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Jeremy Clarkson prueba en Top Gear el Prodrive P2, un superdeportivo británico, del que no hay planes de producción, y que es el resultado del trabajo de la factoría responsable del que será equipo número 12 de la F1.
Atención al momento en que activa el sistema de control del diferencial o “mecanismo antisubviraje”. Clarkson acaba vomitando, superado por la capacidad del coche de girar en círculo cerrado sin salirse por la tangente. Luego, llevado por el piloto, el tiempo en el circuito varía en 5 segundos de llevar el sistema activado o desconectado.
Vía | Autoblog
