radical.
Así, el Nissan Pathfinder, por ejemplo, que en su última generación abandonó el chasis de largueros y travesaños por un monocasco. Los puristas argumentarán que es un cambio drástico, y en el fondo lo es, pero que sea con un clásico chasis de largueros y travesaños o de monocasco, la clientela compraba el Pathfinder como coche familiar, no por sus aptitudes off-road. Y en ese sentido, no ha cambiado.
Del mismo modo, el Volkswagen Beetle actual no ha realmente renegado de la primera generación. Es cierto, ha cambiado su arquitectura dejando el “todo atrás” refrigerado por aire por el “todo adelante” refrigerado por agua, pero su diseño y su relativa practicidad siguen siendo las mismas -más o menos-, por lo que realmente sólo se ha ceñido a seguir la evolución técnica.
Chrysler Pacifica: ¿a contra corriente?
El Chrysler Pacifica es un caso extraño. El nombre se usó por primera vez en 1999 para un concept car derivado del Chrysler Town&Country, es decir, “nuestro” Chrysler Voyager. En 2002, en el Salón de Nueva York, el Chrysler Pacifica es un crossover. Este cruce de SUV, station wagon y de monovolumen. Es un coche lujoso, equipado con V6 -de 200 a 250 CV- y disponible en tracción delantera e integral. En 2007 deja de fabricarse.
Casi diez años después, el Chrysler Pacifica es el sustituto del Chrysler Town&Country/Voyager. Es ahora el clásico monovolumen “full size” al estilo de Detroit, con puertas corredizas, butacas para todos y falsa madera en el salpicadero -según acabados-. Existe también, por primera vez, en versión híbrida enchufable.
Honda Civic: reinventado el corazón de la marca
El Honda Civic es probablemente el modelo que más ha cambiado a lo largo del tiempo y sus diez generaciones. Honda estuvo a punto de abandonar la fabricación de automóviles a principio de los años 70, cuando el éxito del Civic hizo cambiar de idea a la dirección de la empresa.
El pequeño coche, disponible en 3 y 5 puertas, que debutó como un modelo económico a medio camino entre un segmento B y un segmento C, aprovechó la crisis del petróleo de 1973 para conquistar el mundo. En las siguientes generaciones, el coche fue creciendo y el tipo de carrocerías se multiplicó: hatchback, de 3 y 5 puertas, sedan y station wagon se unieron a la gama.
Ahora, en su décima generación, el Honda Civic nos llega renovado, con un diseño polarizante, y con dos carrocerías: hatchback (de 5 puertas) y sedan.
Kia Sportage: de SUV urbano por accidente a superventas
El Kia Sportage original fue todo un éxito de ventas para la firma surcoreana. Inicialmente desarrollado con la mecánica y la transmisión del Mazda Bongo -un industrial ligero- sobre un chasis de largueros y travesaños, su objetivo era el de ser un auténtico todoterreno. Sin embargo, la clientela europea del Sportage (fabricado en las instalaciones alemanas de Karmann para nuestro mercado) lo vio como un SUV urbano, rival del Toyota RAV4, a buen precio.
Desde 2004 y hasta la fecha, el Kia Sportage se ha convertido en lo que la clientela quiso que fuera, un SUV más a gusto sobre el asfalto que salvando obstáculos en el monte. El chasis pasó a ser de tipo monocasco y la tracción trasera dejó paso a la tracción delantera. Lo que no ha cambiado es la tracción integral para los acabados más altos.
Mercedes Clase A: reinventarse o morir
El Mercedes Clase A de 1997 fue la primera incursión de la firma de la estrella en el segmento C y lo hacía con un tracción delantera. Y el Clase A, ese pequeño monovolumen, se hizo tristemente famoso tras una prueba de esquivo en Suecia. Siempre quedó una sombra de duda sobre la pertinencia de esa prueba, pero lo bueno es que todos los Clase A pasaron entonces a equipar el ESP de serie.
El modelo fue un éxito y en 2004 la segunda generación no cambió la fórmula. Sin embargo, en 2012 todo cambió. El Mercdes-Benz Clase A dejó de ser un monovolumen para convertirse en un compacto en toda regla. Audi A3 y BMW Serie 1 tenían un nuevo rival. Uno de los pocos puntos en común que quedan entre los dos modelos es la tracción delantera.
Peugeot 5008: allá donde me lleve la clientela
El Peugeot 5008 es ese monovolumen de siete plazas derivado del Citroën C4 Grand Picasso. Aparte de repartir los costes de desarrollo entre Citroën y Peugeot en el seno de PSA, la propuesta de Peugeot era la de un diseño más clásico, casi anodino.
La nueva generación de Peugeot 5008 sigue los deseos de la clientela. El monovolumen está casi muerto en Europa, mientras que las calles se llenan de SUV. Así que la evolución lógica de ese coche familiar por excelencia es la de convertirse en SUV.
Renault Espace: ¿quién ha dicho monovolumen?
El Renault Espace tiene un hueco especial en la historia del automóvil. El que fuera precursor del segmento del monovolumen en Europa ha dado la espalda a su pasado y tras cuatro generaciones siendo el mejor monovolumen del mercado en términos de modularidad y habitabilidad, el Renault Espace se ha convertido a la religión del crossover.
Mezcla de SUV y monovolumen -por su carrocería- el Renault Espace actual no tiene nada que ver con sus antepasados. Sí, puede llevar hasta siete personas, pero olvídate de la posibilidad de mover las butacas traseras y girarlas; el nuevo Espace tiene la habitabilidad de un station wagon grande, no la de un monovolumen.
Toyota Supra: de simple versión a auténtico deportivo
En 1979, Toyota presenta una versión más potente y agresiva del Celica, el Celica Supra (considerado hoy el Supra MkI). Su 6 cilindros en línea de 2.6 litros entrega la friolera de 110 CV. No era precisamente un deportivo, ni siquiera para los estándares de la época, pero abrió el camino.
En su cuarta y última generación (hasta la fecha), el Supra ya era un modelo propio en la gama de Toyota desde 1986, pero sobre todo fue un deportivo capaz de tratar de tú a tú con Porsche. La versión tope de gama equipaba un 6 cilindros en línea biturbo de 320 CV. En su día, fue el Toyota más potente jamás fabricado. Con un 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos.
SEAT Toledo: no me hallo
El SEAT Toledo es el coche de las múltiples caras. El Toledo de primera generación, un sedan de cinco puertas (sí, no es un error 5 puertas en una berlina), fue el primer modelo desarrollado después de la toma de control de SEAT por parte de Volkswagen. Diseñado por Giugiaro, el coche fue un éxito comercial para la marca.
La segunda generación, de corte más clásico esta vez, era una berlina de cuatro puertas también diseñada por Giugiaro, visiblemente más inspirado que para la primera generación. Se mantuvo en producción de 1998 a 2004. Con la renovación de la gama y el nuevo lenguaje estético desarrollado por Steve Lewis, el nuevo Toledo se convirtió en una suerte de monovolumen con una zaga a lo Renault VelSatis que no convenció a nadie. En 2009, dejó de fabricarse.
No sería hasta 2012 que el Toledo volvería a la gama SEAT. Está vez bajo la forma de un cinco puertas con carrocería de dos volúmenes y medio y con un posicionamiento en la gama inferior a la de sus predecesores. El Seat Toledo actual se sitúa entre el Ibiza y el León, siendo un clon del Skoda Rapid. Sin embargo, conserva de la primera generación un volumen de carga inmenso.
Bonus Track: Ford Mustang, el que se reconcilió con los padres
El Ford Mustang es todo un icono. La última generación mantiene viva la llama del pony car, el deportivo asequible (de hecho, es el más vendido del mundo). La primera generación y sus restylings se mantuvieron fiel al concepto de coche sencillo, asequible con un enorme V8 delante. Pero en 1974, todo cambió con el Mustang II.
El Mustang II abandonó el V8 en favor de un V6 desarrollado por Ford Alemania. El coche era más pequeño y su diseño menos agraciado. Desde entonces y hasta el último restyling de la tercera generación, el Mustang no volvió a despertar pasiones entre los aficionados. Aunque el estatus de icono no le volvería hasta la cuarta generación y su diseño lleno de guiños al modelo original.
Aún así, el Ford Mustang II fue un éxito comercial para Ford (casi 400.000 unidades vendidas el primer año) porque llegó, por suerte para Ford, en plena crisis del petróleo. Además, permitió que se mantuviera vivo el nombre de Mustang.
En Motorpasión | Tres hombres y una ametralladora: así impulsaron Hitler y Porsche la creación del Volkswagen ; Así de rebuscada puede ser la creación de un coche: la verdadera historia del Renault Espace