En la década de 1960, Fiat dominaba prácticamente todos los segmentos del mercado automovilístico, pero las berlinas de lujo seguían siendo territorio de marcas como BMW y Mercedes-Benz. Para intentar cambiar esto, la firma italiana lanzó en 1969 el espectacular Fiat 130.
Con un diseño elegante, unos acabados de máximo nivel, un completo equipamiento y un motor desarrollado por el gran Aurelio Lampredi, el 130 representaba el máximo refinamiento de Fiat, aunque su elevado precio y la crisis del petróleo limitaron su éxito comercial.
Acabó siendo tan exclusivo que fue el coche preferido de personalidades de la época como actores de Hollywood o el mismísimo Commendatore: Enzo Ferrari. Sobre todo, en su versión Coupé firmada por Pininfarina.
Un Fiat con aspiraciones de lujo y potentes argumentos para serlo
El Fiat 130 hizo su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1969. Diseñado por el ilustre Gian Paolo Boano (padre de otros modelos ilustres como el Aurelia B20), era un sedán de cuatro puertas con unas dimensiones generosas: 4,7 m de largo, 1,8 m de ancho y una distancia entre ejes de 2,7 m.
Su carrocería presentaba líneas elegantes y limpias, con una superficie acristalada generosa que le daba un aire de sofisticación. Para mover un coche de este porte, Fiat necesitaba un motor a la altura. Como no había una mecánica adecuada en su gama, la firma recurrió a Aurelio Lampredi, responsable de algunos de los motores más icónicos de Ferrari.
El resultado fue un V6 a 60º de 2.8 litros con 140 CV a 5.400 rpm. Asociado a una caja de cambios automática BorgWarner de tres velocidades (aunque también se ofreció un cambio manual), el Fiat 130 incorporaba además suspensión independiente en las cuatro ruedas y frenos de disco en las cuatro ruedas.
El equipamiento era otro de sus puntos fuertes, con opciones como aire acondicionado, radio, diferencial de deslizamiento limitado y tapicería de cuero. A pesar de su calidad y refinamiento, el Fiat 130 no logró conquistar al gran público.
Sus prestaciones eran modestas comparadas con sus rivales alemanes, y su precio resultaba demasiado elevado para la época (y para un coche con el emblema de Fiat en el capó). Por ello, en 1971 la marca italiana encargó a Pininfarina el diseño de una versión coupé con el objetivo de atraer a un público aún más exclusivo.
El Fiat 130 Coupé: un diseño de Paolo Martin
El 130 Coupé, diseñado por Paolo Martin dentro de Pininfarina, presentaba un diseño completamente distinto al de la berlina, con líneas más modernas y faros rectangulares. Su motor también creció hasta los 3.2 litros, alcanzando 165 CV a 5.600 rpm.
Sin embargo, sus prestaciones seguían sin ser las más espectaculares: su velocidad máxima no llegaba a los 200 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos. Lo que sí destacaba era su refinamiento y elegancia, por lo que personalidades como Enzo Ferrari, Sophia Loren y Marcello Mastroianni lo eligieron como coche personal. Incluso Juan Domingo Perón, que fue Presidente de Argentina, tuvo uno, aunque nunca llegó a usarlo.
El 130 Coupé se produjo entre 1971 y 1977 en la fábrica de Fiat en Turín y en las instalaciones de Pininfarina en Grugliasco. Sin embargo, su llegada al mercado coincidió con la crisis del petróleo, lo que limitó su producción a 4.294 o 4.491 unidades, según las fuentes. De ellas, apenas un 15 % se fabricaron con cambio manual, lo que las hace especialmente especiales.
El Fiat 130 y su relación con SEAT
En 1967, SEAT y Fiat firmaron un acuerdo de colaboración que ampliaba la relación entre ambas marcas. En dicho acuerdo, Fiat aumentaba su participación en SEAT hasta el 36 % y la marca española obtenía sobre el papel la “libertad absoluta de exportación” de sus modelos. También se le concedía la “libre elección de los modelos Fiat a fabricar”.
Sin embargo, la realidad del mercado era bien distinta: Fiat tenía una red de distribución mucho más consolidada y precios más competitivos, lo que limitó la verdadera capacidad de SEAT para exportar sus modelos. En cuanto a la fabricación de modelos Fiat en España, la firma italiana decidió ceder a SEAT la producción del 124, pero nunca consideró viable fabricar el Fiat 130 en la Zona Franca de Barcelona.
En aquel momento, la berlina más grande de SEAT era el 1500, basado en el Fiat 2300, y la llegada del 130 suponía un reto técnico y comercial que nunca se concretó. Así, el modelo más lujoso de Fiat nunca estuvo al alcance del mercado español con la insignia de SEAT. El que sí llegó fue el 131.
En total, se fabricaron alrededor de 15.000 unidades de la berlina y menos de 4.500 del coupé. Hoy en día, el Fiat 130 es un coche buscado por coleccionistas, en parte por su exclusividad y en parte por su diseño atemporal y elegante. Paradójicamente, este Fiat que no pudo vender SEAT y que no tuvo un éxito masivo en su tiempo terminó siendo uno de los modelos más icónicos de la marca, admirado por entusiastas y considerado un capítulo singular en la historia del automóvil italiano.
Imágenes: Fiat, Documentos del motor