El BMW 507 Roadster es uno de los modelos más famosos y bellos de la marca alemana, principalmente porque Elvis Presley tuvo uno. Presentado en el Salón de Nueva York de 1955, el objetivo de ese modelo era competir directamente con el Mercedes-Benz 300 SL Roadster.
RM Sotheby's a finales de este mes celebrará en Italia una subasta en la que esta preciosa unidad de BMW 507 Roadster de primerísima generación buscará nuevo dueño. Data del año 1957 y esta es su curiosa historia.
Una idea del importador norteamericano Max Hoffman
El BMW 507 fue en realidad una idea del famoso importador de coches norteamericano Max Hoffman, quien a la vista del 503 y sabiendo lo bien que estaban funcionando los roadster de Mercedes-Benz, pidió a la casa de Munich un roadster que costase en torno a 5.000 dólares.
En BMW se pusieron a trabar en el modelo del que hoy hablamos, siendo el resultado un precioso roadster que, por su elevado precio (no bajaba de 11.000 dólares) y gran competencia, sólo consiguió convencer a 252 compradores. Fue un fracaso comercial y perdieron dinero con el proyecto.
Primera generación de 1957
El BMW 507 Roadster que protagonizará la subasta, es el que tiene el número de chasis 70044. Se trata de un modelo fabricado en julio de 1957 y originalmente venía en una especie de color blanco, con elementos opcionales como el techo duro, la radio Becker Mexico con antena automática y neumáticos con la línea blanca en el flanco.
Su primer dueño fue Herbert Dinkheller, directivo de una compañía de tabaco en Frankfurt, pero el coche le duró tan poco tiempo que en menos de un año después ya cambió de manos, concretamente en abril de 1958.
Su tercer dueño fue el que realmente vivió más tiempo con el 507. Se llamaba Herman Beilharz of Mötzingen, era piloto de motos aficionado (corría con Honda) y tuvo el coche en propiedad durante 51 años. En ese tiempo lo usó de forma bastante regular, de ahí que hoy tenga 73.000 kilómetros.
Fue el quien lo pintó en ese color verde tan característico que hoy en día luce su carrocería, el cual contrasta con el color rojo de la tapicería (que se mantiene original) y con el techo duro de color negro que el coche traía de fábrica.
No está original, pero es muy exclusivo
En el año 2014 pasó a manos de su actual dueño, que tal vez sin saber muy bien lo que hacía, le montó unos frenos de disco en el tren delantero. Por suerte, se entregará con el set de frenos original, lo cual revalorizará esta joya de las cuatro ruedas que, por cierto, mantiene el interior original y el motor en perfecto estado gracias a las minuciosas revisiones a las que le sometió su dueño más longevo.
Este BMW 507 Roadster no es seguramente el más fiel a sus orígenes de cuantos hemos conocido, pero lo que es seguro es que quien se lo compre, se llevará uno de los modelos roadster más exclusivos y a la vez atractivos del mundo.
Fotos | Robin Adams ©2017 Courtesy of RM Sotheby's En Motorpasión | BMW 507 '56, uno de los descapotables más bellos del mundo