En un goteo lento pero firme, Yamaha ha desvelado su nuevo paso hacia un futuro de movilidad eléctrica. El fabricante nipón ha presentado un nuevo motor eléctrico que producirá en serie pero no pasa sus vehículos, sino para equipar los de otras marcas.
Tanto coches y furgonetas como motocicletas se podrán beneficiar de un motor escalable con potencias entre 47 y más de 250 CV, con una alta adaptabilidad para equiparse en vehículos creados para ser eléctricos o sustituir a motores de combustión, como han hecho con un prototipo extraño y espectacular a partes iguales.
Un Alfa Romeo 4C de cero emisiones motorizado por Yamaha
Mientras algunas start-up y determinados fabricantes presentan a bombo y platillo llamativos proyectos de movilidad eléctrica que acaban por llegar a nada, otros poco a poco y sin hacer demasiado ruido se están labrando un futuro dentro de las formas de movilidad alternativa, sostenible y limpia.
Es el caso de Yamaha, quien ha anunciado recientemente que ha abierto los pedidos para que otras compañías accedan a un nuevo modelo de motor eléctrico de altas prestaciones. No lo veremos al menos por el momento equipado en ninguna moto de Yamaha, pero sí que es un planteamiento extremadamente interesante.
La principal característica de este motor es que es extremadamente adaptable, pudiendo equiparse en multitud de vehículos diferentes, ofreciendo incluso especificaciones distintas en función del uso que el cliente necesite. Además, su potencia le da acceso a un amplio rango de aplicaciones pues puede desarrollar 200 kW (268 CV).
Este motor de imanes permanentes es tan flexible, compacto y ligero (aunque no han especificado cuánto) que está pensado para montarse en motos o en coches, para sistemas de tracción 4x2 o integral con un propulsor en cada eje. Para demostrar sus capacidades, los japoneses han cogido un coche que ya no está en venta pero que tiene un carisma XXL para demostrar sus capacidades: un Alfa Romeo 4C.
El deportivo italiano prescinde ahora de su motor de cuatro cilindros turboalimentado de gasolina con 240 CV para montar el nuevo motor de Yamaha. Es una maniobra extraña, pero sin duda es un ejercicio de demostración con el que captar el interés de posibles clientes gracias al buen rendimiento esperado del motor unido a un coche deportivo sin concesiones con chasis monocasco de fibra de carbono.
Aunque tengamos a Yamaha como una marca profundamente vinculada a las motocicletas no ha sido ni mucho menos ajena al mundo de la automoción. La compañía de los diapasones es una experta en la fabricación de motores que se han utilizado tanto en coches japoneses como de otros grandes fabricantes internacionales.
Toyota, Lexus, Lotus, Ford o Volvo han recurrido durante años a la experiencia de Yamaha para propulsar algunos de sus coches y, en casos particulares como el del Lexus LF-A, con una especial atención al sonido de escape, algo en lo que los japoneses son unos auténticos virtuosos.
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