Hoy por hoy Nürburgring es todo un mito, un icono del automovilismo labrado durante décadas y envuelto en un halo místico. Pese a que todos lo conocemos en mayor o menor medida, nos sigue dando un poco de miedito por ser una de las pistas más complejas y traicioneras del mundo, pero un lugar de culto para todo petrolhead.
Rodar allí es algo que algunos afortunados conocen bien, como nuestro compañero Héctor Ares, aunque poco tienen que ver con las condiciones actuales y los vehículos modernos con cómo eran las cosas hace no demasiado. En los años '70 la seguridad era sólo un concepto que planeaba vagamente, y hasta allí, hace 40 años en la curva Adenauer Forst, es donde nos transporta este vídeo.
Nürburgring hace 40 años era otra historia
Esta sucesión de curvas es uno de los puntos críticos tanto para los pilotos como para las máquinas. Te podrás imaginar que los coches de hace casi medio siglo, no tan avanzados tecnológicamente, las pasaban canutas para mantener las cuatro ruedas en el asfalto pero lo que choca realmente es lo poco que se preocupaban por mantenerse con vida los "pilotos".
En efecto los coches de aquella época no eran ninguna maravilla en seguridad pero en varias ocasiones hemos podido ver cómo los conductores y sus ocupantes eran zarandeados de un lado a otro o incluso se salían del vehículo por no llevar puesto el cinturón de seguridad. Ya de equipamiento de seguridad mejor ni hablamos.
Por lo demás, lo típico de la época. Coches aparcados en la cuneta, aficionados siguiendo la jugada desde dentro y fuera de la pista, conductores que no tienen muy claro lo que hacen allí, vehículos de todo tipo... Vamos, lo normal.
¡Gracias a Faustino por la pista!