Lo reconozco, tengo una debilidad por las carrocerías un tanto extrañas. Me fascinan los pick-ups de carretera, tipo Ute y Chevrolet El Camino. Y también los shooting brakes, conocidos en el continente como breaks de caza. A la mayoría del público, esos coches les parecerán aberrantes, mientras que el resto levantaría una ceja denotando su perplejidad en un silencioso pero muy evidente "¿por qué?"
Aunque puedan parecer carrocerías recientes, son en realidad casi tan antiguas como el propio automóvil. El nombre, que por una vez no viene del francés sino del inglés, lo explica todo. Lo de "Shooting" es bastante evidente, se trata de disparar. Sin embargo el uso de "Brake" es menos evidente. Al parecer, "brake" es el término inglés de mediados del Siglo XVI para designar una jaula y más tarde una estructura o un armazón, dicho de otro modo, un chasis.
A principios de Siglo XX, en la nobleza británica todavía era muy habitual invitar a los Lords y Sir con los que querías hacer negocio a partidas de caza. El problema es que hacer chopocientos viajes de ida y vuelta al castillo con tu Rolls-Royce o Hispano-Suiza de turno para traer a tus invitados y a los perros no era práctico. Pronto, algunos Lords empezaron a pedir coches adaptados a esos menesteres cuya parte trasera tenía una estructura para ello, es decir, un "brake" adaptado.
El tiempo pasó y este tipo de carrocería se ha convertido en una rareza en la producción automóvil mundial. Y aunque modelos ilustres como el Volvo P1800 ES, el Lancia Beta HPE o el BMW Z3 Coupé se hayan atrevido con éxito con esta peculiar carrocería, el break de caza sigue siendo una excepción.
A los diseñadores les encantan os shooting brakes, pues muchos son los concept cars que apuestan por esta carrocería, desde el Chevrolet Nomad de 1954 -sobre base Chevrolet Corvette C1 y que daría lugar al modelo de serie sobre base Chevy BelAir en el 55- hasta el más reciente Volvo Concept Estate de 2014.
En esta ocasión, hemos reunido algunos de los shooting brakes que consideramos más extraños y realizados por encargo o en serie muy limitada. Y ya sabes, no son todos los que están ni están todos los que son. Para mañana dejamos los modelos más lujosos y -quizá- más conocidos y terminaremos con los modelos de serie más cool.
Ferrari 365 GT4 2+2 "Croisette" y Ferrari 365 GTC/4 por Felber
Willy Felber fue concesionario Ferrari y Rolls-Royce en Lausanne en los años 70. Como a la clientela suiza siempre le ha gustado la exclusividad, Felber no dudó en proponer, como tantos otros concesionarios, carrocerías especiales sobre diversas bases. Y entre ellas, los shooting brakes sobre base Ferrari.
Su primera creación en este particular apartado fue el Ferrari Croisette de 1975 realizado a partir de un Ferrari 365 GT4 2+2. El resultado es un tanto extraño y su zaga parece ser el resultado de un añadido en fibra de vidrio cual hard-top para pick-up.
En el Salón de Ginebra de 1977, Felber presentó este Ferrari 365 GTC/4. De formas sencillas fue el más elegante de los shooting brakes Ferrari, hasta que la propia marca ideó los FF y 365 GT4 Lusso. Mientras que el Croisette sigue circulando (más o menos...), el 365 GT/C4 ya no existe. Y es que en realidad, se trata del 365 GT/C4 Beach Car que presentó Felber en 1976 recarrozado en shooting brake para el Salón de Ginebra de 1977. Al año siguiente, se deshizo de la carrocería familiar y volvió a instalar la carrocería abierta y sin puertas del Beach Car. Desde entonces, el Beach Car sigue en Suiza.
Ford Mustang Intermeccanica
Aunque existen varias réplicas, se fabricó un sólo Ford Mustang Station Wagon en 1965. Benny Clark (un publicista de la agencia J. Walter Thompson), Jim Licata (un entusiasta) y Robert Cumberford (joven diseñador) enviaron en 1965 un Mustang cupé -con motor V8 289 y cambio automático- a Frank Reisner para que su Construzione Automobili Intermeccanica de Turín, hiciese realidad la idea del trío.
Once meses después, de los talleres de Intermeccanica salió el único Mustang con carrocería station wagon que se presentó en público, era de color rojo. Los tres amigos lo presentaron a Ford. Tras conservarlo un tiempo y pintarlo de verde, en Ford decidieron que no lo veían viable. El coche fue devuelto a sus dueños que lo usaron durante un tiempo. Fue visto por última vez en Nueva Jersey, allá por 1966.
Porsche 944 de DP Sport (DP44 Cargo)
DP Sport es un poco una celebridad en los círculos porschistas. Cuando la escudería Joest decidió seguir con su propio desarrollo del Porsche 935 (porque Porsche no quería vender las evoluciones del 935 a las escuderías privadas), le encargó a Kremer toda la parte técnica (motor, chasis) y a DP Sport la carrocería. En 1979, ese coche dio la victoria absoluta a Klaus Ludwig en las 24 horas de Le Mans, batiendo a los prototipos. En segundo puesto llegaría otro 935, el de Barbour, Haas y Paul Newman.
En los años 80, DP Sport empezó a ir por libre y desarrollar los coches por si sólo. Una de sus creaciones fue la de ofrecer un shooting brake sobre la base del Porsche 944 y bautizado DP44 Cargo. Sobre la base de un 944 normal y corriente añadieron el techo de un Volkswagen Passat Variant desguazado. El resultado gustó y perfeccionaron el kit con numerosos elementos hechos a medida, como los pilotos partidos: los dos bloques más cercanos a la matrícula son solidarios del portón para facilitar el acceso al plano de carga.
DP Sport fabricó tan solo 8 coches en su día, respondiendo a los pedidos y dejó un noveno DP44 sin terminar. Hace un par de años, el hijo del fundador de DP Sport decidió terminar ese coche y recordar cómo era el proceso de conversión. De este modo, DP Sport vuelve a proponer la conversión -que precisa de 2 meses de trabajo- al módico precio de 18.000 euros. Y es que les quedan entre 5 y 10 kits de conversión para el 944.
Porsche 924 Turbo, Porsche 928, Audi Quattro y Volkswagen Sciwago por ARTZ
En los años 70 y 80, los concesionarios alemanes más importantes descubrieron el lucrativo mercado del tuning y de las series especiales. Mientras unos proponían sus creaciones bajo su nombre, otros creaban una marca para ello. Al igual que el grupo Kohl creó en la ciudad de Aquisgrán AC Shnitzer para BMW, Autohaus Nordstadt (concesionario Volkswagen) creó Artz en Hannover.
En el caso de Artz, el nombre se debía al dueño de la concesión, Gunther Artz. Gunther Artz tenía predilección por los coches rápidos pero para nada llamativos. Su marca se hizo famosa al crear en 1972 un Volkswagen Escarabajo 1303 con motor 2.7 litros de 210 CV (el del Porsche 914/6) y carrozar en 1978 un Porsche 928 como si fuese un Volkswagen Golf.
Entre sus variadas creaciones (desde un Corvette con carrocería de Kadett GSI hasta un Audi quattro de 4 puertas o una serie de Mercedes E500 station wagon) nos encontramos con una serie de shooting brakes. El primero fue un Audi quattro Kombi, con una luna trasera curva que bajaba casi hasta el parachoques. Solo se fabricó una unidad.
Los Porsche eran otras de las bases que Gunther Artz apreciaba particularmente. Después de dos Porsche 924 Turbo shooting brake con los aletines del 924 Carrera GT -sin duda su mejor creación desde un punto de vista estético- se atrevió con un Porsche 928 S. Con su V8 de 300 CV y unas plazas traseras que podían acoger ahora de forma más cómoda a dos persones, Artz sembró sin saberlo la idea del Porsche Panamera. Tenía un acuerdo con Webasto, que le proporcionaría las carrocerías, para la fabricación de 100 unidades. Sólo hubo una unidad fabricada.
Su creación con más éxito, sin embargo, fue el Volkswagen Scirocco shooting brake. Bautizado Sciwago (contracción de Scirocco y wagon), habrían sido 52 las unidades fabricadas. Actualmente, habría tan sólo 7 unidades supervivientes.
Mercedes-Benz 230 SLX por Frua
Pietro Frua no es el más famoso de los carroceros italianos de los años 50 y 60, Touring, Zagato y Pinin Farina ya eran estrellas y lo siguen siendo. Sin embargo, Frua era uno de los más prolíficos y su especialidad eran las carrocerías one-off. Aunque no dudaba en reciclar algún que otro diseño ya vendido para usarlo sobre una base diferente.
En 1964,recibió el encargo de un tal Sr. Viazzo de realizar un shooting brake sobre la base del Mercedes-Benz 230 SL Pagoda, un modelo diseñado por el genial Paul Bracq. Dos años más tarde, el Sr. Viazzo, de Ginebra, recibe su nuevo coche. El resultado final es más elegante de lo que uno podría pensar y la zaga está particularmente bien lograda. El frontal, sin embargo, podría prescindir perfectamente de esos dos faros adicionales, ausentes del diseño de Paul Bracq.
Siempre en 1966, el Sr. Viazzo, vende el 230 SLX Shooting Brake a Javier Rupérez de la embajada española. Y en 1984, el coche reaparece en Madrid, con matrícula española está vez. Cambia de manos en varias ocasiones, entre ellas la de Teo Martín, hasta que en 2000 Paquisol Gallo lo vende por menos de 20.000 euros a un cliente de las Palmas de Gran Canaria.
A día de hoy, el coche sigue en España (con la matrícula original de Madrid) y su actual dueño no duda en usarlo. Quizá, el día menos pensado, te lo puedas cruzar por la carretera o verlo aparcado.
BMW Sport Combi Luchjenbroers
Henk y Hennie Luchjenbroers son dos hermanos holandeses que a principios de los años 80 tenían un taller de carrocería y se dedicaban a equipar techos solares en toda clase de coches (en esa época era de lo más cool ya que solo era una opción en los coches más lujosos). Con la llegada de la segunda generación del BMW Serie 3, la E30, el Serie 3 tuvo toda clase de carrocerías: berlina 4 puertas, coupé 2 puertas y cabrio, pero el heredero del BMW 1602/2002 no tenía una versión de 3 puertas Touring. Los hermanos Luchjenbroers dieron el paso y se atrevieron a crear un shooting break sobre la base del Coupé E30.
Realizaron el primer coche a finales de 1985 (un 320i con kit carrocería y llantas BBS) y en enero de 1986, ya estaba en la prensa. Para la transformación, servía cualquier E30 Coupé, pues no tocaban la transmisión ni el motor, mientras que el portón de maletero era el de un Volkswagen Golf I. La conversión no era barata, costaba el equivalente de 12.000 euros de hoy. Obviamente, el cliente debía poner el BMW Serie 3.
Los catálogos de Luchjenbroers hacían referencia al nombre de Sport Combi para designar el modelo, aunque inicialmente la prensa holandesa se refería al modelo como BMW T. Autocar realizó un artículo sobre el coche en 1986 y la respuesta fue abrumadora, contaba Hennk Luchjenbroers en un artículo de Autoweek en 2010.
BMW Holanda mantuvo la garantía de fábrica para las conversiones. Se interesaron por el coche concesionarios ingleses y tailandeses, e incluso recibieron una petición desde Australia para fabricarlo bajo licencia. Pero lo más impresionante es que el importador japonés de BMW estaba dispuesto a comprar 100 unidades de golpe.
En 1987, BMW presentaba el Serie 3 Touring, un break de 5 puertas, y el sport Combi se convertía al instante en una bonita excentricidad (de todos modos, tampoco tenían capacidad de producción para más). Finalmente tan sólo fabricaron 4 unidades, una de ellas con volanta a la derecha. En 2010, el modelo original todavía estaba en manos de Hennk y tenía más de 100.000 km.
En Motorpasión | Esta es la historia de los shooting brakes: (2) los más lujosos; (y 3) los modelos de serie más cool