Hay historias que se explican con muy pocas palabras, sobre todo si nos llegan desde Rusia. Ya hemos hablado en varias ocasiones de lo que supone conducir por allí: si no llevas una cámara en el coche, no eres nadie. Y sabemos que el filón del Este os gusta tanto como a nosotros. Si no fuera así, no nos enviaríais tantas pistas. Gracias, por cierto.
Normalmente nos lo tomamos con una buena dosis de humor porque no hay para menos. Hoy, no. La de hoy es una triste historia de impacto que no acaba bien, y de alguna forma es la otra cara de la moneda del briconsejo para transportar madera que vimos el martes. En Rusia, tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. Ojo: y fuera de Rusia, también.
Cuando circulamos detrás de un camión y en el suelo hay gravilla, lo mejor que podemos hacer es aumentar la distancia de seguridad para evitar que nos caiga un chinazo en medio de la luna y nos la arañe, por mucho que luego se pueda reparar. Pero, ¿qué es lo que hay que hacer cuando vamos en coche tan tranquilamente y de repente nos sucede esto?
Soy de los que piensan que el ladrillo salta del camión porque la carga no está bien sujeta, y no puedo dejar de pensar en las veces que he visto ladrillos, palets, mordazas de encofrado, bolsas de basura… ¡hasta un trozo de bañera!, tirados en medio de la carretera. Dicen que la ocupante del coche falleció a consecuencia de la gravedad de la lesión que le causó el golpe. Descanse en paz.
Actualización: Movido por el intenso debate generado, inserto una explicación adicional en el comentario número 104.
Foto | LiveLeak
Vídeo | ferhexzje
Un saludo para todos los que nos habéis avisado
En Motorpasión | En Rusia sí que saben transportar objetos muy largos