"Aún no hemos planeado abrir nuestras fábricas como un proyecto, pero no lo descarto". Estas declaraciones a un diario alemán del director de la división de movilidad eléctrica de Volkswagen, Thomas Ulbrich, dejan la puerta abierta, literalmente, a un nuevo comienzo.
Lo cierto es que que el consorcio alemán se plantee fabricar coches eléctricos para otras marcas tiene sentido si atendemos al movimiento que han hecho con la plataforma modular MEB, la cual compartirá con otros fabricantes, entre ellos Ford.
Objetivo: mantener los costos de inversión a raya
Según explica la web electrive Ulbrich considera que la plataforma modular MEB también podría ser adecuada para vehículos de nivel de entrada mucho más baratos: "Nuestra nueva plataforma eléctrica para vehículos pequeños y urbanos todavía no tiene nombre. Es un proyecto conceptual en el que los ingenieros están trabajando actualmente", ha dicho.
Škoda, SEAT y Audi también tendrán sus coches eléctricos desarrollados sobre esa plataforma; en total habrá hasta 27 coches desarrollados sobre la base MEB. Pero también marcas externas al grupo: el primer socio que utilizará la plataforma del fabricante alemán será e.GO Mobile AG, con sede en Aachen, Alemania.
Y es más que probable que Ford, con el que empezará a desarrollar vehículos comerciales ligeros y una pick-up mediana para el mercado global (se comercializarán a partir de 2022), también use la plataforma MEB.
Como ya se anunció, el objetivo de esta colaboración es conseguir reducir costos y aumentar el rendimiento a través de la escalabilidad, pero nunca a través de una fusión o la compra de acciones: "Ford y Volkswagen seguirán siendo competidores, ya que la cooperación propuesta no se relaciona de ninguna manera con las estrategias comerciales", comunicó Volkswagen.
Además, Volkswagen y Ford han firmado un memorando de entendimiento para colaborar en la investigación y desarrollo de vehículos autónomos, servicios de movilidad y vehículos eléctricos.