En China son muy dados al reutilizado, es decir, comprar modelos que han sido descatalogados en otros países. Esta vez hablamos del Volvo XC90 de primera generación, que se deja de fabricar en Suecia. No pasa nada, se transferirá todo lo necesario para su producción en Daqing, dentro de China.
¿Por qué hacer esto? Fácil. Fabricándolo dentro de China, y para abastecimiento local, se podrá abaratar el precio al no tener aranceles de importación de modelo extranjero. Convivirá en el mercado con el nuevo modelo, de origen sueco, pero con la denominación XC Classic. Obviamente costará menos que el XC90 2015.
Según Autohome, tendrá un motor 2.5 de gasolina turboalimentado, con 220 CV de potencia, algo más de lo que tiene el modelo saliente. Se ofertará tanto con cambio manual de cinco relaciones como con una transmisión automática, y con tracción total en ambos casos. Se podrá reservar en los concesionarios Volvo chinos a partir del lunes.
Aquí vemos el modelo saliente, pocas diferencias encontraremos, y si las hay. No tiene mucho sentido exportarlo fuera de China porque ya está un poco visto, y no tendría la mejor de las acogidas por su origen chino, por mucho que diga Volvo que es como si fuese sueco. De hecho, Volvo exportará modelos de fabricación china en cuestión de meses.
Recordad que Volvo es propiedad de Geely, uno de los principales fabricantes chinos, tras su adquisición a Ford hace unos años. Por lo tanto, las sinergias de la marca sueca con el mercado chino han ido en aumento. De hecho se rumorea la aparición de un XC90 de batalla alargada para adecuarse a los gustos de ese mercado, donde es habitual este tipo de derivados.
Vía | World Car Fans
Fuente | Autohome (en chino)