En pocas ocasiones tenemos la opotunidad de ver un coche entrar “hasta la cocina”. Yo que siempre he querido tener aparcado el coche en el salón, puedo ir tomando medidas gracias a este video.
En realidad esta conductora de Kentucky iba tan borracha que probablemente no se percató de la existencia del supermercado, ni de su coche ni la suya propia.
El video también nos sirve para seguir desarrollando nuestas extrañas teorías empíricas: si los Ferrari tienen tendencia a arder, los Mercedes parecen ser propicios a acabar estampados contra edificios.
Vía | Carscoop
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