Lamborghini 350 GTV. Tenía el corazón tan grande, que no le cabía en el cuerpo

La Historia del automóvil está plagada de anécdotas curiosas y leyendas, cuya veracidad no es importante, siempre que sean bellas. El nacimiento de Lamborghini como marca es un tanto rocambolesco y el 350 GTV, el primer modelo de la saga, contradice la frase: lo que mal empieza, mal acaba.

A principios de los 60, el industrial italiano Ferruccio Lamborghini había hecho cierta fortuna fabricando tractores. En el tiempo en que nacieron The Beatles y John F. Kennedy llegaba al poder, Ferrari era el objeto de deseo de cualquier amante de los coches con dinero. Ferruccio compró uno que le dio muchos problemas.

Sus quejas ante el fabricante de deportivos no tuvieron respuesta. Cuenta la leyenda que un día llevó su protesta hasta el mismo Enzo Ferrari, quien le despachó con malos modos invitándole a que se ocupara de sus tractores y le dejara a él los problemas de los coches.

Lamborghini 350 GTV, el coche que nació de un enfado

El episodio con Enzo supuso un gran disgusto para Ferruccio Lamborghini, que decidió fabricar su propio deportivo y “construir un coche mejor que un Ferrari”. Como buen Tauro, que dicen son bastante tercos, Lamborghini puso en marcha su proyecto con la construcción de una fábrica en Sant’Agatha.

La impaciencia de Ferruccio le llevó a comenzar su aventura antes de tener las instalaciones en marcha, y los primeros pasos para la construcción del 350 GTV se iniciaron en la fábrica de tractores en Cento, su pueblo natal.

El motor que habría de animar la macchina no podía ser otro que un V-12, diseño que encargó a Giotto Bizzarrini, quien recientemente había dejado Ferrari. El primer rugido de la bestia se escuchó el 15 de mayo de 1963. La potencia de salida en las primeras pruebas fue de 350 CV DIN a 8.000 rpm. Lo que hubiera dado por estar allí y escuchar esa música celestial…

La idea de Ferruccio Lamborghini era otra, no quería un brusco coche de carreras, sino algo más civilizado y suave. Bizzarrini redujo la salida a sólo 270 CV a 6.500 rpm para el futuro coche de producción.

El chasis de tubo cuadrado de acero utilizado para este prototipo, fue realizado por Neri & Bonacini en Módena. Muchas partes del motor fueron fabricadas por ATS Microfusioni, en Sasso Marconi (Bolonia). La caja de cambios era una ZF, completada por un diferencial Salisbury axle.

La carrocería del Lamborghini 350 GTV fue diseñada por Franco Scaglione y construida por la fábrica de carrocerías Sargiotto de Turín. El color escogido para el modelo fue azul metálico. Todos los componentes fuero montados por primera vez por Automobili Lamborghini SpA.

La presentación del prototipo

El Lamborghini 350 GTV fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín de 1963. Allí estaba para asombro de los visitantes el flamante prototipo, con su motor expuesto al lado. La razón de tan singular presentación… el motor no cabía dentro del coche.

Aquel diseño que tenía el corazón tan grande, que no le cabía en el cuerpo, fue almacenado y, en cierta medida olvidado, durante 20 años. Posteriormente fue restaurado, pintado en otro color (tono verdoso) y teniendo como no, que modificar el chasis.

Aunque inicialmente se restauró con la idea de exhibirlo en el museo de la marca, pasó a manos de un coleccionista privado japonés. Años después el 350 GTV fue recuperado por Automobili Lamborghini SpA, y ahora puede disfrutarse en su museo.

Por alguna razón nadie tuvo en cuenta las medidas de los carburadores verticales, y con el motor montado no cerraba el capó. Esta pequeñez sin importancia no tuvo consecuencias y Lamborghini saltó a la élite del automóvil deportivo para la posteridad.

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