Faltaba todo un lustro para que Henry Ford sacara a la calle el primero de sus exitosos Ford T, que montados en serie de 1908 a 1927 revolucionaron para siempre el concepto de la industria. Corría 1903 cuando apareció en escena el Ford A Rear Entry Tonneau que vemos aquí, un antecesor que sólo coincide en la A con el segundo éxito de la marca del óvalo, ese que se vendió de 1927 a 1931
A diferencia del segundo Ford A, que estuvo dotado con 40 CV, y del popular Ford T, que rendía la mitad, el primer Ford A se bastaba y se sobraba con 8 CV de potencia. Por él se pagaban 850 dólares en sus años mozos, que según esta calculadora de inflaciones serían 19.380 dólares en 2007, pero no. Aquel año, la última vez que el coche cambió de manos, se pagaron 630.000 dólares por él.
Hablando de manos, en estos 109 años el Ford A sólo ha conocido cinco propietarios. Perteneció inicialmente a Herbert L. McNary, un fabricante de mantequilla de Iowa que lo tuvo en su casa hasta los años 50, cuando la familia de McNary lo vendió por 400 dólares de la época a su paisano Harry E. Burd. Burd restauró el coche y lo vendió a un distribuidor suizo de Ford en 1961.
Allí estuvo el coche hasta 2001, cuando fue comprado por alguien de forma anónima y trasladado de nuevo a los Estados Unidos. El último en hacerse con el Ford A de 1903 fue John O'Quinn, que pagó más de 740 veces el precio original del vehículo. Intentó venderlo en 2010 pero no hubo acuerdo después de que la puja más alta fuera de sólo 325.000 dólares.
Esta unidad del histórico vehículo, la número 30, se trata según certifica un montón de documentación del más antiguo superviviente de entre los coches vendidos por la Ford Motor Company, y saldrá a subasta otra vez dentro de exactamente un mes. Quizá entre los días 11 y 12 de octubre el veterano Ford A tenga un nuevo propietario.
Vía | Autoblog Enlace | RM Auctions En Motorpasión | El Ford Model A de 1903 subastado en casi 500.000 euros (2007)