Volkswagen Beetle Fender Edition, dando la nota

Volkswagen Beetle Fender Edition, dando la nota
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Como Beetle(s) y música son dos palabras casi sinónimas, Volkswagen trae a España una edición especial del nuevo Escarabajo, mientras esperamos la llegada del Beetle Cabriolet recién presentado en Los Ángeles. Se llama Volkswagen Beetle Fender Edition y está disponible desde 23.170 euros.

Se puede elegir con cualquier motor/transmisión de la gama salvo el 2.0 TSI. Por fuera se diferencia de otros Beetle por las molduras color carrocería, banda cromada, espejos exteriores en cromo, llantas de aleación de 18” Disc con ruedas 235/45 R18 y los faros Bixenón con luces diurnas LED.

Por dentro encontraremos el salpicadero con incrustación de madera, tapizados en tela Cheyenne y costuras Sioux, además de cuero en volante y cambio. Pero no solo es esto y la iluminación ambiental tricolor, es el equipo de sonido de 400 W firmado por Fender Sound.

Volkswagen Beetle Fender Edition

Acelera de 0 a 100 en el momento en que llega el SOLOOOOOO

Este equipo de sonido puesto a punto por el mítico fabricante de guitarras y amplis tiene uno con 10 vías, ocho altavoces y un cajón de graves (subwoofer). Está disponible opcionalmente en otros modelos de la gama. Atruena con sus decibelios, las tías jevis caerán ante sus ruedas.

El equipo de sonido tiene el mismo interfaz que el MEDIA IN que ya estaba disponible para este modelo, solo que de serie tiene solo cuatro canales y ocho altavoces de 20 W. Permite conectar varios dispositivos, aunque rápidamente nos daremos cuenta de las limitaciones de la fuente con un equipo tan bueno.

El más baratito es el 1.2 TSI de 105 CV, por 23.170 euros, con mejores agudos. Si queremos un TDI para gozar más con los bajos, 23.550 habrá que soltar por lo menos. Como las guitarras Fender, tiene un mástil, entre las ruedas traseras, el 2.0 TSI no se puede elegir (ese es multibrazo). Aún así, todo esto suena muy bien.

Volkswagen Beetle Fender Edition

El claxon suena normal, nada de “La cucaracha, la cucaracha… ya no puede caminar”.

Tócala otra vez, VAG.

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