Actualmente el vehículo de producción más veloz que existe es el Bugatti Veyron, de 16 cilindros y 8 litros de cubicaje, capaz de superar los 400km/h.
En competición, tanto por limitación de potencia como de trazado, se impide sostener esas velocidades por la peligrosidad que implica el llevar a los materiales a sus límites integrales.
Pero existen personas que han arriesgado su dinero y su vida para conseguir batir los records de velocidad en un vehículo terrestre como el ejemplo que traigo hoy: John Cobb y su Railton Mobile Special que, a finales de la cuarta década del siglo pasado, consiguieron un record que tardó años en ser batido.